LA QUINTA DE SALINAS Y EL TEMPLO REGINA MARTYRUM
Cuando el español llega a estas tierras en 1492 lo hace como conquistador, introduciendo forzadamente su cultura, además de su religión, la católica.
La primera misa en estas tierras data del 1º de abril de 1520. Ocurrió en San Julián, en la costa patagónica, durante la expedición de Magallanes. La segunda celebración religiosa es de 1527,y se ofició en las costas santafesinas del Paraná, durante la efímera instauración por Sebastián Gaboto del fuerte de Sancti-Espíritu.
El primer oratorio permanente es construido por Pedro de Mendoza en 1536, en la desaparecida ciudad de Santa María de los Buenos Aires. En 1580 Juan de Garay, en la segunda fundación de la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, establece La Ermita de San Sebastián, en la zona del Retiro, hoy Plaza San Martín.
Puntualmente en el barrio de Balvanera el primer templo católico que existió fue el oratorio, erigido alrededor de 1774 en la Quinta de Salinas. La quinta ocupaba dos manzanas entre las calles De las Torres (hoy Rivadavia) y Victoria (hoy H. Yrigoyen), y desde Pasco hasta Sarandí (según los nombres actuales). Por ella pagó 1.500 pesos de entonces, Juan Manuel Salinas en 1784, con fondos de su acaudalada esposa María Serafina Verois.
En 1790 le solicita autorización al presbítero Juan José Yolis para convertir ese oratorio privadoen público, al tiempo que se compromete a costear un sacerdote para celebrar misa los domingos y días de fiesta, durante todo el tiempo que restare de su vida.
La capilla medía unos 25 metros de largo y formaba parte del caserón colonial. Poseía un amplio patio cuadrangular que servía de paso hacia la capilla desde el resto de los aposentos de la casa. La familia recibió de manos de Victoriana Cabrera de Medrano, madre del obispo, una imagen de Nuestra Señora de los Dolores. Esa imagen fue desde ese momento hasta nuestros días la regente del culto en el lugar.
Por entonces el oratorio carecía de salida directa a la calle, por lo que se veía obstaculizado en su funcionamiento público. Recién hacia 1805, ya viuda Serafina Verois, da cuenta de haber efectuado los arreglos para permitir el acceso al oratorio desde la calle Victoria, hasta entonces cerrada. Así es que comienza a funcionar para todo el público, aunque la autorización se había solicitado 15 años antes. Hasta el día de hoy el oratorio ocupa el mismo predio, sobre la actual calle Hipólito Yrigoyen al 2025.
Posteriormente esta quinta pasará al patrimonio de Francisco Antonio Escalada, (hermano del suegro de San Martín), como liquidación de cuentas contraídas por el extinto Salinas.
En 1836, mientras Mariano José de Escalada era obispo auxiliar, retornan a Buenos Aires los jesuitas, que habían sido expulsados por orden del Rey Carlos III en 1767. Monseñor Escalada ofrece para el noviciado al Superior jesuita Mariano Berdugo la finca heredada de su padre, y así es como los jesuitas se instalan en el lugar el 5 de agosto de 1837. A partir de ese hecho la capilla se designa como templo Regina Martyrum (Reina de los Mártires).
Nuevamente los jesuitas se encontrarán en problemas, esta vez durante el gobierno de Rosas, de modo que se retiran voluntariamente en 1848, para regresar en 1856, luego de la caída del caudillo.
Monseñor Escalada había iniciado la construcción de un nuevo edificio, pero la muerte lo sorprende en 1870, durante su asistencia al Concilio Vaticano I en Roma. Sus restos repatriados fueron depositados en la Capilla.
La obra continuará −con los fondos que Escalada había depositado en un banco− a cargo ya en 1882 del padre Saderra, dirigidas por el maestro mayor de Obra Guillermo Etchevertz. Se construyó el presbiterio y el crucero con la cúpula. Más tarde se habilitarán las naves laterales, que se inauguraron en 1888, fecha en que se entronizó una nueva imagen de la Virgen de los Dolores, y la original pasó a la sacristía.
En 1909 el templo tuvo otra vez sus reformas, al elevarse y transformarse la fachada, antes de estilo romántico, y al rebajarse el piso en más de un metro. Se le suprimieron las escalinatas, con lo cual ganó altura interior.
En Regina Martyrum tuvieron origen distintas asociaciones, entre ellas la Conferencia de Señoras de Vicente Paul, en 1890, la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores en 1908 y el Centro Ignacio de Loyola en 1923.
También surgieron a su amparo establecimientos educativos, como el Colegio Victoria, en la esquina de Victoria y Sarandí. Tuvo origen allí además la sección gratuita del Colegio Del Salvador, que más tarde pasó a funcionar en Riobamba y Lavalle. Asimismo, por el año 1910 nace en esta institución religiosa la primera Universidad Católica Argentina, impulsada por Monseñor Miguel de Andrea.Con la sanción de la Ley 1420 en 1884, la Iglesia había perdido la hegemonía y la casi exclusividad de la educación en el país, pese a lo cual su influencia continuaba, y más aun, se acrecentaría en 1958 con la nueva ley de universidades privadas implantada por Frondizi tras una feroz confrontación social por la enseñanza laica o libre.
Del Seminario Regina surgió un conjunto de religiosos que más tardeocuparon puestos de relevancia en la jerarquía eclesiástica, por ejemplo Agustín Piaggio, Santiago Luis Copello y Nicolás Fassolino. Este último era vecino del barrio, había nacido en Belgrano y Sarandí. Él recordaba que frente a la parroquia Regina había dos corralones, donde se reunía gente humilde a bailar tangos al compás del organito.
Finalmente en 1899 el seminario es trasladado a un nuevo edificio en Villa Devoto. En la actualidad esta iglesia recibe a los fieles de países vecinos como peruanos y bolivianos, y también a la inmensa colectividad china en la Argentina.Por otra parte atiende a adultos mayores que se encuentran en situación de calle, o en extrema pobreza, para cubrirles las necesidades elementales de alimentación.
De lo que fue la gran Quinta de Salinas hoy sólo perdura la Iglesia, que ocupa menos de un cuarto de manzana en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Sarandí. El resto –como es lógico– se fue subdividiendo en pequeñas parcelas, una de las cuales, sobre Rivadavia y Rincón, está ocupada hasta hoy por el Café de los Angelitos.
Miguel Eugenio Germino
http://www.acceder.gov.ar/es/879470
http://www.canalpatrimonio.com/as/noticias/?iddoc=50698
Ibañez Padilla, Alberto, “Una Reina en el Barrio Congreso”, Cuadernos de Buenos Aires, 1970.
LuquiLagleyze, Julio A., “Las iglesias en la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de Los Buenos Aires”, Cuadernos de Buenos Aires, 1981.
Periódico Primera Página, nº 18, abril de 1995.
Gracias Virgen Santa, Templo Milagroso, en El habitan Cristo Milagroso, la Virgen Maria Reina de los Martires Virgen de los Dolores y el Sagrado Corazon de Jesus, en imagenes bellisimas.
ResponderEliminarRoberto
Somos de la comunidad Regina y no sabíamos la historia! gracias por el artículo!!!
ResponderEliminarRomina y Victor
Qué maravilla!!! Muchísimas gracias por compartirlo. Vivimos en lo que era el predio de las madres salesas
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