martes, 4 de marzo de 2014

RAMON CARRILLO




EL 7 DE MARZO DE 1906
NACÍA RAMÓN CARRILLO
“Padre del sanitarismo moderno”



“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedades, son unas pobres causas”.
 Ramón Carrillo


De estudiante ejemplar a médico trascendental

Como ministro de Salud de las dos primeras presidencias de Perón, logrará ejecutar gran parte de sus ideales higienistas y sanitaristas de carácter preventivo en la salud pública. Y los llevará a los más remotos rincones del país cuando la salud era accesible solo para los sectores acomodados de la sociedad.
Realizará profundas investigaciones sobre las enfermedades del cerebro y dejará escritas miles de páginas científicas como neurocirujano, neurobiólogo y médico sanitarista, estudios que aún hoy conservan vigencia.


EL HIGIENISMO Y SANITARISMO EN EL PAÍS

El higienismo o sanitarismo no es una especialidad médica en sí, sino una visión social de la medicina cuyo objetivo principal es aplicar programas preventivos destinados a cubrir a la totalidad de la población de los lugares alejados del mapa, y en especial de los más carenciados de la sociedad.
Decía el Dr. Carrillo: “Solo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo”.
Y efectivamente, desde el Departamento Nacional de Higiene se llegó a cubrir a sectores de los lugares más inaccesibles del territorio nacional, los que hasta entonces sólo eran un número en las estadísticas.
El paludismo y otras afecciones endémicas fueron atacados a fondo en aquellas zonas donde proliferaban el mosquito y las vinchucas. De esta forma se confirmó la presunción de que supuestas verdades científicas no se dan necesariamente de igual manera en todo el planeta, sino que pueden transportarse y variar en su agresividad según las zonas en que incuban. 

Fundación Ramón Carrillo de French 3036


ÉPOCA DE CAMBIOS

En la cima de su carrera, a Ramón Carrillo le tocó transitar una época de profundos cambios, momentos en los que irrumpían en el país con su participación grandes grupos humanos, que obtenían una mayor participación en el reparto de los bienes producidos, a partir de los años 1946.
En 1945, cuando Carrillo dirigía el Instituto Nacional de Neurología, que él mismo había fundado, conoce a Juan Domingo Perón, quién le ofrece la Secretaría de Salud Pública, a la que elevará al rango de Ministerio; además se convierte en el médico personal del futuro presidente.
Desde aquel lugar desarrolla una inmensa actividad llevando el goce de los planes de salud a números conjuntos de personas hasta entonces marginados de la misma, instrumentando planes de atención preventiva, como soñaba en la teoría, cimentándola en tres pilares:
1º) Todos los hombres tienen igual derecho a la vida y a la salud.
2º) No puede haber política sanitaria sin política social.
3º) De nada sirven las conquistas de la técnica médica si esta no puede llegar al pueblo por medios de dispositivos adecuados.
Como primera tarea realiza un estudio integral de los problemas de la salud en el país, dando lugar al conocido “Plan analítico de Salud Pública”, un compendio de más de 4.000 páginas en las que se explican las acciones que deben desarrollarse a través de la salud pública.
Llevará la vacunación antivariólica y antidiftérica a sitios apartados. Consigue erradicar como causa de muerte a las enfermedades venéreas, entre ellas la sífilis; reduce radicalmente la tuberculosis y contribuye al descenso de la mortalidad infantil del 90 por mil al 60 por mil.
En ocho años se construirán 4.229 establecimientos sanitarios a lo largo y ancho del país y se pone al alcance de todos cien mono-drogas fundamentales en forma gratuita. El acceso igualitario a la salud estaba en camino de ser una realidad.

SU INFANCIA Y ADOLESCENCIA

Ramón Carrillo había nacido en Santiago del Estero el 7 de marzo de 1906, en el seno de una familia numerosa compuesta por María Salomé Gómez Carrillo y Ramón Carrillo, él fue el mayor de once hermanos.
Cursó sus estudios primarios en la Escuela Manuel Belgrano. Rindió libre 5º y 6º grados y obtuvo el título de bachiller con medalla de oro.
Aún mientras cursaba el secundario escribió una temprana obra literaria en la que ya dejaba traslucir su interés por los temas sociales.
De jovencito recorría los “fogones” de su provincia, según Jauretche: Los estaños en las ciudades, donde escuchaba las leyendas de los peones y trabajadores golondrinas, las que motivarán en parte su actuación futura en el campo de la salud pública.
En 1924, con apenas 17 años viajó a Buenos Aires para convertirse en uno de los alumnos más jóvenes de la Facultad de Medicina, y donde obtuvo por concurso en 1927 el cargo de practicante externo en el viejo Hospital de Cínicas. Allí traba relaciones con el importante neurocirujano Manuel Balado, con el que publicará diferentes trabajos científicos. Se recibió de médico a los 22 años, en un momento social delicadísimo para el país y cuando el mundo entraba en la gran depresión.
Placa en la casa que habitó en Brasil


SU CARRERA MÉDICA CIENTÍFICA

En 1930, tras haber ganado una beca de la Universidad de Buenos Aires, viaja a Europa, donde realiza tres años de perfeccionamiento en Francia, Holanda y Alemania. Hacia 1933 regresa a la Argentina para continuar con su trabajo.
 Su contribución a los ámbitos científicos y sociales fue permanente durante toda su vida, esto incluyó el reconocimiento y utilización de sus innovadoras técnicas de diagnóstico neurológico, consideradas como precursoras de la actual tomografía computada. Asimismo fue el descubridor de la enfermedad que lleva su nombre y que se conoce con el término médico de papilitis aguda epidérmica.
Abocado al estudio constante en el campo neurológico, investigó las enfermedades que afectan alcerebro, que lo llevaron a formular una clasificación de las mismas que aún hoy continúan utilizándose. Realizó experimentos relacionados con el trasplante cerebral en pruebas realizadas entre conejos vivos, las que resultaron exitosas.
Sin embargo, uno de los méritos mayores de su carrera fue el desarrollo de la medicina social, también denominado sanitarismo, la cual pudo concretar desde su posición como ministro de Salud.
Entre 1933 y 1936 prosiguió sus investigaciones en el laboratorio de Neuropatología del Instituto de Clínica Quirúrgica, también se hizo cargo del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Militar Central, en el que comprueba los altos porcentuales de afecciones físicas de los aspirantes al servicio militar, especialmente de los provenientes de las provincias más pobres y alejadas.

SU RETIRO

Hacia 1954, con la consagración de Teisaire como vicepresidente de la Nación, surgen desinteligencias, que se agregan a su ya quebrantada salud. Renuncia entonces al Ministerio y se embarca a Nueva York, donde brindará una serie de conferencias en la Universidad de Harvard.
Allí se somete a un intenso tratamiento de su afección del Mal de Chagas que padecía, logrando algunas mejoras.
Derrocado Perón en 1955 se convierte en exiliado político, debiendo emplearse en una empresa norteamericana radicada en Brasil, a 150 km de Belem Do Pará, donde sufre un accidente cerebro-vascular y muere el 20 de diciembre de 1956, a los 50 años de edad.
Su esposa y sus hijos quisieron cumplir con la última voluntad de Carrillo, ser enterrado en su Santiago del Estero natal. Sin embargo esto se demoraría por 16 años debido a que la dictadura de Aramburu y Rojas se opuso a su repatriación por "razones políticas". Efectivamente, recién en diciembre de 1972 el ataúd con los restos del doctor Carrillo fue traído al país. En Aeroparque se presentaron a rendirle homenaje familiares, dirigentes obreros y viejos peronistas, civiles y militares, siendo el más eufórico de ellos don Arturo Jauretche. Finalmente, el 20 de diciembre de 1972 se cumpliría la última voluntad del gran sanitarista argentino.
“... No tengo odios y he juzgado y tratado a los hombres siempre por su lado bueno, buscando el rincón que en cada uno de nosotros alberga el soplo divino.
La naturaleza humana no es buena ni mala; es neutra y está condicionada al grupo, al desarrollo mental, a las circunstancias, al medio y a las oportunidades.  La alegría es el goce más barato... Y sin embargo ¡cuánto poder!  Mientras los médicos sigamos viendo enfermedades y olvidemos al enfermo como una unidad biológica, psicológica y social, seremos simples zapateros remendones de la personalidad humana”.

 Miguel Eugenio Germino


Fuentes
-http://my.opera.com/jorgemiana/blog/show.dml/2896
-http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/Ramon_Carrillo_- _Primer_Ministro_de_Salud_Publica.html
-http://www.pensamientonacional.com.ar/contenedor.php?idpg=/vergarabertiche/0029_ramon_carrillo_homenaje_a_106.html
















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