viernes, 4 de abril de 2025

PLANTANDO FUTURO EN BALVANERA

 Plantando futuro: un ceibo para Balvanera

La Chacrita de los Colegiales estuvo presente en la plantación de un ceibo en la Plaza Primero de Mayo.Durante el acto, la Junta de Estudios Históricos de Balvanera reafirmó el compromiso con el medioambiente y la identidad barrial.

Un día soleado para un acto de compromiso

El pasado primero de abril, en un clima cálido y alegre, 

junto a la Junta de Estudios Históricos de Balvanera, 

vecinos y vecinas del barrio, se llevó adelante la 

plantación de un ceibo en la Plaza Primero de Mayo. Este 

acto no solo buscó embellecer el espacio público, sino 

también reforzar la conciencia sobre la importancia de 

los 

árboles dentro del ecosistema urbano.


Durante la jornada, se resaltó que los árboles no deben 

ser vistos únicamente en función de su utilidad para las 

personas, sino como parte fundamental de un entramado 

ecológico más amplio. En Balvanera, el barrio con menor 

cantidad de árboles en la ciudad, iniciativas como esta 

cobran especial relevancia. Cada árbol plantado aporta no 

solo sombra y oxígeno, sino que también mejora el 

drenaje del suelo, evitando que las lluvias desborden y 

afecten a otros barrios.

El ceibo: un símbolo de identidad y esperanza

El protagonista de la jornada fue el ceibo, árbol que da la 

flor nacional argentina. Más que un simple elemento 

ornamental, el ceibo representa la resiliencia y el arraigo. 

Se espera que para el próximo año, si las condiciones 

acompañan, comience a florecer, convirtiéndose en un 

símbolo de crecimiento y renovación tanto para el barrio 

como para la ciudad en su conjunto.

Además, se destacó que la flor del ceibo es compartida 

con Uruguay, reforzando su carácter de emblema 

regional. Su elección como flor nacional no es casual: su 

vibrante color rojo y su capacidad de florecer incluso en 

suelos difíciles lo convierten en un recordatorio de la 

fortaleza y la belleza que emergen incluso en contextos 

adversos.

Un cierre con significado

El acto concluyó con la bendición del párroco de la 

iglesia 

de Balvanera, un gesto que añadió una dimensión 

simbólica al evento. Más allá de la ceremonia, la 

plantación del ceibo deja una huella tangible en el barrio 

en la comunidad, un recordatorio de que el crecimiento 

y la transformación comienzan con gestos concretos. 

Ahora, solo queda esperar a que el tiempo haga su 

trabajo 

y que, en un año, el ceibo de la Plaza Primero de Mayo 

despliegue sus flores como testimonio de un barrio que 

sigue apostando por el futuro, con el compromiso de sus 

vecinos y vecinas.



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