CONTANDO HISTORIAS DE TEATROS DEL BARRIO
“El Tinglado”: Mario Bravo 948.
Uno de los Espacios Teatrales más
recientes del barrio.
Eduardo
Lamoglia, de
trascedente trayectoria, al visitar un espacio teatral en la calle
Mario Bravo y saludar a colegas, se encontró con un garaje cerrado. Espiando por la cerradura imaginó un teatro. Donde antes se arreglaban autos buscaba cimentar su camino con
una nutrida grilla de espectáculos apostando a la producción propia. Espiritual
e idealista, el experimentado Lamoglia, ese mismo que durante la dictadura
participó en Teatro Abierto y
que años más tarde emprendió el proyecto Teatro Histórico, además de ser ex director en el porteñísimo Teatro San Martín, alejándose de las luces del centro, inauguró por el 2011 uno de los teatros más nuevos de
la zona de Abasto.
El hall es amplio y en sus muros hay
arte plástico, una mesa con tarjetas de todos los espectáculos en cartel
propios y de otras salas. Sobre la derecha una pequeña barra al lado de la boletería, nos propone tomar algo mientras esperamos que
empiece el hecho teatral. La calidez del lugar está presente en
todas las personas que forman parte de esta iniciativa que nace de un
sueño. “El Tinglado”, con
capacidad para 150 personas, es visto por Eduardo como una gran felicidad,
aunque difícil de sostener en estos tiempos. “Queremos trabajar para
que la gente venga y vea un buen espectáculo, no pusimos esta sala con fines
comerciales” (Lamoglia dixit). En este sentido, contrasta la visión de un
teatro-supermercado y apunta a consolidar una sala que tenga una identidad
propia y un estilo que se vea reflejado en la calidad de sus obras. Por estas
calles siempre hubo movida cultural, siempre se destacó su bohemia, será así
durante mucho tiempo, siempre y cuando haya un “Tinglado” que nos
resguarde, para permitir desarrollar buen teatro.
RESEÑAS:
“La Mosca Blanca” de Eduardo
Rovner.
La obra: fue escrita en el año 2000, tiene un contenido filosófico ligado a lo mitológico. El pensamiento de
E. Rovner propone una reflexión sobre diversos conceptos: soledad, esperanza,
fatalismo, escepticismo, discriminación, creencias. Todos los temas confluyen
en nuestra cotidianeidad.
La acción: alrededor del banco de una
plaza deambulan, como los primeros filósofos denominados “peripatéticos”, Blas
y Funes ante la escultura central de Dafne. Uno tiene una mirada positiva, el
otro, negativa, y el mito también tiene algo que decir en estas cuestiones de
vivir la vida, y el porqué de la existencia.
Elenco: Gabriel Wolf (Blas), Luis
Campos (Funes) y Rocío Ambrosoni (Dafne).
Dirección: Gaby Fiorito toma el texto de Eduardo Rovner y lo
desarrolla con un criterio entre clownesco y tragicómico. Hay mucha poesía en
la puesta, que sustenta en grandes actuaciones. La utilización del espacio es
sencilla, pero eficiente y la escenografía casi despojada permite el
desplazamiento de los actores con mucha fluidez. La aparición mitológica es un
instante mágico.
EDUARDO LAMOGLIA |
Valor agregado: El diseño de la banda sonora, independiente de la buena
música incidental, está basado en la reiteración en distintos
tempos y formatos musicales del Vals
Nº 2 de Schostacovich. Será cansino, cuando entra el deprimido
Funes. Romántico al bailarlo. Tal vez se acerque al rock en momentos dramáticos o será solo una flauta, una sutileza, en la
aparición de Dafne. Un gran equipo acompaña esta producción.
El final: nos muestra el concepto teatral
de la humanidad, dos máscaras: la Tragedia y la Comedia. Nadie
escapa al destino tejido por las Moiras, ni siquiera los Dioses.
Es un Rovner auténtico con firma de
Gaby Fiorito.
“La mosca Blanca” sobrevuela
exitosamente en el amplio espectro de ofertas teatrales. En “EL MÉTODO KAIRÓS”, El
Salvador 4530, tel. 4831-9663.
“La culpa de nada” escrita y dirigida por Victoria
Hladilo.
3ª temporada en El Camarín de las Musas”
En un reducido escenario pasa todo. La complicidad de los amigos de
toda la vida empieza a complicarse cuando una esposa decide organizar un
cumpleaños sorpresa. Los conflictos personales empiezan a salir a la superficie
en esta reunión. Entre tragos, música y cierta procacidad que nace de la
confianza de tantos años, se sospechan infidelidades supuestamente secretas,
posibles cambios de rumbo y habrá todo tipo de reproches.
El detonante: un
partido de fútbol que los hombres ansían ver, pero
que por algunas razones no podrán. ¿La
historia de estos 6 personajes cambiará? Esto lo irá descubriendo el espectador. En una sala pequeña, casi con el
público integrado a la acción y por qué no, solo tal vez, identificándose con
los personajes, trascurre la obra entre comedia y situaciones dramáticas,
patéticas y reconocibles.
La acción: el mundo
de la barra de amigos, sus mujeres y algunas cuestiones domésticas y de niños,
es por donde gira la trama. Breve estampa de la vida cotidiana, que podría ser
a lo mejor parecida a la nuestra.
Elenco: las
actuaciones de Julián Doregger, Mariano Farrán, Victoria Hladilo, Sabrina Lara,
Julieta Petruchi y Manuel Vignau, son un verdadero “tour de force”. Hay que
mostrar, hacer, convencer, y lo logran. El valor agregado es que lo hacen en un
espacio de 30 metros cuadrados.
La autora y directora: Victoria
Hladilo, creadora de “La sala roja”, una
vez más nos asombra y nos cuestiona, con gracia, talento y criterio. El mundo
paralelo entre el hombre y la mujer, es el protagonista.
Para el talento el espacio no es un límite.
“La Culpa de Nada”, en “El Camarín de las Musas”, Mario Bravo 960, los viernes
a las 22,30 hs.
Lilian Kovalenko
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