martes, 6 de enero de 2015

CARLOS ROTTEMBERG



 40 años de vivir entre butacas  





Su pasión por el espectáculo se inició precozmente. El barrio de Balvanera fue clave, siendo muy joven frecuentaba el Cine Cosmos 70 (sobre Av. Corrientes), la Librería del Estudiante (Bartolomé Mitre y Junín), el Cine Majestic y el Cine-Teatro Alfil (ex Teatro Buenos Aires, sobre Av. Corrientes). Relacionado y comunicado con “la gente del cine” de las distribuidoras de la calle Lavalle en su época pujante.
La iniciación, el hallazgo, lo tuvo en el Teatro Ateneo (Paraguay y Suipacha), sin conocer mucho sobre el teatro, ya que su placer por el cine era lo máximo. Al teatro asistía solo como espectador.
El 1º de julio de 1974 entró en dicha sala y “se quedó para siempre”. Desde entonces comprendió que el teatro era para contar cosas de la vida y reflejarnos, era una actividad sin red para el actor. Entró en ese “mundo soñado”. Miles y miles de espectadores fueron armando su historia, fue creciendo y evolucionando.
También incursionó como productor televisivo.
Las obras que iría presentando Carlos Rottemberg con la selección de los más talentosos actores y actrices, directores, autores, guionistas, etc., constituyen una numeración muy alta en una galería de éxitos artísticos y empresariales en sus teatros de Buenos Aires y Mar del Plata.
También supo ser vehículo de inquietudes solidarias, ya que cierta temporada en Mar del Plata, en el Teatro Auditorium, agotó las localidades, que sólo valían un peso y fueron a total beneficio del Hospital Materno Infantil.

Reflexiones de un creador con energía
40 años comprendiendo “las dos carátulas” que identifican la expresión genuina y su vínculo con el teatro. El espectáculo en cualquiera de sus ramas debe llegar a la mayoría de espectadores posibles, sin avergonzarse por el éxito. Porque el éxito ayuda a autoestimarse; el éxito solventa fracasos; al éxito hay que quererlo, buscarlo, perseguirlo; el éxito no es malo y sobre todo, no creérselo. Mi modo conciliador, mi manera enérgica, la atenuo.

Carlos Rottemberg, con doble “t” de teatro, es el que trata de comprender los códigos, descifra, investiga las vivencias cotidianas, humanas, intelectuales, destaca su respeto por la cultura interpretativa, que trató de instalar en las carteleras de la avenida Corrientes.

Una fiesta para quien organizó en el “Espacio Corrientes-Obelisco”, una zona festiva para disfrutar del teatro
El 1º de diciembre de 2014 se festejaron los 40 años en el mundo del espectáculo de Carlos Rottemberg, donde se presentó el libro “Vivir entre butacas”, que trata sobre las 4 décadas mencionadas.
A cada personaje lo recibió personalmente en el Teatro Metropolitan. En la lista de 700 figuras estaban: Pepe Soriano, Zulma Faiad, Arturo Puig, Carmen Barbieri, Carlos Calvo, Guillermo Francella, Moria Casán, Alejandro Fantino, Selva Alemán, Guido Gorgati, Adrián Suar, Mirtha Legrand, Nacha Guevara, Mercedes Carreras, Daniel Scioli, Carlos Ulanovsky, Gabriel “Puma” Goity, Cipe Lincovsky, Roberto Cossa, Graciela Dufau, Pacho O’Donnell; y no podían faltar sus padres, Juanita y Miguel Rottemberg, que emocionaron contando sus primeros pasos y anécdotas. Esa noche dieron una primicia: desde el 7 de enero próximo, en el Teatro Tabaris, Sala 2, con entrada libre, presentará “Canción de cine”. Porque como dice Carlos: “Primero persona, después empresario”.

                                                                                                  Natan Blum





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