sábado, 2 de agosto de 2014

PRIMERA PÁGINA: EDITORIAL Nº 231



EDITORIAL AL Nº 231 AGOSTO 2014





En la clásica película de 1963 Los Pájaros, de Alfred Hitchcock (sobre el libro de Daphne du Maurier), el maestro del suspenso y el terror refleja la incomprensible actitud de una bandada de gaviotas que, sin motivo aparente, se lanzan sobre una comunidad, al parecer organizados en contra de los humanos. El relato se desarrolla en la ciudad natal de Daphne du Maurier, Cornwall, poco después de la Segunda Guerra Mundial y estaría expresando los temores a los ataques aéreos alemanes en la zona.

La inesperada actitud de estas aves produce, además de espanto, choques e incendios, en un clima generalizado de pánico. Tal vez ni la autora ni el director previeron que las inofensivas aves, que solo cazan para su alimento, fueran capaces de desencadenar un premeditado accionar que produjera semejante desbande humano.

Y viene a cuento de esta ficción en la que se les endilga a las aves actitudes solo comparables con la mentalidad enfermiza del ser humano, como animales protagonistas de inequidades fuera de su índole de vida y comportamiento, la comparación con los buitres.

¿Serán entonces “los buitres” los próximos “malos de las películas”?

Los buitres son aves rapaces del orden Falconiformes, de la familia Cathartidae, o de las Accipitridae. Suelen alimentarse únicamente de animales muertos, aunque a falta de estos, son capaces de tomar presas vivas. Los buitres se encuentran distribuidos por todos los continentes, excepto la Antártida y Oceanía.

Se caracterizan por tener el cogote pelado, desprovisto de plumaje. Con seguridad ello se debe a que si tuvieran plumas se ensuciarían con sangre y otros fluidos al comer y les resultaría difícil mantenerse limpios. Carecen de garras poderosas, las que tienen son cortas y romas, más adaptadas para andar que para matar. Todos están preparados para volar a gran altura. Entre los buitres del Nuevo Mundo figuran los cóndores, que son las mayores aves voladoras que habitan las altas cumbres.

¿Por qué entonces estos animales tienen que ser comparables a un sector humano que por sus posturas económicas dejan muy mal parada a su especie?

Así las cosas, y así aparece este sub grupo humanoide que aunque no tenga el cuello pelado, es capaz de intentar apropiarse de manera ilegítima de almas y dineros ajenos, de sectores o países “caídos en desgracia”, justamente porque otros humanoides se lo permitieron con sus actitudes indignas y desprovistas del mínimo patriotismo.

No es el comportamiento de los animales comparable con el de los hombres que sí son capaces de atentar contra su propia especie. No le bastó a esta especie “hombre” envenenar la tierra con transgénicos y agroquímicos, arrojar dos bombas atómicas sobre Japón y contaminar el planeta con elementos tóxicos, que hoy intentan despojar a los países más humildes de sus riquezas naturales.

Los llamados “bonos basura” existen porque antes hubo individuos a los que poco les importó su país ni el destino de su gente. No vale la pena nombrarlos, todos los conocen: son precisamente muchos de los que hoy dicen tener las futuras soluciones económicas para el país que ellos ayudaron a destruir. ¡Que Dios los perdone!, porque los argentinos patriotas y de buena leche no los perdonarán jamás.

Se equivocaron Hitchcock y Daphne du Maurier al poner en el pico de sus aves las desbastaciones solo pensadas por mentes humanas, mas allá claro está de la ficción de aquel film.

 El tema de los hold outs , (Fondos Buitres) no es responsabilidad solo del Juez Griesa, es parte de todo un sistema judicial, dependiente de un régimen capitalista que continúa degradándose, pero  tornándose más agresivo y peligroso.

Mientras tanto, mirando hacia otras latitudes, Argentina y América son iluminadas por un nuevo faro de luz que emerge en el mundo: a la izquierda del FMI, el BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), y los presidentes de Rusia y China, Putín y Xi Jinping visitando el país y firmando jugosos convenios, con China puntualmente por 8 mil millones de dólares de inversión. ¡Qué tal!



Hasta la Próxima  






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