miércoles, 3 de marzo de 2010

PUERTO NUEVO


PUERTO MADERO II


La ciudad crece, pero en forma desigual. Una cosa es “el Norte”, otra diferente “el Centro” y “el Sur”. A cada barrio le toca una porción del presupuesto –o un mendrugo--, de acuerdo a su condición social.
Dentro de este esquema discriminatorio se elaboran los grandes y pequeños proyectos, como por ejemplo el planeado por el Gobierno de la Ciudad “Megaproyecto de remodelación del antigua Dársena Norte de Puerto Nuevo”, a continuación de Puerto Madero. Éste es un proyecto ejecutado por la Sociedad Central de Arquitectos, que prevé un futuro centro ultramoderno de Puerto, compuesto por áreas verdes, grandes centros comerciales, restaurantes de lujo, puentes elevados, edificios en arco, puentes peatonales, gran hotelería internacional, y conexiones de altura con el microcentro porteño, ¡toda una pinturita! Pero…, siempre hay un pero. Ocurre que los terrenos asignados a los puertos corresponden a la Nación (los administra el ONABE), y para que la Ciudad haga algo en ellos debe tener la autorización o la transferencia a su jurisdicción, algo difícil de pensar en este momento. Entonces, todo se reduce a una mera operación de propaganda con vistas a las elecciones futuras, ¡una porquería! Pero hay más, ocurre que en el centro de la ciudad, tirando al sur y al oeste, en el barrio de Balvanera, los vecinos vienen reclamando desde hace diez años un modesto proyecto de Parque de la Estación en los terrenos aledaños y en desuso del ex Ferrocarril Sarmiento; apenas 5 hectáreas, en contraste con las 60 hectáreas del proyecto “Dársena Norte” o “Puerto Madero II”. El proyecto Parque de la Estación, presentado por el Periódico Primera Página a la Legislatura el 19 de abril de 2000, fue tomado por el ex jefe de Gobierno Néstor Ibarra (antes del incidente Cromañon), luego desmantelado y olvidado por Jorge Telerman, aunque nunca hubo intención del gobierno nacional de ceder los terrenos a la Ciudad, por distintos negociados mantenidos por el ONABE, ¡otra porquería! Más allá de proyectos mediante vayamos al núcleo del problema, que es la discriminación entre ciudadanos de primera (en el barrio norte) y ciudadanos de tercera (en el barrio sur), algo que además de antipático es pasible de penalidad mediante el organismo que entiende en lo relacionado con la discriminación, racial, religiosa y también social. ¡Atención funcionarios del INADI! Nadie se opone al progreso de la Ciudad a nivel global pero ¡ojo!, que los proyectos sean parejos en todo su conjunto, no se pueden gastar millones en el sector más adinerado y retacear fondos en el más humilde y necesitado. Así las cosas. Mientras tanto, no se invierte en salud, educación y vivienda popular, los hospitales se encuentran carentes de insumos y las escuelas en condición lamentable. Discepolín diría
“¿que sapa Señor Macri?”


Consejo de Redacción

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