EDITORIAL al nº 283 – enero 2019
«Donde hay poca justicia es un peligro
tener razón»
Quevedo
Finalmente entramos en la recta final del tan temido como tan esperado
año 2019, tras el “éxito” del G20, donde la parte más obsecuente del periodismo
mostró su faceta más mercenaria al celebrar con efusividad inusitada una
epopeya que dejó nada de nada.
A pesar de que todo sigue tan mal o
peor que antes, el gobierno ya corrió el velo y el candidato de Cambiemos para las
próximas elecciones no será otro que Macri, quien después de haber prometido
“todo” no cumplió “nada”, como bien calificaba
Quevedo: "Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir".
Y “el hombre”, tras los fracasos
económicos y sociales, hoy apela a “la mano dura”, ahora rebautizada: “mano justa”. Se oficializa así la
doctrina Chocobar, de disparar por la espalda, antes de dar el alto; ¡de locos!
Nefasta decisión del duranbarbismo, que
apela a que sean los propios excluidos quienes pidan y alienten la represión,
ya que el actual “delincuente” pueden serlo en un futuro próximo los despedidos, los
jubilados, los docentes, los marginados y todo aquel que ose reclamar por sus
derechos conculcados.
En esta nueva etapa, pueden caer bajo la
picota ¡todas, todos y todes!, más allá de la galimatías gramatical que poco o
nada aporta al problema de fondo.
Todos los índices económicos y sociales
bajan, como: los salarios, las jubilaciones, la industria,
y por otro lado sube el endeudamiento, el riesgo país, la pobreza, ¡lo peor no
ha pasado, está por venir! mal que le guste o no a los magnettos apropiadores,
que hoy suman un nuevo galón a su imperio, gracias a los diputados traidores
que desregularon el papel prensa, son los mismos que durante toda la gestión
Macri ¡¡¡le votaron todo!!!, como los Bossio, los Lousteau, y demás desbandados
del hoy llamado Justicialismo Federal, y del massismo en descomposición.
El fracaso del G20 se dio al día
siguiente de la cumbre, con el lavado documento, y días más tarde se reafirma con el pedido
de detención de la presidenta del proveedor de hardware de
telecomunicaciones más grande de China, creadores del chip Kirin 980 diseñado por Huawei para adelantar a Apple y Samsung
Electronics en el lanzamiento de un circuito integrado que tenga el doble de la
potencia de procesamiento que se utiliza para las aplicaciones de inteligencia
artificial.
Huawei es una de las principales
proveedoras de telecomunicaciones del
mundo, pionera en la tecnología 5G, que molesta sobremanera al
presidente de los EE.UU. que pretende manejar toda la tecnología
mundial de avanzada.
Pero
a todo esto, a nivel local se conocieron los nuevos índices de pobreza, de indigencia
y riesgo país que alarman, todo con el consenso del FMI, que avala una política
que hipotecará la vida de generaciones futuras, con nuevos endeudamientos
impagables.
Rara
situación de asentimiento de un organismo internacional al que solo le interesa
cobrar los intereses de la abultada deuda que hoy desparrama y que solo podrá
cobrar con un brutal ajustazo sobre las espaldas del pueblo, en especial de los trabajadores, de los
jubilados y de las Pymes, hoy ya “en la lona”.
Y por último y como remate de fin de año, vino el anuncio del “tarifazo
infernal” de luz, gas, agua y transporte, repudiado en todos los barrios,
calles y plazas del país con un contundente “cacerolazo”.
No hay salida en un gobierno que lo entregó todo, hasta la soberanía
nacional y se cae a pedazos a pesar de la cobertura de los medios adictos. La
única solución es terminar –lo
antes posible– con una situación
que lleva a la catástrofe, a pesar de algunos cándidos que aún creen, y que no
lo ven o hacen que no ven.
Es
el caso del esclavo que adula al amo que lo esclaviza y explota, ¿hasta cuándo se podrá continuar
por este camino sin salida, sin ninguna luz al final de ningún túnel?.
En lugar de
taparse los ojos y la nariz ante el servil adulador que causa repugnancia, se
debe buscar ayudarlos a salir del pantano del inframundo en el que el pueblo cayó,
¡pronto!, antes de que sea demasiado tarde.
“El ciego lleva a cuestas al tullido...
ande el pie con el ojo remendado” (Francisco de Quevedo y Villegas, 1580-1645).
Miguel Eugenio Germino
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