Golfo Pérsico:
otro round por el control del petróleo
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| TENSIÓN EN EL GOLFO - PELIGRO DE GUERRA |
Se habla permanentemente, en todos los
medios, de las bondades y de las complejidades de las nuevas tecnologías. De
los cambios sociales y de las modificaciones en las relaciones internacionales
que provoca la comunicación inmediata y el efecto de las redes sociales, pero a
la larga, los conflictos mundiales se siguen suscitando por el mismo motivo: el
control de la industria energética.
No terminó de cerrar el capítulo de Venezuela
pero Estados Unidos ya se encuentra embarcado en otra cruzada para garantizar
el normal abastecimiento del petróleo. De eso se trata la escalada del siempre
latente conflicto con Irán.
Durante la guerra fría, la disputa
geopolítica era con un solo actor: la
Rusia soviética, ahora el panorama es distinto, aunque con
nombres parecidos: al protagonismo de los rusos y los yanquis hay que sumarle
la potencia de China.
La pelea principal está centrada en el
control del estrecho de Ormuz, por donde transita casi el 30 por ciento de la
producción petrolera mundial. Los recientes atentados contra buques petroleros
demuestran que ninguna de las partes va a
escatimar recursos, lícitos y de los otros, para no perder predominio en la
zona. Todo esto en el marco de la guerra comercial que hace rato sostienen
China y Estados Unidos.
La administración de Trump no acepta la
independencia de Irán para mantener su soberanía sobre aguas del Golfo Pérsico
y sabe que el petróleo le da recursos para reforzar su fuerza militar, es por
eso que con la excusa de las supuestas violaciones al los tratados
internacionales, busca complicar a la economía iraní.
Está por verse hasta dónde tensarán la cuerda ambas partes, y cuándo harán sus
movimientos las otras potencias mundiales, pero este tira y afloje genera un
clima de guerra en el Cercano Oriente que no anticipa buenas noticias para el
futuro inmediato de la política mundial.
Pablo Salcito
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