Liliana
Maturano
Cantó desde pequeña. La conoció Víctor
Heredia, que fascinado con ella le consiguió una prueba en RCA Víctor.
“Hice la prueba
con mucho miedo y con mucha suerte me contrataron. Yo era tan rebelde como una
tormenta, así me bautizaron artísticamente. Saqué el disco Cebando mate y a las dos semanas ya estaba primero en ventas.
Después Muchachos de blue jeans y Adiós chico de mi barrio, estuvieron
primeros en ventas en América Latina. En dos años ya era conocida en América”. No olvidemos
que grabó su primer disco a los 16 años.
“Yo
vivía en Paso del Rey, hacía guitarreada, componía, sin imaginar el futuro…”
“Dos
años después ya estaba haciendo giras y actuando en Viña del Mar”.
“En
los años 70, de cada disco se hacían miles y miles de placas. Durante 20 años
vendí millones en Argentina, Ecuador, Chile y Colombia”.
“Tengo
compuestas 400 canciones y grabé 35 álbumes”.
“Argentina
tiene artistas muy importantes: Sandro, Estela Rabal, Cacho Castaña, Pimpinela,
etc., melódicos que merecían los premios de Oro”.
“Con
mis amigos y colegas Diana María, Manuela Bravo, Violeta Ribas y tantos otros,
hacemos reuniones en casa”.
“Mi
papá en los años 50 formaba parte de la
delegación que representaba a Argentina en las Olimpíadas. Perú, Alemania,
Finlandia. En el 47 fue campeón de su categoría en los Panamericanos de Chile.
Siempre fue amateur, nunca profesional. Con los años tuvo Mal de Parkinson,
derivado del boxeo y falleció a los 65 años”.
“Mi
mamá cantaba todo el día y escuchaba música. Mi abuelo materno, portugués, era
el encargado de dar las serenatas. Creo que de allí viene la vena musical”.
“A
mi hija no le atrae el medio musical, estudia Medicina”.
“Pasé
por todos los formatos, vinilo, casete, Mp3, redes sociales, me adapto”.
“Hoy
disfruto más de lo que hago, porque no estoy tan pendiente de los resultados.
Grabo un disco tranquila, antes tenía la presión de un Disco de Oro o de
Platino”.
Más
de 40 años de carrera avalan actualmente sus recitales, una Tormenta
privilegiada, admirada y querida en Buenos Aires y en el interior y exterior
del país. Con su género melódico, talento y simpatía logró su sueño.
Actualmente la podemos escuchar en programas de radio de música “retro” y los
temas de Tormenta son muy pedidos telefónicamente. Las letras y melodías son
tan agradables para reponer en el archivo de la memoria, disfrutarlas y quizá también
se relacionan con alguna circunstancia o vivencia de los oyentes ávidos de
fantasear sobre momentos irrepetibles, y que son un mimo para el alma.
Tormenta
es consciente de lo que sembró en su espléndida trayectoria y lo disfruta con
alegría y satisfacción.
Natan Blum
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