El Riachuelo y la
continuidad de su recuperación
Cualquiera que hoy cruce el Riachuelo,
no adivinará que llega a él por lo que le
indican sus narices a cuadras de distancia, y eso tiene que ver con que algunas
cosas han cambiado.
Desde la creación de ACUMAR
por el presidente Néstor Kirchner, y
desde que la Corte Suprema de Justicia tomó
cartas en el asunto, mucha agua pasó bajo el puente.
Es cierto que falta mucho, pero estos procesos –como ocurre en otros ríos
del mundo– llevan tiempo si las cosas quieren hacerse
bien, sin slogans ni recetas mágicas. Primero hay que dejar de ensuciar y no
detener la gestión.
La coordinación de tres jurisdicciones, representadas en la ACUMAR,
es una tarea muy importante de gestión y realmente novedosa y de vanguardia
para la región. La gestión gubernamental saliente, ha dejado una cantidad de
avances dignos de mencionar, como tal vez sea la obra más importante para el
saneamiento de aguas desde la creación de Obras Sanitarias de la Nación, el Colector Margen Izquierdo. Pocos saben que
casi el 80% de la contaminación de este río se debe a los líquidos cloacales
domiciliarios de la Ciudad en su zona sur y la provincia de Buenos Aires, otro porcentaje a los vertidos
industriales y otros a residuos sólidos urbanos. Por eso esta obra, que se ha iniciado
en su faz de construcción en marzo de este año,
es uno de los legados más importantes para dejar de ensuciar el río.
Dicha obra demandará unos cinco años de ejecución y ése es el lapso que se tiene para terminar de poner en
caja a las industrias. También es visible la mejora de las riberas y la
limpieza de basuras en sus aguas, así como también la remoción de todos aquellos
objetos voluminosos que se hallaban en su cauce, entiéndanse barcos,
automóviles y un sinfín de electrodomésticos. Han vuelto aves y las especies
animales del agua se han empezado a recuperar, la naturaleza también hace su
trabajo.
El abordaje que se ha hecho ha sido de modo integral, por eso
desplegó un vasto operativo de salud, dotando a los 14 municipios de centros de
salud especializados, de laboratorios, un hospital regional y tráileres
sanitarios que recorren la cuenca en forma permanente.
Más de 2 millones de personas accedieron al agua potable, así como muchísimos
niños se educan en temas ambientales, teniendo a su río como objeto de estudio.
Nuevas vialidades recorren la cuenca por sus orillas generando mayor
conectividad.
Se han recuperado puentes y tal vez el más conocido: el puente
Nicolás Avellaneda que une la Boca con Avellaneda, prácticamente terminado, sea el mayor exponente, como seguramente lo será la carrera de Ciencias Ambientales de la
Universidad de Avellaneda, que tendrá su sede en una vieja barraca junto al río.
Del lado de la provincia fueron trasladadas
un importante contingente de personas que vivían en las riberas, y los que
restan ya tienen acordado su plan de mudanza,
debidamente consensuado con los vecinos.
Seguramente falta mucho, pero nunca se hizo tanto ni se invirtió
tanto, de seguir así seguro que recuperaremos nuestro río.
Antolín Magallanes*
*Ex vicepresidente de ACUMAR durante
la gestión de Cristina Kirchner
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