"Un
pueblo que no cuida a los abuelos no tiene futuro"
El Papa Francisco
Finalmente,
mediante presión, chantaje y extorsión, el gobierno logró doblegar –momentáneamente– la
resistencia a la reforma previsional, mintiendo –como de costumbre– y manipulando la
voluntad de gobernadores propios y ajenos, algunos travestidos, otros a fuerza
de “billetera”.
Consiguió el
objetivo de despojar de 100 mil millones de pesos las actualizaciones futuras
de los jubilados, “aflojando” con un bono de sólo 4 mil millones, ¡apenas un
hueso pelado!, y recién en marzo.
Se abren así otros caminos, los judiciales, para
una ley inconstitucional (retroactiva) que generará amparos y juicios de los que
luego se llenarán la boca tildándolos como “industria”. Días después, con el mismo método, lograron aprobar la reforma fiscal y el presupuesto 2018.
El 10
de diciembre pasado se cumplieron dos años de mandato de Cambiemos, con un
balance más que desalentador y preocupante para los derechos humanos, los
jubilados, los trabajadores y los sectores más postergados de la sociedad.
Macri y Cía. ganaron las elecciones de
medio término, pero ¡cuidado!, que no fue un cheque en blanco, sino apenas un
triunfo pírrico, que puede diluirse como agua entre los dedos.
Con la
represión se puso al descubierto el apañamiento de la impresentable ministra de
Seguridad,
Patricia Bullrich, a “La Gendarmería”, en el caso Maldonado, a “La Prefectura”
en el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel (ambos en el sur: Chubut y Bariloche), y a “La Federal”, por los importantes
servicios prestados y a prestar a futuro.
La
represión que se vivió en ambos actos masivos en
los alrededores del Congreso, pasa a ser el
final necesario para hacer pasar el macabro plan económico del FMI, de ajuste,
despidos, aprietes, endeudamiento y carpetazos a “los ajenos”, e impunidad “a
los propios”, detenciones ilegales a Milagro Sala, Jones Huala, Boudou, De Vido, Zannini, D’Elía, Khalil y
Esteche, y el pedido de detención, previo desafuero, de la ex presidenta Cristina Kirchner.
Pretenden cubrir la crisis
económica-financiera producida por el propio gobierno, sacándole a los más
vulnerables por un lado, y quitándoles retenciones al agro, a la minería, rebajando
aportes patronales, por el otro, para cubrir los déficits provinciales “extorsionando”
a los gobernadores (frágiles de convicciones).
Según datos de la UCA la pobreza trepó al 31,7%, 13 millones y medio
de personas y
la indigencia al 5,9%, o sea 2.500.000. Muy lejos de la “pobreza 0” prometida.
Todo transcurre en medio de un triunfo del macrismo en las
elecciones de medio término, con un apoyo sorprendente de muchos de los
sectores directamente perjudicados, un ingrediente sociológico digno de
analizar, como son los síndromes (alteraciones psicológicos), de los que se
conocen centenares de tipos, entre ellos: ansiedad, fobia, depresión, y uno de
los más conocido como el de Estocolmo, que se caracteriza por la simpatía y
lealtad de una persona secuestrada hacia su secuestrador, que por ampliación se
produce también
en casos de violaciones,
abuso infantil, sometimiento conyugal, la excesiva dependencia del esclavo a su esclavista, del explotado hacia el explotador, etc. En estos casos
el individuo queda indefenso, sin poder reaccionar, justificando tal situación,
como algo natural.
Claro está que para que estos fenómenos sociales ocurran, adquiere gran importancia
la desinformación, la mala información, el ocultamiento y la mentira
internalizada, como la de asimilar ideas y emociones que provienen del exterior, haciéndolas propias, de forma que no se distingan como adquiridos, y en esto último
adquieren importancia crucial los medios hegemónicos concentrados, anexos del
gobierno.
Según un informe de María del Carmen Verdú, titular de CORREPI (Coordinadora contra la
represión policial), el Estado provoca un promedio de un muerto por día; ya sea por gatillo fácil, tortura en
cárceles, desapariciones, asesinatos en movilizaciones, etc., un promedio más que alarmante que se da al calor de este clima, y que pasa –como si
nada– en la percepción ciudadana.
No debe tampoco olvidarse el
tema del submarino ARA San Juan, con muchas partes oscuras, desde negligencias
de la Marina hasta la hipótesis
de un ataque extranjero, todo en
otra situación de ocultamientos, mentiras, manipuleos y manoseo a los
familiares afectados, y a la opinión pública toda.
Se hace hincapié nuevamente en que el
pasado 10 de diciembre se cumplieron dos años de mandato del actual
gobierno de Cambiemos, acuciado
por una crisis con varias vertientes. La reacción
popular produce un hecho nuevo, con una masiva concentración de 500 mil
personas de Plaza Congreso a la 9 de Julio, por Avenida de Mayo, Rivadavia e
Hipólito Yrigoyen, que culminó con una brutal represión, y una larga
noche de cacerolazos, reaccionando frente al daño infligido, con un reagrupamiento
también de la oposición y un incremento del reclamo. ¿Será
el comienzo la declinación del síndrome?
Hasta la próxima
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