La importancia de la misión
social de la Iglesia en la comunidad
En la calle México, entre Catamarca y Av. Jujuy, en el barrio de Balvanera, se encuentra una parroquia
sencilla pero entrañable, que cumple una función esencial para todos los
habitantes de la zona. Llama la atención con su fachada amarilla y marrón, y su
nombre inscripto en celeste. Se trata de la Parroquia María Madre del Redentor, que tiene una jurisdicción de
cuarenta manzanas.
La parroquia surgió porque entre la Parroquia Santa Rosa de Lima y la
Parroquia Santa Amelia había un espacio que éstas no alcanzaban a cubrir. En
1980 el padre Jorge Villalba, que era párroco de la Santa Rosa de Lima, salió a
buscar una casa en la zona. Se consiguió –a un precio acomodado–
la propiedad de México 2745. Así
comenzó a funcionar un centro misionero, el Centro Comunitario Padre Carboni,
en 1982, donde se dictaba catequesis.
Posteriormente, se recaudaron fondos y se pudo remodelar la casa para construir
un templo. De esta manera se constituyó la parroquia en 1983. De acuerdo a los
deseos del cardenal Juan Carlos Aramburu, el entonces Arzobispo de Buenos Aires,
se la bautizó María Madre del Redentor
porque 1983 fue el Año Internacional de la Redención. Además, Aramburu decidió
incluir en el nombre una advocación Mariana, o sea, de la Virgen. El primer
párroco fue el padre Leopoldo Messer. Desde 2000 está a cargo de la parroquia
el padre Ricardo Daniel León.
El templo cuenta con distintos servicios o ministerios: evangelización,
comunidades, liturgia, jóvenes, matrimonios y familia, catequesis de niños,
comunicaciones sociales, acción social y ciudadana.
Desde 1992 en la parroquia funciona una radio: FM Parroquial, bajo la frecuencia de FM 105.1 Mhz. A partir de 2005 se la puede escuchar en todo el
mundo ya que comenzó a trasmitir por Internet, en la dirección www.fmparroquial.com.ar. El perfil de la emisora –que depende del Arzobispado de Buenos
Aires– es evangelizador, el fin
principal es difundir la propia fe.
La institución religiosa también dispone de una bolsa de trabajo. El
encargado de este servicio, Jaime Fisher,
entrevista todos los jueves a las personas que buscan trabajo, les hace una
ficha, ve si tienen documento, les enseña a redactar un currículum y cómo deben
presentarse, ve qué estudios tienen y si tienen antecedentes laborales. Después
estos datos se difunden en la parroquia y en la radio, y los empleadores lo
llaman a Fisher. La afluencia de gente que recurre a la bolsa de trabajo es muy
grande, la mayoría proviene del Gran Buenos Aires.
En la parroquia funciona una escuelita de
la fe, en la cual se les brinda catequesis a los niños del barrio, cuyas
familias presentan diversas problemáticas sociales relativas al trabajo, la
vivienda y la salud. Asimismo, hay un grupo de jóvenes llamado Ministerio
de jóvenes parroquial, donde ellos comparten
su fe y tratan temas como la amistad, el trabajo, el estudio, la vocación,
celebran sus cumpleaños y hacen salidas.
El padre Ricardo cumplió un rol muy importante en la elaboración del
proyecto por el cual la denominada Manzana 66 (Av. Jujuy, Moreno, Catamarca y
Av. Belgrano) se transformará en un espacio verde. Junto a los vecinos logró
frenar la iniciativa que proponía construir un miniestadio en dicho predio para
18.000 personas, lo que hubiera provocado un verdadero caos en el barrio.
El sacerdote apunta que el descubrimiento de su vocación religiosa fue
un proceso muy largo. La decisión de su hermano mayor de dejar la casa a los 11
años para volcarse a la esfera religiosa ejerció una gran influencia en su elección
final. “Yo admiraba lo que había hecho mi hermano. Concurrí a colegios
religiosos e iba a hacer mi tarea en el oratorio de los salesianos. Ese
ambiente, esa espiritualidad, me hacía mucho
bien. Cuando terminé la secundaria pensé en ser sacerdote pero significaba
renunciar a muchas cosas. Entonces decidí estudiar Medicina para hacer el bien
a los demás. Me dije ‘voy a ser de la Medicina un sacerdocio’ –expresa el padre riéndose de su propia
ocurrencia–.
Después de tres años en la facultad, yo sentía que tenía que hacer algo más.
Por eso empecé a dar catequesis en una villa de San Martín. Un día vi a una
señora del asentamiento muy apesadumbrada porque estaba pasando necesidades.
Entonces me pregunté: ‘¿qué le puedo dar yo a la
gente que nadie se lo pueda quitar?’. Me respondí
‘Dios, yo tendría que dar Dios a la gente’. Escuché una voz en mi corazón que
me dijo ‘Ricardo, vos no podés dar Dios a la gente pero si vos te entregás a
Dios, Dios te puede utilizar para ir a la gente, como un instrumento’. Ésa fue
la clave. Ya no tenía más argumentos para eludir mi vocación. Yo sabía que Dios
tenía un plan, un destino, una misión para mí pero yo la había dado vuelta”. A partir de ese momento, dejó la
facultad y a la chica con la que estaba noviando para entrar en el seminario,
en marzo de 1977. Siete años después se ordenaría como sacerdote.
En cuanto al balance que realiza de estos 18 años al frente de la
parroquia, el padre Ricardo señala: “Rescato que es una experiencia hermosa, no
me arrepiento de ser sacerdote y de entregar mi vida aquí porque vi mucha gente
con necesidades que encontró respuesta, vi nacer a muchos niños a la vida
espiritual y a adultos que vivieron una conversión, un cambio en su vida. La
parroquia cumple una gran función dentro del territorio y dentro de la ciudad
porque hay que convivir y Jesús nos enseña a convivir, a darle a cada uno la
importancia que tiene”.
Laura Brosio
Qué buen artículo. Doy fe que María Madre de la Iglesia es una parroquia muy activa, con muchísimas pequeñas comunidades, laicos que forman entre si pequeñas familias espirituales con reuniones semanales para crecer en el amor y servicio a Dios y al prójimo teniendo como meta vivir a fondo el encuentro con Cristo y los hermanos y transmitir la Alegría de ese Encuentro a todos los habitantes del radio parroquial en primer lugar, asi como a todos los argentinos y al mundo entero.
ResponderEliminarAgradezco la atención que tuvieron en sus últimos días de vida al Señor Amado Melín
ResponderEliminarQue fue productor y conductor del programa El hombre la eternidad en la radio parroquia
durante 20 años aproximadamentel
Este agradecimiento lo hace un familiar del Señor Amado Melín Abdelnur
ResponderEliminarCristina prima hermana de Amado Melín agradece a la comunidad de balvanera por el trato y atención que tuvieron con AMADO
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