lunes, 30 de abril de 2018

LOS 90 AÑOS DE LA PLAZA PRIMERO DE MAYO






Recordamos los 90 años de la placita con este poema de un vecino ilustre del barrio, que nació en la calle Saavedra 614, lugar donde lucía una placa que quedó reducida a la mitad y no fue repuesta aún.




Réquiem para el cementerio

Donde ahora hay una plaza había un cementerio
recatado y silvestre, casi familiar, íntimo
vecino de la clásica silueta proletaria
del Mercado Spinetto a cuyo gris tejado
en cada primavera vuelven las golondrinas
(¿Es posible? Es el mismo mercado de mi infancia).

Yo miraba con ojos de niño fascinado
esas tumbas severas de contornos floridos
y esas lánguidas cruces y las losas calladas,
ya con borrados nombres.

Una serenidad, una paz convincente,
fluía del conjunto de tumbas sin desvelo
que abandonaran seres a su vez ya finados.
Y más que un cementerio era un jardín profundo
como un pájaro del tiempo
en un rincón tendido, decoroso, del barrio.

A mi amiga Emily Bronté, la inglesa insólita,
le hubiera seducido ese lugar fantástico
sin memoria de muertos.
Indagar quienes fueron en la vida esos nombres
y dialogar allí con el silencio.

Raúl González Tuñón


Poema dedicado al Cementerio de los Disidentes, que funcionó entre 1833 y 1891 en Alsina y Pasco. En 1905 se demuele su capilla y en 1923 se trasladan los últimos restos –aunque algunos quedan al día de hoy enterrados allí–.
Por ordenanza 889 B.M. 330 del 14 de abril de 1925, se le asigna el nombre de “Plaza Primero de Mayo”. Se la inauguró el 14 de abril de 1928 con la presencia del intendente Carlos M. Noel y del ministro del Interior Vicente Gallo.







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