Nació el 2 de julio de 1890 en Montevideo. Cantor, guitarrista, compositor, original letrista.
Desde muy joven actuó en Buenos Aires con los payadores Gabino Ezeiza y José Betinotti, al amparo de su facilidad para improvisar. En Montevideo conoció al famoso payador uruguayo Juan Pedro López, a quien animó –luego de oírlo cantar– a que viajara a estas orillas. Así lo hizo, y se presentaron juntos en exitosas veladas.
Conformó un famoso dúo con León Lara. Recorrieron todo el interior argentino. En 1916 se los contrató en Tucumán para amenizar las fiestas del centenario de la Independencia. Se presentaron también en Salto y Artigas (Uruguay), en Paraná, y en Santa Catalina, Río de Janeiro, San Pablo, Santos y gran parte de Mato Grosso. Siempre triunfantes, se embarcaron y actuaron en España y Portugal.
Después de más de ocho años de intenso trajinar en las giras, el dúo se disolvió y Brancatti comenzó a volcar su inquietud en los versos, donde ya perfilaba un estilo propio. Ocasionalmente además componía música.
En la inmensa mayoría, sus letras para tango fueron de corte campero, cargadas de enorme dramatismo y gran sugestión, como por ejemplo en Justicia criolla, En la vieja pulpería, Contramarca, o Echando mala. Dejó también versos de carácter delicado y de ambiente ciudadano como Alas caídas, Aquel Don Juan, Sangre bohemia, y Canción del olvido.
La entrada triunfal al tango se dio con Amigazo, que compuso en colaboración con Juan Manuel Velich, tema que ha llegado a ser antológico, con música de Juan de Dios Filiberto. Fue dado a conocer en 1924, en el primer concurso del sello Nacional realizado en el Cine Grand Splendid, con la orquesta de Roberto Firpo.
Respetado y querido por todos, se produjo su lamentable deceso el 4 de junio de 1980. Se iba una gran figura, casi en silencio, sin el homenaje que aún le debe la música popular.
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