sábado, 3 de octubre de 2009

VENEZUELA Y LOS MEDIOS


Chávez y su relación con los medios venezolanos


La decisión del gobierno venezolano de revisar las licencias de gran cantidad de medios audiovisuales fue tomada por la prensa occidental como un ataque directo a la libertad de expresión. Sin embargo, nadie se tomó el trabajo de contar cómo se compone el mapa de medios venezolanos, cómo llegaron sus propietarios a poseer las licencias y qué uso hacen de ellas.

En Venezuela el 32 por ciento del espectro radioeléctrico pertenece a diecisiete familias. Es decir que han parcelado el espacio de la misma manera que la oligarquía argentina repartió los campos luego de la masacre perpetrada por Julio Roca contra los pueblos originarios de la Argentina, por lo que la libertad de expresión en el país caribeño es sólo formal ya que mal pueden expresarse quien no puede acceder a los micrófonos .

Es así que cuando llega al gobierno alguien como el comandante Chávez Frías, que cuestiona el esquema de propiedad de los medios, éstos le declaran una guerra sin cuartel, similar a la que el diario Clarín le declaró al gobierno de Cristina Fernández. La batalla en Venezuela está encabezada por el medio Globovisión, que llama abiertamente a deponer al Presidente.

Por su parte, el supuesto estado “totalitario” de Chávez apenas tiene la propiedad

del 9 por ciento de los medios audiovisuales. También hay 342 medios comunitarios de distintos signos ideológicos, por lo que la mayoría de ellos no responden al gobierno.

Pero quienes detentan la capacidad de producir los mensajes no son precisamente los medios alternativos. Los dueños de las plantas televisivas RCTV y Venevisión concentran el 85 por ciento de la inversión publicitaria y el 66 por ciento de la capacidad de transmisión. Como bien nos describe el periodista argentino Diego Ghersi, estas empresas dominan el 80 por ciento de la emisión de señales y casi el mismo porcentaje de los contenidos que se emiten y elaboran en Venezuela.

Dentro de este panorama de medios controlados por pocas familias, el grupo Cisneros es el que más se destaca por su poder y por su acumulación de medios, aunque la familia Zuloaga, dueña de Globovisión, es la que está más en boca de todos por su enconada e incesante ofensiva contra el gobierno. Todos estos medios tienen sus ramificaciones sobre los medios gráficos, por lo que tienen un pie en cada parte del negocio de la difusión de contenidos.

La secretaría que se encarga de la comunicación en Venezuela, la CONATEL, citó reiteradas veces a distintos medios para que expliquen cómo se compone la propiedad del medio que poseen, llamado desoído adrede por los citados. Cuando la autoridad tomó las represalias del caso, los penados tuvieron una buena oportunidad para victimizarse. Olvidando que las ondas por donde se emiten los medios audiovisuales no son propiedad privada en ningún país del mundo, sino que es el Estado quien tiene la potestad de concesionarlos y controlar que se cumplan las disposiciones vigentes.

Pese a los avances y retrocesos, que en América latina se comience a discutir sobre la concentración mediática y la baja calidad democrática que resulta de esto, es un gran avance que tenemos el deber de consolidar aunque nos cuesten duras ofensivas mediáticas.


Pablo Salcito

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