viernes, 12 de junio de 2009

TRIBUTO A RAÚL PORTAL

Fue vocero de Videla y ahora defiende al cura acusado de pedofilia. Los vínculos con Yabrán, el gobierno menemista y la dictadura. Por qué todos en la investigación afirman que “miente sin descaro”. Cómo defiende el negocio del call center.
Quien dice ser el “amigo del alma” de Julio César Grassi dijo: “Señores, yo no sé con quién ni dónde
duerme Grassi. Ni conozco a los chicos. Yo soy el que manguea, nada más”. Así se lavó las manos cuando declaró ante el Tribunal Nº1 de Morón, el 4 de febrero de este año. Ese día, Raúl Portal, el mayor defensor mediático del cura acusado de pedofilia, fue el único testigo presentado por los abogados de Grassi que no ensayó ninguna mentira para rescatar del infierno a su guía espiritual. Así, puertas adentro del Tribunal, Portal se salvó de ser acusado de “falso testimonio”, como lo fueron otros colaboradores del sacerdote (Juan Domingo Pérez, Flavio Mondolo, Carlos Carvallo y Alicia Melgarejo).

“En el sillón de mi casa estuvieron sentados Enrique Gorriarán Merlo, y el coronel Seineldín. Es que son amigos”, admite sin pudor cada vez que le preguntan, reconociendo con liviandad que fue funcionario de la secretaría de Prensa del ministerio del Interior durante la última dictadura militar.

Por los ´90, Grassi paseaba por los medios denunciando supuestas sectas. En una de sus vueltas por FM Católica conoció a Raúl Portal y lo maravilló su espíritu solidario. Años más tarde, en 1993, ambos comenzaron la epopeya de la Fundación Felices los Niños. “Prácticamente soy cofundador de la Fundación”, admitió, y se refiere a sí mismo como “el mediador entre los poderosos” y el cura.

Portal se hizo cargo de la presidencia de la Fundación cuando el sacerdote fue removido del cargo, el 19 de junio de 2001, por el entonces Monseñor de Morón, Justo Laguna. Fueron tres meses en los que el conductor se desempeñó en forma de “interinato”. En ese lapso de tiempo, “se produjeron las maniobras más sucias en torno a la Fundación”, dijo a 24CON una fuente que investiga el presunto abuso a menores. ¿A qué se refiere? En primer lugar, a la aberrante difusión del nombre de uno de los menores que denunció a Grassi por abuso sexual. En este caso, contó con la complicidad con uno de los “buenos” amigos del cura, el empresario mediático y menemista Julio Ramos, que publicó la identidad del niño en su diario Ámbito Financiero.

En segundo lugar, durante la gestión del creador de “Perdona nuestros Pecados”, se produjo el alquiler de la quinta “La Blanquita”, operación que le constó a Grassi otra causa en la Justicia penal de Morón: fue procesado por “malversación de caudales privados de una entidad de bien público”. ¿Con qué dinero se habría sustentado la estancia de Grassi en la quinta? Con fondos de Felices Los Niños. Ahora, el cura también deberá dar explicaciones por esta maniobra porque el dueño de “La Blanquita”, ubicada a metros del hogar de niños, realizó una denuncia por deudas impagas que ascendería a los 720 mil pesos, según cálculos del Fiscal General de Morón, Federico Nieva Woodgate.

Asimismo, el prestigioso jurista Luis Moreno Ocampo, hoy fiscal de la Corte Penal Internacional, fue contratado en la etapa “portalista”. El abogado admitió a Revista Noticias que cobraba alrededor de 200 dólares por hora para patrocinar al cura.

Defender la fuente de dinero

El apacible, en apariencia, defensor de los perritos de la calle llegó con una enorme cruz de madera en la
mano. Se hizo paso entre la gente y golpeó con el símbolo de la religión cristiana las puertas del Hogar San José Obrero, ubicado en calle Charlone 753, en el barrio porteño de Chacarita. Ese 17 de mayo hizo lo imposible por ingresar: decía querer salvar a los chicos que, según él, resistían un injusto desalojo. ¿Por qué la Justicia porteña había tomado tal medida? Porque, a partir de la denuncia del intento de suicidio de un chico de 8 años, la jueza civil Myriam Rustan De Estrada concluyó que “en ese lugar se instaló la ley de la selva, el miedo, las amenazas, los golpes y el maltrato, además de las prácticas sexuales con los más débiles”. Los forenses y peritos constataron que en ese lugar ocurrían episodios aberrantes como que, en un grupo de hermanos, los mayores habrían abusado de los menores.

Entonces, ¿qué defendía Portal? ¿A los niños que estaban dentro del hogar de Chacarita, o a la maquinaria financiera del imperio Grassi?

Sucede que dentro de esa sede de Felices los Niños, funcionaba a todo trapo el call center de la Fundación, dedicado, exclusivamente, a tomar las donaciones monetarias.
24CON se comunicó con una ex empleada del centro telefónico a la que se le deben alrededor de 10 mil pesos. “Hay más de 40 personas que están en la misma situación que yo, algunos hasta comenzaron juicios laborales. Se recaudaba muy bien, pero ellos nos decían que no alcanzaba. Nosotros preguntábamos cómo podía ser que la plata, que entraba a montones, no alcanzaba para pagarnos a nosotros y sí a los abogados de Grassi”. Por otro lado, “el edificio donde funcionaba el hogar es propiedad del Organismo Nacional de Administració n de Bienes (ONABE). La Fundación lo utiliza bajo la figura de ‘préstamo por cargo’. Esto quiere decir que la estructura podía ser utilizada solamente si el uso era cuidar de los chicos. Como ahora no hay chicos, el call center desaparecía y eso es lo que estaba tratando de evitar Portal”, manifestó una alta fuente judicial federal a 24CON que también indicó: “Ese es el por qué del circo que orquestó”. “Descaradamente, hablaba con los chicos por celular incitándolos a que se resistan, los utilizó. Una actitud vergonzosa”, dijo.

La maniobra incluyó un micro repleto proveniente de Morón, en el que algunos periodistas reconocieron a las mismas personas que asisten a Tribunales en cada jornada judicial a favor de Grassi. “También asistió la patota que actúa en Morón intimidando e insultando a los testigos de la querella”, reveló el informante.

“El pelado que sale en la tele”

Aníbal Vega, cuidador del joven llamado “Ezequiel”, fue quien detectó que en el hogar de Grassi ocurrían cosas extrañas. Intentó denunciarlo en 2000, pero nadie lo escuchó. Dos años más tarde, luego de la denuncia de Telenoche Investiga, Ezequiel le contó de “cinco o seis situaciones de abuso que habrían ocurrido, con nombre y apellido, y de una situación en la que también estaba involucrado él”. Vega conoce en profundidad los manejos de Felices los Niños, puesto que el hogar que él dirige en William Morris, está ubicado a 10 cuadras de la Fundación, y la mayoría de los chicos de la calle que él atiende, pasaron también por Felices Los Niños.

Entre charlas de “los pibes” de la calle, Vega se alarmó ante las recurrentes referencias respecto al cura y la sexualidad de los chicos. “Se acusaban entre ellos: ‘La mujer de Grassi’, se habrían dicho algunos, otros que se lo habrían “comido al cura” y hasta hablaban de “los tadeos”, en referencia a los que se habrían dejado abusar sin dinero a cambio” (NdR: Tadeo fue el primer personaje homosexual dentro una tira adolescente) .

“En una oportunidad, pude escuchar que charlaban extrañados por la actitud del sacerdote porque les habría frotado la cola y les llamó la atención que a uno de ellos “se le habría puesto dura”, puntualizó Vega.

“Otro día -continúo Vega-, uno de los chicos se me acercó y me contó que, la noche anterior, una bandita de 12 o 15 pibes se había juntado a hacer la ranchada en la estación de Bella Vista. Me dijo que, de la nada, habría aparecido una camioneta último modelo y que uno de los chicos salió corriendo hacia el vehículo en el que apareció Grassi. Dijo que el cura estaba “con el pelado que siempre sale en la tele, ese con barba”. Grassi le entregó una bolsa con alfajores y caramelos y el pibe volvió al grupo, les dejó las golosinas y se fue caminando hacia el otro paso nivel. “Yo lo seguí porque pensé que le habían dado guita y se iba a comprar pegamento, pero cuando llegó al paso nivel apareció otra vez la camioneta, él se subió y se fue con ellos”. Según me relató, el chico volvió antes de las 5 de la mañana. “El guachín vino y se acostó a dormir, pero estaba bañado y con más de 30 pesos en el bolsillo”, me dijo. Esto sucedió hace 7 años”, detalló.

Asimismo, el cuidador reveló que, si bien “esa había sido la primera vez, después varios chicos me relataron hechos similares”. “Ahí me di cuenta que este tipo habría estado saliendo a la calle a buscar pibes. Y salía con otra persona y los levantaba delante de todos, se ve que no lo podía controlar, se sacaba”, puntualizó Aníbal Vega.

Pero tampoco esa fue la última vez que los chicos mencionaron a “un tipo pelado que sale en la tele”. En un principio, los investigadores del caso habrían creído que se referían a Julio Ramos –el fallecido director de Ámbito Financiero-, pero están comenzando a inclinarse por el animador televisivo.

“De Portal, específicamente, puedo recordar que un día los chicos estaban mirando el programa de él y, ese día, me cerró todo. Aparece el cura como invitado y Portal lo presenta enumerando todas las cosas que hacía y decía que era como una especie de santo. Después, presentaron un par de chicos que habían encontrado en la calle y el cura dijo: ‘Íbamos en la camioneta y los vimos’. En ese momento, los pibes se miraron, largaron una carcajada todos juntos y decían: “Ese es tu amigo, vos lo defendés” y que hablaban de “el pelado ese”, evocó Vega.

“Espero errarle, pero creo que en todo esto habría una alta complicidad de Portal. Estaría muy comprometido con el manejo de los chicos y los abusos y no solamente con el tema de los fondos. Hay que investigar a Portal, ¿por qué se juega todo por el cura?”, se pregunta Vega, uno de los principales testigos contra el sacerdote.

De Videla a Grassi

“Recuerdo bien mi primer encuentro con Portal porque, cuando lo vi, me congelé de miedo”, confesó a 24CON Enrique Stola, el psiquiatra que estuvo a cargo de las pericias de Ezequiel, Gabriel y Luis, en el juicio que se le sigue a Grassi por presunto abuso sexual. “Alrededor del año 78, fui a tomar un café a un bar en el centro. Yo estaba sentado tomando un café y entró Portal y se sentó en la mesa de al lado. En esa época yo atendía a pacientes que habían sido torturados, a familiares de desaparecidos y, así estaba resistiendo a la dictadura. Además, en Córdoba habían allanado mi casa, me estaban buscando. Entré en pánico porque si andaba con alguno de sus custodias, él que era vocero de la dictadura militar, con sólo pedirme el documento, entraba en situación de riesgo grave. Quedé tan paralizado de miedo que no me pude ir. Así que estuve escuchando las idioteces que decía este señor, que son las mismas idioteces que dice ahora”, recordó Stola.

Con ese recuerdo patente del terror, el especialista dijo: “Cuando yo veo que esta persona ataca a un hombre de la democracia como es Juan Pablo Gallego o ataca a honestos periodistas como Myriam Lewin, me produce mucha bronca. Y, más aún con las mentiras que dijo en el desalojo del Hogar de Chacarita. Todo lo que vivió desde entonces la jueza De Estrada, las mentiras, los agravios y las amenazas, nosotros lo estamos padeciendo hace ocho años por sostener a los chicos que denunciaron a Grassi”.

“Todo esto ha sido muy desgastante y, la verdad, que es muy desgastante escucharlo a Portal diciendo lo que dice, con su actitud patotera y sus mentiras. Es un personaje al cual no me quiero cruzar jamás. No tiene solidez en sus argumentos porque no tiene la mínima formación filosófica ni psicológica para hablar de valores, solamente puede hablar de un animalito o decir las idioteces que dice un machista”, lanzó el psiquiatra. “Se notaba que disfrutaba de esa fama que le daba ser vocero de Videla. Y es tan desagradable este vocero de los genocidas, de la cultura patriarcal y machista y, según las palabras del fiscal Varela, de quien sería pedófilo y abusador”, manifestó Stola. Por otro lado, consideró que el episodio de Chacarita “desnudó el ejercicio de poder que ejerce Portal en torno a la Fundación y, además, que a él los chicos no le interesan, porque sino, ¿cómo se explica que quiera mantener a los chicos juntos cuando había abusos entre ellos? Es muy perverso eso”.

Ante estas acusaciones, Portal asegura que todo es obra de un complot en contra de su “amigo del alma”. “Quieren quedarse con la Fundación”, argumenta con ínfulas de superhéroe comunitario y con fundamentos tan débiles e inverosímiles que recuerdan al Fernando Vidal Olmos de Ernesto Sabato y su paranoico “Informe sobre Ciegos”. Porque, como dice el refrán, “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

“Portal es tan psicópata y perverso como Grassi”

Enio Linares, una de las eminencias del peritaje criminalístico nacional y presidente de la Academia de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la República Argentina, analizó para 24CON la personalidad del conductor televisivo.

“El día en que obstruyó a la Justicia, evitando el desalojo de los chicos que padecían verdaderas aberraciones en el Hogar de Chacarita, Portal se mostró tal cual es: un psicópata. Ese hecho lo descontroló, lo desequilibró. Los psicópatas o antisociales no toleran la frustración cuando pierden “el hilo de la cosa”. Reaccionan con agresividad hacia al otro, con actitud sumamente infantil. Así se mostró más tarde en el programa de Mauro Viale; mirando a cámara, le habló a la jueza De Estrada: ‘Señora Jueza, usted va a tener 28 juicios políticos’, una amenaza que también demuestra que se siente superior a todos, incluso, a un juez. Una persona así no tiene límites”.

De hecho, “el psicópata no respeta las normas o leyes, engaña con la palabra y con su imagen corporal repetidamente con tal de conseguir provecho y placer”, detalló el forense. “Pero, cuando una situación lo desorganiza, hace tonterías infantiles que dejan perplejos a aquellos que lo creyeron antes un ser normal, común. Eso sucede porque ejerce sobre ellos una manipulación constante, a los que considera débiles, tontos y flojos”.

En ese sentido, “los psicópatas son muy mentirosos y no pueden dejar de tejer situaciones, por eso, una de las características, es que son hiperactivos física y mentalmente, cambian continuamente de actividades: ayer fue vocero de la dictadura, hoy conduce un programa de perritos y defiende al cura que sería pedófilo”, lanzó Linares, y destacó su “profundo machismo”.

Asimismo, “Portal presenta un narcisismo crónico, es sumamente egocéntrico”, dijo, y explicó “que un antisocial/psicó pata, como el conductor, muestra indiferencia, falta de remordimiento al causar daño, no se da ninguna explicación a sí mismo, no existen en él sentimientos de culpa ni empatía con los demás. Es la persona con todas conductas inestables, con conflictos permanentes en relación personal, siempre hostil, agresiva e inmadura; su juicio está fuera del principio de realidad, atiende sólo el principio de placer cuando destruye al otro, se siente perseguido, manipula, se burla de las personas y limita sus emociones, parece frío protegiendo su ansiedad persecutoria. Si alcanza poder, no delega. Es sumamente autoritario y despótico”.

-¿Cuál es la diferencia entre Grassi y Portal?

A Portal no le interesa el tema de los chicos, a él lo que en realidad le importa es que está perdiendo el ingreso de dinero. En cambio, Grassi nunca pudo acreditar en su adultez su instinto sexual, que es muy primitivo, simple, burdo. Entonces él nunca pudo controlarse las excitaciones internas y externas. A Portal le interesan los chicos en cuanto sean una cuota, es el bien de los chicos desde el uso, cuánto dinero le entraba.

-¿Cuál es la relación que se podría dar entre ellos?

Las conductas de los dos son iguales, se entienden y se justifican. En este momento, Portal se presenta como “el amo” de Grassi. Es la teoría dialéctica de Hegel sobre el amo y el esclavo. Pero esos roles siempre se intercambian. Portal ha establecido una pareja voluntaria con el cura.

-¿Cómo calificaría esa relación?

Los indicios que yo tengo es que acá se ha establecido una pareja en las relaciones. Por su parte, Portal se porta como la mamá que encubre o justifica el eventual abuso del padre hacia los hijos, argumentando que ellos fueron los que lo provocaron. Ese es el papel de Portal, que lo hace cómplice.

-¿Portal puede ser peligroso?

Los psicópatas son los que tienen mayor potencial delictivo. Suelen perpetrar estafas y cuando se les frustra algo son capacesde destruir lo que le molesta. Él se muestra como una persona graciosa para seducir al público. Tiene una personalidad criminal no como sinónimo de delito, sino como ofensor de la sociedad toda, por su afán provocarle daño al otro.

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