Antonio Sassone,
artista plástico de Almagro
Virtuosismo en su máxima
expresión
Sin
duda, Antonio Sassone fue un descollante
artista plástico que iluminó nuestra escena cultural: escultor, pintor y
muralista, a lo cual debe añadirse su labor como poeta y docente de asignaturas
artísticas.
Nació
el 19 de diciembre de 1906 en Amendolara, una ciudad de la provincia de
Cosenza, Italia. Llegó a Argentina en 1923 cuando sólo contaba con 17 años. Se
formó en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, de la cual
se graduó con Medalla de Oro en 1935 y en la que tuvo como maestros a Alfredo
Guido, Ernesto Soto Avendaño –autor
del colosal Monumento a la Independencia erigido en Humahuaca– y Enrique Prins.
En
1932 el dramaturgo y letrista de tango José González Castillo fundó la Peña
Pacha Camac –una agrupación con sede en
Boedo que reunía a renombradas personalidades– y convocó a Sassone para que creara en el
lugar la cátedra de Dibujo. Allí, entre sus alumnos –que luego serían destacados artistas– se encontraban Sepuccio Tidone y Luis
Dottori. En la peña compartió experiencias inolvidables con colegas de la talla
de Eolo Pons, Vicente Roselli, Francisco Reyes y Stephan Erzia.
Durante
un tiempo, Sassone vivió en Almagro,
en Boedo 311. En 1942 proyectó y construyó
su taller-estudio en Flores, en Lautaro
1623 –gracias al dinero del Primer
Premio Nacional obtenido en 1941 por su obra El Belenista–,
en el cual iba a trabajar hasta sus últimos días.
A
lo largo de su trayectoria, el artista cosechó todos los premios nacionales, provinciales y municipales
de Argentina. Entre las distinciones pueden mencionarse: Gran Premio Nacional
por Venus Serrana (1954 - Museo
Nacional de Bellas Artes); Gran Premio Ministerio de Educación por Evocación Heroica (1951 - Museo Beato
Angélico de la Universidad de La Plata); Gran Premio Municipal de la Ciudad de
Buenos Aires por El Mensaje (1957 -
Museo Sívori); Primer Premio IV Centenario de la Fundación de Buenos Aires por Concentración (1936). A nivel
internacional, en Italia conquistó el Laurel de Oro y el Premio Marco Aurelio
“por su prodigiosa actividad artística”.
Otras
obras esplendorosas son Misa Solemne
(Cabeza de Beethoven), emplazado en el hall del Teatro Colón; El Genio (Cabeza de Leonardo), en el
foyer del Teatro Coliseo; El Sembrador
Espiritual, en Caminito, La Boca, y el Monumento
Ecuestre al General José de San Martín, en la plaza principal de Quilmes,
otorgado por concurso municipal en 1943. También hay obras suyas en la sala del
Consejo Comunal de Amendolara, su terruño.
MONUMENTO A SAN MARTIN EN QUILMES |
El
escultor tuvo el honor de representar a Argentina en la Bienal Internacional de
Venecia en 1952, en la Conferencia Internacional de Barcelona en 1956 y en la
de La Habana en 1957. Expuso en varios países, sobre todo en Italia, en el
Palazzo Venezia de Roma en 1953.
Sassone
publicó tres libros de poesía: Ráfagas (1936),
Canto al Parque Chacabuco (1938) y Cuando todo calla (1947) –por los cuales recibió la Corona de Laurel
de Oro Internacional– y el libro
didáctico Ciencia y Técnica en las Artes
Plásticas.
El
notable artista murió el 18 de octubre de 1983 en Buenos Aires, a los 76 años. Sus
restos yacen en el Cementerio de la Recoleta.
Su
hija Stella es cantante lírica y vive en Roma. Así lo recuerda: “Teníamos
una relación muy importante porque era un hombre exquisito, tierno, afectuoso
con mi mamá, con mis amigos. El hecho de que yo cantara nos unió muchísimo, él
amaba mi voz. Fuimos un trío muy lindo junto a mi madre”.
El
año pasado su familia constituyó la Fundación Sassone –presidida por su hija– a través de la cual se proyecta llevar a
cabo una iniciativa solidaria. Stella explica al respecto: “Con mi hijo Rafael pensamos
instalar un laboratorio de artes y oficios en el taller de mi padre en Flores. Es
decir, donar a la zona, que está cerca de la villa y es muy pobre, un lugar para
poder dar clases de dibujo, pintura, escultura, cine, música. Ya presentamos un
plan trienal para que nos den la personería jurídica”.
En
2003, “sus paisanos” de Amendolara junto con su hija organizaron en su pueblo natal
una muestra con 73 obras. Asimismo, tres años después, con motivo del
centenario de su natalicio, se desarrolló otra exposición en el Palazzo Venezia
de Roma. El sueño de Stella es que pueda montarse una gran retrospectiva en
2016 en Buenos Aires.
Sassone
solía decir una frase que revela la sabiduría de su pensamiento: “Paso
del cincel a la espátula, de la espátula a la pluma sin dificultad porque, al
final, el arte es uno solo”.
Laura Brosio
Impecable resumen del artista admirado por mi padre que tuvo la suerte de conocerlo y que aùn conserva una imagen hecha en crayon por Antonio.
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