PRIMERA PAGINA 202

EDITORIAL Nº 202 – Diciembre de 2011

Amanece, que no es poco, en una América Latina que rompió los lazos carnales con el mundo financiero del hemisferio norte, mientras oscurece en Europa y los Estados Unidos. Allí los efectos de la crisis capitalista cobran grandes proporciones, sólo comparables a la Gran Depresión de los años ‘30.

Amanece, que no es poco, en una América Latina liberada del ALCA, enterrado hace seis años en Mar del Plata, del FMI y del Banco Mundial, organismos financieros opresores cuyo fin es el coloniaje económico y político.

Amanece en América Latina y anochece en Europa y los Estados Unidos, donde las grandes capitales se ven pobladas por miles de máscaras de Guy Fawkes, en una risueña caricatura utilizada por los “indignados” para popularizar su protesta contra “el sistema” que los ahoga.

Se trata de la Crisis Global del llamado Primer Mundo… un primer mundo pálido, deshilachado, que hace agua por los cuatro costados y que sólo vislumbra la fácil solución de salvar al mundo financiero a costa de sus pueblos, a los que les aplica “el ajuste” más despiadado que se haya conocido.

La indignación cunde, y a esa crisis global le oponen una resistencia global, la protesta generalizada, la ira, que nació en España como “El 15 M”.

Pero ¿quién fue Guy Fawkes? Se trata de un personaje histórico (13 de abril de 1570, York - 31 de enero de 1606, Londres) que en el año 1605, junto a otros 12 conspiradores intentaron dinamitar el Parlamento inglés y asesinar al rey, en una acción que se llamó “la conspiración de la pólvora”.

La conjura fracasó, Guy Fawkes fue apresado, torturado y finalmente ahorcado, pero no delató a sus cómplices. Para evitar su agonía, Fawkes saltó del patíbulo para romperse el cuello. Su cuerpo sin vida fue descuartizado y, como era costumbre, las partes repartidas por las cuatro esquinas del reino como advertencia.

Desde entonces en Inglaterra se rememora aquel fracasado incendio como la Noche de Guy Fawkes o la Noche de las hogueras (Bonfire Night).

El diseño de la máscara procede del libro de tiras cómicas utilizado para la película de acción, aventura y drama V de Venganza, de Mc Teique.

Hoy, a 400 años de aquel acontecimiento, vuelve a la vida aquel rostro, aunque con un matiz burlesco –tal vez como la venganza del ahorcado–, usado primero por los Hackers de Anonynous y luego por los indignados del hemisferio norte, para exteriorizar su ira. Y no es para menos, en los Estados Unidos hay entre 14 y 20 millones de desocupados. Según distintas fuentes, en la nación de la Estatua de la Libertad el 1% de la población más rica gana un monto total superior a los ingresos del 50% de la población de menores recursos; “equidad”, que le dicen.

Además esta potencia hegemoniza la economía del mundo desde el FMI y el Banco Mundial, y lo domina militarmente desde la OTAN, creada en 1948 so pretexto de la amenaza soviética. Parece que aunque hoy desaparecida la URSS, continúa amenazando al planeta.

Cualquier país que pueda resultar “peligroso” a los intereses del “Gendarme del Mundo” se ve expuesto a “bombardeos preventivos” para resguardar las libertades y la democracia. ¡Vaya manera de entender la democracia y la libertad!

Decía sin tapujos Barack Obama, tras el asesinato de Gaddafi: “Nuestro liderazgo en la OTAN ha contribuido a guiar nuestra coalición. Sin desplegar un solo militar estadounidense sobre el terreno, hemos logrado nuestros objetivos”.

Por su parte, es valerosa la posición independiente y antiimperialista de los gobiernos latinoamericanos, que enfrentan el chantaje económico y militar de aquella potencia y sus secuaces europeos que están empobreciendo a sus pueblos. Tal el caso de Grecia (convertida en una factoría) e Italia, que sigue el mismo camino, y como ocurrió en la Argentina durante el menemato, el delarruísmo y el duhaldeato.

Y hoy, mal que les pese a Clarín y Cía. S.A. y a sus “bandas informativas seguidoras”, que difunden rumores catastróficos rayanos en “traición a la patria”, Argentina no retrocede. América no retrocede, tienen instrumentos para “el aguante”, desde el MERCOSUR, desde la UNASUR, desde el Banco del Sur, y desde la CELAC que acaba de emerger.

Es posible porque en Latinoamérica “amanece, que no es poco”.

Hasta la Próxima