El 16 de septiembre
de 1973 es asesinado por la dictadura militar de Pinochet
Víctor Jara: el popular poeta chileno - el artista que sonreía
“Cuánta
humanidad con hambre, frío, pánico, dolor, presión moral, terror y
locura".
De "Somos cinco mil", el último poema de
Víctor Jara (en cautiverio) el 15 de septiembre de 1973
Varios hechos infaustos ocurrieron en la historia de América un 16 de septiembre: en
1955, el derrocamiento del presidente constitucional argentino,
Juan Domingo Perón, por una dictadura que paradójicamente pretendió llamarse:
“Revolución Libertadora”.
También un 16 de septiembre (de 1976), la policía de la provincia de Buenos Aires regenteada por otra
dictadura –la de Videla–, produjo el secuestro de 10 jóvenes estudiantes
secundarios, menores de 18 años, posteriormente 9 de ellos fueron asesinados, se llamó “La Noche de los Lápices”.
A su vez un 16 de septiembre de 1973, era asesinado de la forma más
brutal, por su verdugo personal Pedro Pablo Barrientos, Víctor Jara, el poeta
chileno que además siempre sonreía.
QUIÉN ERA VÍCTOR
Víctor Jara Martínez, de origen campesino, nació en
La Quiriquina, Chillán Viejo, Santiago, Chile, el 29 de septiembre 1932. Cantautor,
fue también director teatral, investigador del folclore y de los instrumentos
indígenas, actor, dramaturgo y libretista, pero alcanzó la mayor trascendencia
como compositor y cantante popular.
Heredó de su madre la devoción por la música. A
los 15 años quedó huérfano e ingresó en el Seminario Redentorista de San
Bernardo, y en 1957 a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile donde conoció
a Violeta Parra, que
lo adoptó como discípulo.
Recibido en 1960 de
director teatral, formó parte del directorio de aquel Instituto, dirigió varias
obras de teatro y obtuvo el Premio Laurel de Oro como mejor director del año.
En 1967 fue invitado a Gran Bretaña, donde recibió otro premio por su dirección
teatral. Estando allí compuso una de sus canciones más conocidas, Te recuerdo Amanda, dedicada a
sus padres Amanda y Manuel.
Se
convirtió en director artístico del célebre conjunto de música popular Quilapayún. En 1967
publicó su primer álbum musical, titulado Víctor Jara. Apoyó y militó
por la candidatura de la Unidad Popular de Salvador
Allende desde las Juventudes Comunistas.
En 1970 publicó Canto libre, El derecho
de vivir en paz y La población, creaciones con gran fuerza poética y
belleza, todas ellas se relacionaban con los problemas de su pueblo,
adquiriendo trascendencia internacional.
Durante el gobierno de Allende fue nombrado
embajador cultural, cargo que desempeñó hasta
la fecha de su secuestro y posterior asesinato.
LA FAMILIA DE VICTOR |
EL GOBIERNO DE SALVADOR ALLENDE
Electo presidente en 1970,
inició un ambicioso proceso de cambios sociales, económicos y políticos –el más grande de Chile durante su historia–, fue el primero en intentar transitar al socialismo mediante la
vía pacífica, a la que llamó vía chilena al
socialismo.
En su
economía planificada, nacionalizó el cobre y estatizó las principales
industrias estratégicas, profundizando la reforma agraria. Mejoró el
equipamiento de los hospitales e impulsó la enseñanza preescolar, básica e
industrial.
El sabotaje empresarial más la
virulenta oposición de los Partidos
Nacional y la Democracia
Cristiana, el rechazo de gremios como médicos, comerciantes y especialmente
camioneros, incentivados por la embajada de los EE.UU. y el conglomerado
estadounidense ITT que dominaba la economía chilena y financiaba el diario
derechista El Mercurio, precipitaron su fin.
Consciente que sólo un
contundente apoyo popular daría viabilidad a su gobierno, planeó
convocar a un plebiscito que nunca llegó a efectuarse. El 11 de
septiembre de 1973 fue derrocado por el general en jefe del ejército Augusto Pinochet, Allende muere combatiendo
valientemente en inferioridad de condiciones, en “La Moneda”, desatándose un
pandemónium represivo.
SECUESTRO, MARTIRIO Y ASESINATO DE VICTOR JARA
EN EL ESTADIO
BARRIENTOS, SU ASESINO MATERIAL |
Víctor, ya en cautiverio y en
los momentos finales de su corta vida de sólo 41 años, tras el golpe de Pinochet se encerró junto
a otros universitarios en la Universidad Técnica del Estado, en Santiago, en
repudio al golpe con la voluntad de resistir; sin embargo, el ejército tomó las
instalaciones el 12 de septiembre y lo llevó
prisionero junto a docentes, alumnos y funcionarios del establecimiento
educacional. Todos
fueron conducidos por los oficiales al estadio
de Chile, donde Víctor fue brutal y reiteradamente
torturado y finalmente rematado de 42 balazos, uno por cada año de su vida. En
la actualidad el estadio, que se utilizó como centro de detención y torturas,
lleva el nombre de “Víctor Jara” en su homenaje.
RELATO DE UN TESTIGO, EL ABOGADO BORIS NAVIA
PÉREZ
Boris
Navia Pérez, abogado, casado, tres hijos. Preside el Club de Amigos de Radio
Nuevo Mundo, ejerce su profesión, asesora a la Confederación Campesina Ranquil,
a exonerados políticos y otros gremios, y relata así los
terribles momentos de que fuera testigo:
“¡A ese hijo de puta me lo traen para acá!”,
gritó el oficial apuntando con su dedo a Víctor
Jara, quien junto a unos 600 profesores y estudiantes de la UTE ingresábamos
prisioneros con las manos en la nuca y a punta de bayonetas y culatazos al
Estadio Chile, la tarde del miércoles 12 de septiembre de 1973.
Era el día siguiente del golpe fascista. El
día antes, el 11, Víctor debía cantar en el acto que se realizaría en la UTE,
donde nuestro rector Enrique Kirberg recibiría al presidente Allende, quien
anunciaría el llamado a plebiscito al pueblo de Chile.
HOMENAJE EN CHILE |
Sin embargo, la voz de Allende fue apagada en
La Moneda en llamas y la guitarra de Víctor quedaría allí, destrozada por la
bota militar en el bombardeo de la UTE, como testimonio más de la barbarie
fascista.“¡A ese hijo de puta me lo
traen para acá!”. Repitió iracundo el oficial. Casco hasta los ojos, rostro
pintado, metralleta al hombro, granada al pecho, pistola y corvo al cinto,
balanceando su cuerpo tensado y prepotente sobre sus botas negras.
“¡A ese
huevón! ¡A ése!”. El soldado lo empuja sacándolo de la fila. “¡No me lo traten como señorita, carajo!”.
Ante la orden, el soldado levanta su fusil y le da un feroz culatazo en la
espalda a Víctor que
cae de bruces, casi a los pies del oficial.
“¡Che,
tu madre! Vos sos el Víctor Jara huevón. El cantor marxista ¡El cantor de pura
mierda!”. Y, entonces, su bota se descarga furibunda una, dos,
tres, diez veces en el cuerpo, en el rostro de
Víctor, quien trata de protegerse la cara con sus manos (ese rostro que cada
vez que lo levanta esboza esa sonrisa, que nunca lo abandonó hasta su muerte,
esa misma sonrisa grande con que cantó desde siempre al amor y a la revolución).
“Yo te
enseñaré hijo de puta a cantar canciones chilenas, ¡no comunistas!”.
El golpe de una bota sobre un cuerpo indefenso
no se olvida jamás. El oficial sigue implacable su castigo, enceguecido de
odio, lo increpa y patea. La bota maldita se incrusta en la carne del cantor.
Nosotros, apuntados por los fusiles contemplamos con horror la tortura de
nuestro querido trovador y pese a la orden de avanzar nos quedamos transidos
frente al horror. Víctor yace en el suelo. Y no se queja. Ni pide clemencia.
Sólo mira con su rostro campesino al torturador fascista. Este se desespera. Y
de improviso desenfunda su pistola y pensamos con pavor que la descerrajará
sobre Víctor. Pero, ahora le golpea con el cañón del arma, una y otra vez.
Grita e increpa. Es histeria fascista.
Y, entonces, la sangre de Víctor comienza a
empaparle su pelo, a cubrirle su frente, sus ojos. Y la expresión de su rostro
ensangrentado se nos quedaría grabada para siempre en nuestras retinas. El
oficial se cansa y de pronto detiene sus golpes. Mira a su alrededor y advierte
los cientos de ojos testigos que en una larga hilera lo observan con espanto y
con ira. Entonces, se descompone y vocifera. “¿Qué pasa huevones? ¡Que avancen estas mierdas¡ Y a este cabrón” se
dirige a un soldado: “me lo pones en ese
pasillo y al menor movimiento, lo matas! ¿Entendiste? ¡Carajo!”.
Más
tarde algunos trasladados del estadio relatan que junto a Litre Quiroga,
director de Prisiones del Gobierno Popular, también asesinado, yace el cuerpo
inerte y el pecho perforado a balazos de nuestro querido Víctor Jara. 42 balas.
La brutalidad fascista había concluido su criminal faena. Era la noche del
sábado 15 de septiembre. Al día siguiente su cadáver ensangrentado, junto a
otros, sería arrojado cerca del Cementerio Metropolitano.
Esa noche, entre golpes y culatazos ingresamos
prisioneros al Estadio Nacional. Y nuestras lágrimas de hombres quedaron en
reguero, recordando tu canto y tu voz, amado Víctor, Víctor del pueblo”.
EL JUICIO EN LOS EE.UU.
Tras 40 años de
impunidad, un tribunal federal de Orlando en Estados
Unidos declaró culpable al ex militar chileno Pedro Barrientos, autor material
acusado de asesinar a Víctor Jara. Barrientos fue sindicado de estar a cargo de
los soldados que estuvieron presentes en el Estadio Nacional cuando torturaron
y mataron al artista. La
sentencia condenó al acusado a un resarcimiento material de 28 millones de
dólares, que deberá entregar a la viuda e hijas del cantante. Sin embargo no se
sabe si cuenta con dicho dinero, ni se expidió sobre el tema penal, ya que
Chile solicitó la extradición del ex militar, para juzgarlo en el país.
¡No hay moneda, por
mucha que sea que repare un asesinato!
LA
JUSTICIA CHILENA
Se informó
oficialmente que la justicia chilena procesará a diez militares retirados por
el secuestro y homicidio del cantante Víctor
Jara, ocurrido cinco días después del golpe militar del 11 de
septiembre de 1973.
La resolución fue
adoptada por el ministro en visita (juez especial) para causas por violaciones
a los derechos humanos, Miguel
Vázquez Plaza. A los ex funcionarios se les atribuye su
responsabilidad en los delitos de secuestro y homicidio del cantautor y también
del ex director de Gendarmería, Littré
Quiroga Carvajal, cuyos cuerpos fueron hallados en un barrio
popular aledaño a un cementerio, junto a otros ejecutados que nunca pudieron
ser identificados.
Vázquez procesó
como autores de los delitos de homicidio calificado a los ex militares Hugo Sánchez Marmonti,
Raúl Jofré González,
Edwin Dimter Bianchi,
Nelson Haase Mazzei, Jorge Smith Gumucio, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara
Quintana, Hernán Chacón Soto y Patricio Vásquez Donoso.
En tanto, como
autores de los secuestros simples acusó a Hugo Sánchez Marmonti, Edwin Dimter
Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Jorge Smith Gumucio, Ernesto Bethke Wulf, Juan
Jara Quintana, Hernán Chacón Soto y Patricio Vásquez Donoso.
Además, se sindica
como autor sólo de los secuestros calificados de Jara y Quiroga a Raúl Jofré González y como encubridor
de los delitos de homicidio calificado y de secuestro simple a Rolando Melo Silva.
Víctor Jara fue asesinado de 42 balazos
después de ser torturado durante varios días en el estadio Chile de la capital,
donde permanecía detenido junto a centenares de partidarios del derrocado
gobierno de Salvador
Allende.
A Jara, que fue también
director de teatro y tocaba la guitarra, los militares le trituraron sus manos
con culatas de fusil, a modo de cruel venganza macabra y de escarmiento para evitar
una resistencia al golpe.
Pinochet murió en
2008 a los 91 años, sin haber sido nunca juzgado ni condenado por los crímenes
cometidos durante su dictadura sangrienta. Y hoy a 43 años del asesinato de
Víctor Jara, no se logró aún la condena de sus asesinos materiales, ya que el principal
asesino intelectual ya no está en este mundo.
Miguel
Eugenio Germino
Fuentes:
- http://www.biografiasyvidas.com/biografia/j/jara_victor.htm
-http://www.telesurtv.net/news/Victor-Jara-42-anos-del-vil-asesinato-del-cantautor-chileno--20150915-
0043. html
-http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-36646756
-http://www.radiovillafrancia.cl/no-pudieron-ni-44-balazos-a-42-anos-de-su-muerte-Víctor-jara-vive-y-sigue-siendo-canción-nueva
- http://www.elmundo.es/internacional/2015/07/23/55b039de46163f2d558b4594.html
-http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-302798-2016-06-27.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario