jueves, 2 de abril de 2015

EL FRACASO DE LA INVASIÓN YANKY A BAHIA DE LOS COCHINOS (CUBA)



20 DE ABRIL DE 1961

EL FRACASO DE LA INVASIÓN     NORTEAMERICANA A PLAYA GIRÓN



Un día como éste, pero de hace 54 años, fue derrotada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, la llamada Invasión de Bahía de Cochinos, o de Playa Girón. En dicha operación militar, cubanos irregulares exiliados en Miami (Florida), entrenados, financiados y dirigidos por la CIA de los Estados Unidos, intentaron invadir Cuba con el propósito de terminar con la naciente “revolución” y formar un gobierno títere. Buscaron el apoyo de la OEA, organismo entonces controlado totalmente por los Estados Unidos, además del reconocimiento de la comunidad internacional.

Durante la época de la llamada Guerra Fría, los Estados Unidos consideraron a la Revolución Cubana una amenaza para sus intereses, tanto por tener tan próximo a sus costas a un aliado de la Unión Soviética, como por la posibilidad de que Cuba prestara apoyo a otras revoluciones en Latinoamérica, cuando se gestaban movimientos por cambiar la sumisión en que se encontraba la región, como patio trasero del Imperio.

TABQUE SIVIETICO T 34 QUE COMBATIÓ EN GIRÓN

El plan de agresión había comenzado un año atrás, cuando el 17 de marzo de 1960 el presidente Dwight David Eisenhower ordenó a la CIA organizar una unidad paramilitar compuesta por exiliados cubanos, coordinando a la vez acciones de inteligencia con grupos anticastristas dentro de Cuba, a fin de facilitar el ataque.
La acción se llevaría a cabo durante la gestión del recién electo presidente John Fitzgerald Kennedy, que tras sucesivas reuniones con la CIA y con el Alto Estado Mayor combinado, llega a pensar que "hay posibilidades muy serias" de alcanzar la victoria, aunque insiste en que no habrá, en ningún caso, participación abierta de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Esta participación solo será un último recurso, ya que podría conducir a la peor derrota de su carrera política, colocándolo a su vez en una delicada posición ante Moscú y ante toda la opinión pública mundial.
El 15 de abril de 1961 se inicia la maniobra, la llamaron Operación Pluto. Las naves partieron desde Puerto Cabezas (actual Bilwi) en Nicaragua (los EE.UU. no se atrevieron a utilizar su propio territorio). Los buques transportaban un contingente compuesto por 1.500 hombres. Antes de la partida, ocho aviones B 26 camuflados con la bandera cubana en el fuselaje, bombardearon los aeropuertos militares de la isla Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y el aeródromo Antonio Maceo de Santiago de Cuba. Pero uno de los aviones fue directamente hacia Estados Unidos desde Nicaragua, y llegado a la base aeronaval de Cayo Hueso su piloto, el Capitán Mario Zúñiga, se declaró desertor de la Fuerza Aérea cubana, y afirmó que él y otros pilotos eran miembros de un grupo militar cuyo objetivo había sido derrocar al gobierno de Castro, y que eran ellos los autores del ataque a los aeropuertos.


LA RENDICIÓN DE "LOS GUSANOS"


Bahía de Cochinos 1961

En palabras de Eduardo Galeano: A contraviento, a contramuerte, siempre de ida, nunca de vuelta, la revolución cubana continúa escandalosamente viva a no más de ocho minutos de vuelo de Miami.
Para acabar con la insolencia, la CIA lanza una invasión desde Estados Unidos, Guatemala y Nicaragua. Somoza II despide en el muelle a los expedicionarios. El Ejército Cubano de Liberación, que la CIA ha fabricado y puesto en funcionamiento, está formado por militares y policías de la dictadura de Batista y por los desalojados herederos de las plantaciones de azúcar, los bancos, los diarios, los garitos, los burdeles y los partidos políticos.
¡Tráiganme un par de pelos de la barba de Castro! les encarga Somoza.
Aviones de los Estados Unidos entran en el cielo de Cuba. Están camuflados. Llevan pintada la estrella de la Fuerza Aérea Cubana. Los aviones ametrallan, volando bajo, al pueblo que los saluda, y descargan bombas sobre las ciudades. Tras el bombardeo, que prepara el terreno, los invasores desembarcan en los pantanos de la Bahía de Cochinos. Mientras tanto, el presidente Kennedy juega al golf en Virginia.


FIDEL DIRIGIENDO LAS OPERACIONES

Kennedy ha dado la orden, pero había sido Eisenhower quien había puesto en marcha el plan de invasión. Eisenhower había dado su visto bueno a la invasión a Cuba en el mismo escritorio donde antes había aprobado la invasión de Guatemala. El jefe de la CIA, Allen Dulles, le aseguró que acabaría con Fidel Castro como había acabado con Arbenz. Sería cosa de un par de semanas, día más, día menos, y el mismo equipo de la CIA se haría cargo del asunto: los mismos hombres, desde las mismas bases. El desembarco de los libertadores desencadenaría la insurrección popular en la isla sometida a la tiranía roja. Los espías norteamericanos sabían que el pueblo de Cuba, harto de hacer colas, no esperaba más que la señal de alzarse.”
Tal vez éste haya sido el momento más álgido para la primera rebelión socialista en las Américas. Sin dudas, marcaría un antes y un después en la radicalización del proceso revolucionario, que a partir de allí fue avanzando en la creación de un Estado de nuevo tipo y un hombre nuevo, alejado del mercantilismo y el egoísmo conocido hasta entonces en las sociedades latinoamericanas.
El 16 de abril el líder de la revolución, Fidel Castro, dirigió una vibrante alocución a una multitud dispuesta a sacrificar la vida en defensa de la independencia ganada tras una larga lucha en la histórica Sierra Maestra.


PLAYA GIRÓN HOY

Llamó al ejército, a las Milicias Nacionales Revolucionarias y al pueblo en su totalidad a defender la Patria ante la inminencia del ataque. El Departamento de Seguridad de Cuba encarceló a un gran número de potenciales opositores contrarrevolucionarios, captados por los invasores. Así se neutralizaron numerosos contactos internos de la contrarrevolución, en particular en La Habana.
Por fin, en la madrugada del 17 de abril desembarcaron en Playa Girón y Playa Larga 1.200 miembros de la Brigada 2506, escoltados por buques. Con escasa resistencia, poco después los paracaidistas fueron transportados tierra adentro para ampliar la zona invadida y controlar el acceso al lugar. Para esas primeras horas los aviones de la fuerza aérea cubana derribaron siete aviones B-26 y pusieron fuera de combate a los buques Houston y Río Escondido, cerca de Playa Larga, con la consiguiente pérdida del armamento que transportaban los agresores.
El 19 de abril las fuerzas asaltantes fueron cercadas, y se rindieron en las primeras horas de la mañana. Fidel Castro se trasladó a la zona del conflicto y participó en las últimas acciones, presionando fuertemente para acelerar la ofensiva y evitar que EE.UU. reconociera al "gobierno provisional" que allí se intentaba establecer.
El ejército y el pueblo cubano enfrentaron la agresión imperialista y la operación terminó con una derrota total de los miembros de la Brigada 2506. En 72 horas murieron 400 atacantes mientras que los restantes se rindieron. Fue así que Cuba mantuvo su independencia, ante el empeño norteamericano de desconocer su soberanía.
El escándalo era inevitable; en todos los países se alzaban voces en contra de la acción, a su vez las protestas internacionales llegaban a Estados Unidos por vía diplomática y mediante los medios de comunicación.
Al día siguiente Kennedy ordena que las fuerzas navales y aéreas estadounidenses rescaten a la mayor cantidad posible de anticastristas. Aunque muy afectado por el fracaso, el presidente logra guardar la compostura exterior ante el público y la prensa, si bien con sus más íntimos colaboradores se muestra hundido y responsable, no solo por el fracaso, sino también por las vidas que se habían perdido.
En el retrato de Galeano, el fin de aquella aventura significó: “En tres días acaba Cuba con los invasores. Entre los muertos, hay cuatro pilotos norteamericanos. Los siete buques, escoltados por la Marina de Guerra de los Estados Unidos, huyen o se hunden en la bahía de los Cochinos.
El presidente Kennedy asume la total responsabilidad por este fiasco de la CIA.
La CIA creyó, como siempre, en los informes de sus pícaros espías locales, que cobran por decir lo que gusta escuchar; y, como siempre, confundió la geografía con un mapa militar ajeno a la gente y a la historia. Las ciénagas que la CIA eligió para el desembarco habían sido el lugar más miserable de toda Cuba, un reino de cocodrilos y mosquitos, hasta que la revolución llegó. Entonces el entusiasmo humano transformó estos lodazales, fundando en ellos escuelas, hospitales y caminos. La gente de aquí fue la primera en poner el pecho a las balas, contra los invasores que venían a salvarla.”
Asumida la derrota y frustrada en sus intentos neocolonialistas, la administración Kennedy optó por imponer el bloqueo a la isla caribeña, acto de fuerza sostenido por más de medio siglo, a pesar de la desaprobación de la comunidad internacional.

Sin embargo, la revolución cubana se mantiene más firme que nunca, y muestra enormes progresos sociales, médicos y científicos, al punto de enviar sus profesionales de la salud a combatir enfermedades en diversas partes del mundo, como en el actual caso de la epidemia del ébola, la peste negra, o la gripe española, en el continente africano.


 Miguel Eugenio Germino


Fuentes:
http://www.pgr.gob.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=1391:20-de
 -%20%20%20efemerides&Itemid=28
http://marting.stormpages.com/cochinos.htm
Eduardo Galeano, Memorias del Fuego III, Catálogos, 2004.
http://www.cubadefensa.cu/?q=playa-giron
http://www.lajiribilla.cu/temas/victoria-de-playa-giron







               

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