jueves, 2 de mayo de 2019

EDITORIAL Nº 287 MAYO DE 2019

EDITORIAL AL Nº 287 – MAYO 2019

   

 El vocablo hipócrita deriva del griego ὑποκριτής (hipocrités), que significa “actor o actriz”, en su origen no adquiría connotaciones negativas, pues hacía referencia a la función de desempeñar un papel, de actuar. Posteriormente, en esta misma cultura, se utilizó el término para referirse a aquellos que “actuaban” en la vida cotidiana, es decir, que fingían ser personas que no eran.
Así el concepto llegó a nuestras costas y hoy adquiere connotaciones importantes, claro está, en su segunda acepción y es utilizado por ciertos políticos como muletilla ante la falta de respuestas adecuadas a los desafíos del cargo que ejercen. Vale el prototipo del personaje “Dr. Merengue” de la historieta de Divito, desdoblados en su oculto “otro yo”.
A medida que se acercan las elecciones, con el empecinamiento de un gobierno que insiste con un candidato que cae estrepitosamente en las encuestas, el panorama se les presenta negro, aunque insistan y no aflojen.
Ahora intentan con medidas desesperadas para aplacar un tanto los precios inalcanzables para el pueblo –el más humilde claro está–. Medidas que no son nada novedosas, son los tan criticados tanto por Macri, Vidal y Peña, al gobierno anterior, los “precios cuidados”, después de haberlos descuidado durante tres años y medio.
Hacen de la mentira una creencia y un ensañamiento contra el sacrificio popular, nada le salió bien a Cambiemos, o más bien le salió a pedir de boca de los intereses de los grandes monopolios, preferentemente extranjeros, o de los familiares y amigos del poder. Aquel dogma es designado como “alivio”, ¿un paliativo tras tanto sufrimiento?
Para ello pisotearon la Constitución con ilegales decretos de necesidad y urgencia, destruyendo la división de poderes, clausurando en la práctica las sesiones del Parlamento y haciendo de la falsedad una manera de “gobernar”: mentir, engañar y cuando ello no alcance, ¡reprimir!
Hablan de “un único camino”, pero es el que ellos eligieron recurriendo al FMI, cuando bien sabían de antemano de sus condicionamientos inaceptables para la soberanía nacional, la prosperidad económica y el bienestar de un pueblo al que le negaron salarios y condiciones de trabajo justas.
No podían los trabajadores vacacionar o adquirir una TV plasma, ahora ya obsoleta, más aún, hoy carecen del acceso a las proteínas: a la leche, al pan, la carne, los huevos, la verdura y la fruta, se acabaron los asaditos domingueros y mucha gente se debe conformar con acudir a los merenderos, a los que tampoco abastecen adecuadamente.
Las viandas escolares además de insuficientes son de pésima calidad, cuando no se encuentran en mal estado o contaminadas de cucarachas. Les retiraron a los pibes la provisión de computadoras y no existen vacantes suficientes en las escuelas públicas.
Ni hablar de la salud, que cayó en un pozo ciego, sin insumos, sin camas y sin los medicamentos adecuados en tiempo y forma.
Los jubilados fueron reducidos a la casi mendacidad, con tan solo 10 mil mangos de mínima (quienes son más del 80% del padrón). El PAMI se encuentra desbordado y a la gran mayoría les retiraron los medicamentos gratuitos para casos agudos y crónicos.
Y el problema de la vivienda, que con los planes UVA dolarizados, entraron en una situación sin retorno porque ya no pueden cubrir las cuotas con sus salarios devaluados, los alquileres treparon a las nubes y muchas familia emigran a la casa de sus padres en el conurbano bonaerense, donde las intendencias deben asumir costos y subsidios de los que el Estado se desentiende.
El cóctel resulta ser tan explosivo que tanto Macri como Vidal ya no pueden transitar libremente por las calles y los pueblos del interior profundo sin recibir insultos de tonos elevados, y menos acudir al mentiroso timbreo sin ser corridos. Hoy aventuran a “la puesta en escena”, que pretenden viralizar en las redes, aunque a veces se les vuelva en contra, como el caso del obrero que increpa al presidente con su “hagan algo”. ¡No! ¡más vale no hagan nada!, ya que con cada cosa que hacen empeoran la situación.
En éste entorno deben abordar los comicios de octubre, y al evidenciar la caída libre en las encuestas recurren “a la trampa”, como la pretendida –fraudulenta e ilegal– trasmisión de datos del escrutinio mediante el escaneo y otras artimañas para amañar los resultados.
Especulan con la falta de unidad de la oposición, acompañados en muchos casos por el individualismo y el egoísmo de algunos, tratando de reflotar nombres sacados de “la galera”, como Lavagna que la va de dandy, y de no ser posible buscarán algún otro “dispuesto” de los que cada día quedan menos.
Así lanzan estas medidas que no alcanzan a un plan, de último momento (hasta el mes de octubre), como manotazo de ahogado ante la vertiginosa caída de su política neoliberal fracasada, del que el propio Macri no participó del anuncio, momentos antes de abordar el avión para unas nuevas vacaciones de Semana Santa.
Hablan de “congelamiento” de productos que ya antes aumentaron a niveles increíbles, de entre 249 y el 460%, hablan de “alivio” cuando solo es aflojarle un poco la soga al ahorcado.
Saben que su peor enemigo es “la unidad”, la que se va consolidando, lenta pero irremediablemente, sellándole la suerte a un gobierno que se desmorona día a día, y de allí la desesperación. En pocas semanas se tendrán las evidencias.
¿Qué pasará después de las elecciones? Si ellos llegaran a triunfar, en el país será el sálvese quien pueda; en cambio si pierden, que se las arreglen los que vengan, dejando ahora sí una verdadera “herencia recibida”.

                                                  Hasta la Próxima




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