AIDA BORTNIK

Pequeño tributo a la “pluma” de Aída Bortnik

Nació el 7 de enero de 1938, periodista en las revistas “7 días”, “Primera Plana” y en el diario “La Opinión”, comprometida con la realidad social y política en los años ’70.

Como guionista en 1971 fue para televisión, junto al actor Sergio Renán, “La tregua” basada en una obra de Mario Benedetti (uruguayo). Llevado al cine fue nominada a un premio Oscar en 1975. Ese mismo año dedicó su guión para el cine “Una mujer” con Cipe Lincovsky (excelente actriz). Creó junto a otros dramaturgos, directores, actores, el Teatro Abierto, al regreso de su exilio en España.

En 1985 “La historia oficial” (cine) junto a Luis Puenzo (director) con Norma Aleandro, Héctor Alterio, fue éxito internacional y argentino, ya que tuvo un Oscar a la Mejor Película Extrajera y a la labor femenina para Norma Aleandro en el Festival de Cannes 1986, donde Aída recibió premio al Guión. Ese mismo año trabajó junto al director Raúl de la Torre para el cine: “Pobre mariposa” con Graciela Borges, Víctor Laplace, Cipe Lincovsky y Pepe Soriano.

En 1969 creó para cine: “Gringo viejo” dirigida por Luis Puenzo, con Jane Fonda y Gregory Peck.

Otros guiones suyos en cine: “Crecer de golpe”, “Volver”, “Tango feroz”, “Caballos salvajes”, “Cenizas del paraíso”.

Aída Bornik fue designada Miembro Permanente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, que entrega los Oscar.

Falleció el 28 de abril de 2013.

Afirmó Campanella: “Fue una de mis maestras de vida”, sintetizando el sentimiento que genera la pérdida de una de las voces fundamentales de los 70-80.

“Partió” a los 75 años, pero se va a quedar en la memoria colectiva, ya que desplegó su talento en cine y televisión.

Aída Bornik siempre será un referente cultural con sus historias y circunstancias que dejó inolvidable huella.

Reflexiva y brillante. Su escritura fue como una lámpara que iluminó su exitoso sendero. En el mundo mágico de contar cuentos, pintar vivencias y convivencias, sentimientos, dibujando situaciones límites y también esperanzadoras con sus profundos diálogos. Logros que dignificaron su existencia.

Natan Blum