SIN  MICROS NI CHORI
Fue el sábado 1º de abril 
por la tarde a las 18 horas
en Plaza de Mayo…
Se dio cita
la llamada “mayoría silenciosa”,
ni tan mayoría ni tan silenciosa
fue otra cosa…
Fue una mezcla minoritaria 
de sectores acomodados
no carenciados ni sufrientes 
del rigor de un plan económico
despiadado.
Es cierto, no estaban los clásicos 
vendedores de chori,
ni sus “malolientes” puestos
de los días  “proletas”
en  las Plaza de Mayo
vestidas de pueblo…
Tampoco estaban los pobretes
de indumentaria  descuidada
y descorbatada.
Porque aquella Plaza de Mayo
es otra Plaza de mayo…
con otro entusiasmo.
Tal vez con resentimientos 
populares de población sufrida.
¡Con micros, sí!
pero sin coches de alta gama,
al chori había que pagarlo
cuarenta morlacos o  
traerlo, de su casa
igual que el mate y la naranjada.
Pero por sobre todo
faltó en  la Plaza de
Mayo
del sábado 1º
el calor del pueblo más humilde
de un pueblo tildado de “grasa”.
Del pueblo mayoritario 
hoy denigrado, desplazado,
obligado a sufrir necesidades 
obligado a ceder parte de
lo poco que pudo conseguir.
¡Que así no sea!

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