EDITORIAL 278 AGOSTO DE 2018
En la encarnizada disputa entre el relato y la realidad, ésta última prima cada vez
más frente a un relato cada vez más falso, que
se diluye día a día en un entorno que se agrava, pega la realidad, golpea
fuerte con todas sus facetas retrógradas, ingresando en un laberinto sin salida
con la incertidumbre que provoca. No es una tormenta como se afirma, la cruel
realidad es producto de las políticas deliberadas de un gobierno en su etapa
terminal.
Cada día peligra más la institucionalidad,
la Constitución y la democracia, que el gobierno
viola minuto a minuto, eludiendo al Congreso,
manipulando a los jueces y apretando a gobernadores, con la complicidad de la
prensa hegemónica, en un avance fascista, que en los hechos precede a una
dictadura. Para colmo con el último decretazo pretende colocar ilegalmente a
las FF.AA.
prestas para la represión interior que necesita para continuar con su plan.
La pobreza lleva a límites
irrespirables golpeando los estómagos más
frágiles, en un mar de despidos indiscriminados, suspensiones, ajuste
permanente y tarifazos que enloquecen cada vez que una factura
de servicios dolarizados se desliza por debajo de la puerta, mientras los CEOs gobernantes
sonríen con la sorna que los caracterizó en su corto gobierno de dos años y
medio.
Los intereses de la deuda externa crecen
a casi un 60% anual, el doble que las jubilaciones y el
triple de los salarios, una ecuación que sólo
cierra con una pérdida irrecuperable para los sectores más vulnerables.
La bomba de tiempo de las Lebac (bonos
en pesos al 55% anual), que pretenden sustituir con Botes en dólares a un año,
son $ 530 mil millones de pesos en danza, lo que trasladará esta descompresión como un salvavidas de plomo hacia el
complicado final del gobierno de Cambiemos, inmerso a su vez en una crisis
interna de corrupción que ya le cuesta ocultar a
la prensa adicta, como
el último grave caso de los aportes truchos y usurpación de identidad.
Todo en medio de conocerse las 125 páginas de la “letra chica” del FMI
ocultada hasta ahora, donde entre muchos otros ajustes se reclama la
liquidación del Fondo de Sustentabilidad Previsional.
Ahora el gobierno pretende aprobar un presupuesto que lo ajusta todo, y que pretende cargar “en el otro” eludiendo su
inoperancia. Sin embargo no puede siquiera persuadir a gobernadores
oficialistas y “opositores”, que traicionando el voto que los encumbró apoyaron
casi sin límites las acciones oficiales perniciosas, y hoy se abate sobre sus
cabezas la alborada de su ocaso.
Desde el inicio del gobierno de Cambiemos se expulsó de la industria a
70 mil trabajadores que fueron sustituidos (en parte) por trabajo informal.
El ingreso promedio familiar registra en la actualidad $ 10.381 pesos
mensuales, contra una canasta básica de algo más
de $ 14.000 y los 19.200 que necesita una familia tipo para subsistir y no ser
pobre. Monto inalcanzable también para los jubilados,
que sólo cobran míseros $ 8.000.
Como decían antiguamente
nuestros abuelos: “entramos en los quintos
infiernos”, que remite al Dante, al último de los círculos, “en
el cual se encuentran pecadores castigados por su incontinencia: aquí están los
iracundos y los perezosos: los primeros, inmersos y los segundos, sumergidos en
el pantano, en el fango de su propia rabia, y ahora se golpean y se injurian
eternamente”.
Ante esta situación límite, el establisment
viene buscando a “los hombres del recambio”, y en esta catadura de gente, el grupo Clarín –que “le soltó la mano” a Macri y compañía– propone a
Vidal, Rodríguez Larreta y Massa (hombre de la embajada de EE.UU.), entre
otros.
Valga un
ejemplo de la catadura moral de algunos de aquellos personajes, en los dichos
de la carta póstuma del cardiocirujano argentino, reconocido
mundialmente, René Favaloro: “el PAMI tiene una
vieja deuda con nosotros (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la
hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos
pedían (como es lógico no a mí directamente)”.
Favaloro se suicidó el 29 de julio del año 2000, disparándose un tiro al corazón, agobiado
ante la falta de respuestas por parte de los funcionarios del PAMI, en ese
momento encabezado por Horacio Rodríguez Larreta, cuya asesora y mano derecha
era María Eugenia Vidal, todo durante el gobierno de la “Alianza”.
Un triste capítulo cuando gobernaba otro
innombrable: Fernando De la Rúa, poco antes de su huida en helicóptero. Pero vale
hacer un ejercicio de la memoria para que llegue a los desmemoriados, que al
parecer todavía existen muchos, y que pueden volver a caer en las mismas
trampas y engaños seductivos, con algo que se dice “nuevo” aunque con
tufo a “re viejo”.
Hasta
la Próxima
Un estupendo mensaje de Cristina me llega a través de un lector de esta página que desconocía y que me impresionó a primera vista. Como editor de Congreso Abierto anticipo mi deseo de incluir, con garantizada inclusión de la fuente, algunos de los artículos de Primera Página. Las cosas que logra Cristina...
ResponderEliminarCon mi agradecimiento, van también mis felicitaciones por lo que hacen.
Con todo afecto, Armando Vidal