domingo, 10 de agosto de 2008

LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS







Edificio Independencia 3065
Edificio H.Yrigoyen 3242

LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS


En diferentes etapas de su desarrollo, la Facultad de Filosofía y Letras asentó las sedes en el barrio de Balvanera. Inició sus actividades en el antiguo e histórico edificio del rectorado, en la calle Viamonte 430/444, ocupando con su crecimiento dependencias de otras Facultades, aulas del Nacional Buenos Aires y dos pisos del edificio de la calle Florida 656 que habían pertenecido al IAPI .

Filosofía y Letras fue siempre una especie de “Cenicienta de las Facultades” que debió funcionar en antiguos caserones o edificios que dejaban otras, por lo general faltos de mantenimiento y estrechos de espacio.

Recién en el año 1970 tuvo edificio propio, una antigua edificación de la calle Independencia 3065, donde funcionaron por poco tiempo la totalidad de sus carreras, ya que por motivos de crecimiento esta casa de estudios se desmembró en tres facultades:

Facultad de Psicología: en dos edificios, ambos en Balvanera, Independencia 3065 e Hipólito Yrigoyen 3242, espacio conocido como “Villa Freud” por los cafés y bares similares a los de una zona de Palermo con ese nombre. En esta Facultad se dicta además Terapia Ocupacional y Musicoterapia.

Facultad de Filosofía y Letras, en la calle Puán 470, donde se cursa Letras, Ciencias de la Educación, Historia, Antropología, Bibliotecología y Geografía, entre otras carreras.

Facultad de Ciencias Sociales, en Marcelo T. de Alvear 2230, donde se dicta Sociología, Comunicación Social, y Relaciones del Trabajo.

El primer antecedente de la Facultad de Filosofía y Letras fue la Facultad de Humanidades y Filosofía, fundada por decreto del 26 de marzo de 1874 cuyo decano era José Manuel de Estrada. Allí sólo se extendía diplomas de Bachiller pero, al federalizarse la Ciudad de Buenos Aires en 1881, se creó una comisión integrada por Mariano Larsen, Matías Calandrelli y David Lewis, quienes redactaron un plan elevando la categoría de aquellos estudios, a fin de equipararlos a los contenidos de los centros europeos similares. A pesar de ello, la Facultad desapareció del presupuesto en 1883.

Recién en 1888, a instancias del Dr. Norberto Piñero, el Consejo Universitario aprobó un proyecto integral de Facultad de Filosofía y Letras, aunque recién por decreto del 13 de febrero de 1896 quedó constituida formalmente. Serán académicos honorarios de ella Bartolomé Mitre, Vicente Fidel López y Carlos Guido y Spano, mientras que se designó rector a Lorenzo Anadón y secretario a Norberto Piñero.

No obstante, la novel Facultad debió afrontar en sus primeros años una campaña difamatoria, pués se la consideraba una institución de mero lujo, sin ningún interés utilitario. Nació endeble en un medio hostil y fue objeto de burlas. En aquel entonces, el dogmatismo positivista no admitía que la juventud distrajera su atención en un aprendizaje “poco provechoso”, ya que los alumnos egresados no contarían con ningún aliciente económico, tal como lo ofrecía derecho, medicina e ingeniería.

En el año 1904, durante el decanato de Norberto Piñero, fue creado el Museo Etnográfico (dependiente de esta Facultad), que dirigió y enriqueció el profesor Juan B. Ambrosetti y que funcionó durante varias décadas en el sótano del rectorado de Viamonte 430, hasta su trasladado al edificio que había dejado la Facultad de Derecho, en la calle Moreno 430.

En el año 1906 se establece el departamento de Historia, que a partir de 1914 dirigirá el Dr. Luis María Torres, y que se transformará en 1920 en el Instituto de Investigaciones Históricas, bajo la dirección del Dr. Emilio Ravignani.

En 1917 se crea el Instituto de Investigaciones Geográficas, y en 1922 el de Literatura Argentina, fundado y dirigido por Ricardo Rojas. Otros institutos serán creados en el ámbito de dicha Facultad, como el del Profesorado Secundario que funcionaría entre 1907 y 1908.

Para 1927 los estudios en la Facultad se dividen en: Filosofía, Historia y Letras, además con carreras de archivista, bibliotecario y museólogo.

Durante el decanato de José Luis Romero se crea la carrera de Sociología, a cargo del profesor Gino Germani, y la cátedra de Historia Social dictada por el propio decano.

Los cursos de Psicología y Lógica, puestos en marcha desde los inicios de la Facultad con un enfoque forense, hacia 1906 se orientan a procesos mentales superiores, relacionándolos con la filosofía y las ciencias sociales.

ORIGEN DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

En el Río de la Plata las primeras tentativas de crear una casa de altos estudios, que no tuvieron éxito, se remontan al año 1771. La situación recién se revierte tras la Independencia, durante la gobernación de Martín Rodríguez en 1821. Esta carencia contrastaba con la antigüedad de la Universidad de Córdoba, que había sido creada en 1613 y con la de Chuquisaca, creada en 1624. En el orden mundial es curioso el dato de que la más antigua casa de altos estudios se remonta al año 2257 a de JC, con la Escuela Superior Shangyang (China).

En los primeros tiempos de la Universidad de Buenos Aires se trató de superar el escolasticismo colonial, pero más allá de las facultades de Medicina, Abogacía e Ingeniería, las grandes ausentes fueron las carreras humanísticas.

En 1881 Buenos Aires, como Capital Federal, recibe formalmente la Universidad, con una matriculación que llegaba apenas a 700 alumnos, mitad de los cuales pertenecían a Medicina, un tercio a Derecho, el resto a Ingeniería y una ínfima parte a Ciencias Exactas.

Por entonces la Universidad era un espacio coloquial apto sólo para los “hijos del poder”, en el cual se educaba utilizando los mismos valores de sus padres, garantizando así el control ideológico y preservando la continuidad del sistema. En cambio, las letras, la filosofía, la política y la educación se vivían con intensidad fuera del ámbito universitario.

Rivadavia impulsa la figura del rector como autoridad excluyente que depende del Poder Ejecutivo pero que deja de lado las autoridades y profesores de las distintas disciplinas. De allí en más se librará una constante puja entre la autonomía y la dependencia de la Universidad a los sucesivos gobiernos, tema que se definirá recién con la Reforma Universitaria de 1918.

Hacia 1880 se comienza a debatir en aquel ámbito el proyecto de Nicolás Avellaneda que proponía concursos para designar profesores y que -si bien tímidamente- imponía alguna forma de democratización a los rígidos métodos autoritarios encarados por Eduardo Wilde.

Comienza a cobrar cuerpo la figura del estudiantado, fenómeno que se acentúa a partir de 1904, cuando surgen los primeros conflictos serios, con huelgas y manifestaciones contra las obsoletas academias vitalicias” o consejos académicos, enquistados a perpetuidad en los claustros. En el estudiantado se produce un cambio, al aparecer nuevos y desconocidos apellidos de inmigrantes, que comenzaron a competir con los “ilustres” de la alta y cerrada sociedad de entonces.

Aunque el núcleo inicial de La Reforma” se concentra en Córdoba, donde reinaba el foco más arcaico de la enseñanza universitaria, el ejemplo se va extendiendo, no sólo a la UBA, sino también a otras altas Casas de estudios de Latinoamérica.

LA REFORMA DE 1918

La Reforma Universitaria trascenderá las meras cuestiones pedagógicas para ingresar a un período de amplios planteos políticos e ideológicos en la Argentina, desde un incipiente marxismo hasta versiones más autóctonas del positivismo mundial.

La época coincide en el país con el fin de la hegemonía conservadora y la llegada al gobierno del radicalismo en la figura de Hipólito Yrigoyen, quien apoyará dicha reforma universitaria. A partir de aquel momento cobrará fuerza la participación estudiantil en la dirección de la universidad, los concursos para designar profesores y el gobierno tripartito, de profesores, alumnos y egresados.

El ingreso será irrestricto al tiempo que se instaura la enseñanza libre, laica y gratuita. Comienza a cobrar impulso el dictado de carreras humanísticas, con el rápido progreso de la enseñanza de filosofía, letras, psicología e historia.

Hoy, la UBA cuenta con trece Facultades, con los Colegios Carlos Pellegrini, Nacional Buenos Aires y el Instituto Libre de Segunda Enseñanza. Además con ocho centros regionales, el Centro Cultural Ricardo Rojas y cinco unidades asistenciales.

Desde el año 2006 se dictan 72 carreras, con 28 mil profesores y 360 mil alumnos; todo un éxito que se debe fundamentalmente a la pionera reforma de 1918.

Miguel Eugenio Germino
FUENTES

-Halperín Donghi, Tulio, Historia de la Universidad de Bs. As., Eudeba, 1962.

-Tedesco, Juan Carlos en Buenos Aires cuatro siglos, José Luis Romero comp., Tomo 2, Altamira, 2000.

-Jaimovich Desiré, en Diario Clarín del 22 de abril de 2007.

-http://es.wikipedia.org/wiki/uba//facultades

-http://www.psi.uba.ar/institucional/historia.php

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