LA CIUDAD Y EL MONUMENTO A JUANA AZURDUY
Si todo marcha a “pedir de Boca” del gobierno,
es un hecho que desaparezca de la ciudad de Buenos Aires el
monumento de Juana Azurduy.
Su evaporación está atada al
proyecto vial del “Paseo del Bajo” –ya en
ejecución– y a la creación del parque homónimo, que integrará 100.000 m2 de
espacio verde lineal entre los edificios de la Aduana y el CCK. La obra demanda
la modificación de la avenida De la Rábida y la reducción de la superficie del
Parque Colón, donde hoy se ubica la estatua creada por el artista Andrés Zerneri en honor a la heroína del
Alto Perú.
En el año 2013, Cristina
Fernández de Kirchner anunció el reemplazo de la estatua
de Cristóbal Colón por esta escultura, situación que demandó
una polémica y estuvo en el centro de la discusión durante meses, con demandas judiciales
también, hasta la inauguración en el 2015 del
monumento de Azurduy.
La Legislatura porteña aprobó
la ley que autoriza el traslado de la estatua confeccionada por Zerneri y del
monumento de Juan de Garay –ubicado en la plazoleta de Alem y
Rivadavia– este último sólo se correrá algunos metros y quedará cerca del futuro
helipuerto presidencial que estará más pegado a la Casa Rosada.
Apoyaron la iniciativa con su
voto los legisladores del bloque oficialista y se
sumaron los de Graciela Ocaña, Diego García de García Vilas y Marcelo Depierro
(Confianza Pública); Maximiliano Ferraro y Paula Olivetto (Coalición Cívica);
Claudio Palmeyro (Sindical Peronista); Adrián Camps (Socialista Auténtico) y Javier
Gentilini (el único legislador que tiene en la ciudad el Frente Renovador).
El bloque de Suma+, integrado
por seis legisladores (Natalia Fidel, Inés Gorbea, Marcelo Guouman, Juan
Nosiglia, Hernán Rossi y María Vischi), que responden a Martín Lousteau, votó
en contra del proyecto, en medio de la disputa del ex embajador en los Estados
Unidos con Cambiemos. Tampoco apoyaron la iniciativa el socialismo y los 8
legisladores del Frente para la Victoria (FPV).
Es de destacar que desde un
principio el monumento a Juana Azurduy no gozó del agrado del bloque
oficialista. Con
35 votos a favor, 17 en contra y 6
abstenciones el oficialismo obtuvo el permiso necesario para su traslado. El legislador porteño Gustavo
Vera denunció que detrás del traslado de la escultura hay un negociado del PRO.
Marta Romero
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