SE NECESITAN MÁS Y
MEJORES ESPACIOS VERDES PÚBLICOS EN LA CIUDAD
El proceso de venta
de tierras públicas ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires, viene de varias
administraciones, desde Mauricio Macri a
Larreta. Y poco cambió desde la asunción de Jorge Macri.
Gran parte de los
sectores progresistas vienen batallando para impedir, o al menos retrasar, el
deshuese. Las asambleas barriales y organizaciones que firmaron este comunicado
reclamaron, con poco éxito, al jefe de Gobierno
Jorge Macri, enfrascado en su disputa electoral, que
instrumente a través de la Legislatura la rezonificación de dichas tierras para
la generación de nuevos espacios verdes públicos en los barrios porteños.
En los últimos tiempos
tomó estado público la decisión del presidente Milei de vender alrededor de 370
terrenos e inmuebles públicos, a través de la Agencia de Administración de
Bienes del Estado (AABE). Entre
ellos, se destacan los ex playones ferroviarios y otras propiedades de menor tamaño,
pero de igual importancia, por su utilidad para mejorar nuestra calidad de
vida.
Esta decisión no es novedosa, sino que continúa el
trabajo iniciado bajo la gestión de Mauricio Macri
como presidente entre 2015 y 2019. En ese período, decenas de hectáreas fueron
vendidas a los pulpos inmobiliarios, generándoles millonarias ganancias a costa
de que los barrios de la ciudad se inunden de torres y cemento, disminuyendo
aún más la relación de superficie verde por habitante y agravando los problemas
de tránsito y saturación de las redes de agua, electricidad y cloacas.
Algunos lotes en los ex playones ferroviarios de
Colegiales, Villa Urquiza, Palermo y Caballito lograron sobrevivir al festín
privatizador de Macri, pero ahora, nuevamente,
están en peligro. La única posibilidad de evitar que sean finalmente vendidos
es que el Gobierno porteño los convierta en espacios verdes públicos,
otorgándoles las respectivas normas urbanísticas específicas. Esto es lo que
estamos pidiendo.
La cantidad de espacios verdes en la Ciudad de Buenos
Aires es totalmente insuficiente, en relación a la que se necesita para cubrir
las necesidades de esparcimiento y salud física y mental de la población.
Algunos barrios directamente no poseen siquiera una plaza, como es el caso de
Villa Santa Rita. A su vez,
millones de m2 de cemento se construyen año tras año, agravando la crisis del
cambio climático. Por todo esto, es de vital importancia frenar este saqueo de
tierras públicas y destinarlas a la creación de nuevos parques y plazas de
suelo absorbente y arboleda frondosa. La propuesta de Jorge Macri de modificar
el Código Urbanístico de la ciudad es la gran oportunidad para sumar esta
discusión. Son las últimas reservas de tierra disponibles en la ciudad y es una
responsabilidad del Gobierno porteño que sean destinadas a mejorar la calidad
de vida de toda la ciudadanía.
Comunas,
Consultivos y Organizaciones Barriales
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