sábado, 5 de julio de 2008

LA CUARTA FLOTA AMENAZA



EE. UU REACTIVA LA CUARTA FLOTA

Entre las consecuencias derivadas del grave problema de los alimentos y la nominación de Barack Obama como candidato a presidente, con enormes chances de ganar, se filtró una noticia a la que no se le dio la dimensión que merece: Estados Unidos decidió reactivar su Cuarta Flota, el brazo armado naval dedicado a patrullar las aguas que circundan al continente americano.

Que reactive una fuerza militar que estaba disuelta desde 1950, puede estar señalando el comienzo de un giro de la política norteamericana en la región que parecía estar marcada por el desinterés provocado por la concentración de la Casa Blanca en las campañas militares emprendidas en Irak y Afganistán.

Por supuesto que la excusa clásica de Estados Unidos es garantizar su “seguridad”, pero sabemos que los gobiernos norteamericanos sólo se siente seguros cuando están convencidos de que pueden intervenir, si así lo desean, rápidamente en cualquier territorio más allá de sus fronteras. En este caso, la Cuarta Flota es siempre una amenaza latente, que aunque no sea utilizada, sirve para disciplinar al resto de los países americanos que se salgan en forma demasiado evidente de la política exterior de los Estados Unidos.

Obviamente, cuando se analiza una operación de estas características se piensa enseguida en Cuba y en Venezuela. Pero las hipótesis de intervención no terminan allí. Hay otros escenarios que pueden servir para montar operaciones militares. Y es ahí donde el discurso del combate a la droga por parte del país que más la consume tiene un sentido. La idea de guerra al narcotráfico puede servir para intervenir en la Bolivia rebelde de Evo Morales o ampliar aún más la presencia en la ya aliada Colombia.

Pero los intereses norteamericanos van más allá. La selva amazónica y el acuífero Guaraní son fuentes importantísimas de recursos naturales que Estados Unidos no quiere dejar al cuidado exclusivo de los naturales dueños de esos lugares. Para esto, al discurso antinarco le agrega la guerra al terrorismo, y tiene listo el cóctel discursivo para emprender acciones sobre esta zona.

Ya desde julio estaría operable la Cuarta Flota, aunque es poco probable que emprenda acciones de importancia hasta que no se conozca el nombre del futuro habitante de la Casa Blanca, en una elección donde parece definirse mucho más que el presidente de un país. Habrá que estar atentos, porque el resultado puede cambiar el destino de América Latina.

Pablo Salcito

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