“No existe
la libertad de prensa, tan sólo es una máscara de la libertad de empresa (…)
El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza”.
El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza”.
Con estos pensamientos de Arturo
Jauretche como introducción, vale entrar en el análisis del
delicado momento que está viviendo el país, entendiéndose como tal a la patria,
la nación y el pueblo que lo habita.
El amplio concepto de “libertad de
prensa”, involucra a su vez todos los artilugios de que se valen los medios
gráficos –que analiza también Jauretche– como: la burda mentira, el tutelaje, el cuerpo de letra, la
página en que se edita, el recuadro, la foto, etc., concepto que se extiende a la
vez a los medios digitales y a las “modernosas” redes sociales.
Justamente la burda, o la estilizada mentira, utilizando
las metáforas de tempestades y torbellinos a las que siempre apeló el macrismo para
exculparse de los errores propios y endilgárselos a los otros, fue la que le dio
margen a un gobierno hoy inmerso en un barco sin timón ni timonel, que hace agua
por los cuatro costados.
Primero fue “la herencia recibida”, y
ahora, tras la catástrofe electoral de agosto en las PASO, culpa a las supuestas
políticas que implementaría el futuro gobierno, y para ello se esconde tras las
bravuconadas, mezcladas de predicadoras monsergas que incluyen lágrimas y
puestas en escena.
Todo se combina además con tristes
personajes, como Durán Barba, la paranoica y obsesiva diputada Elisa
Carrió, y “un duro” jefe de Gabinete Marcos Peña, entre otros.
La cuestión es encubrir la verdadera
razón a la que vinieron Macri y su “equipo”, que en el
fondo es el clásico “reparto de la torta” que desde el comienzo la ubicó en un
plano inclinado, hacia el mundo financiero, los amigos del poder y los
monopolios extraterritoriales ligados a las grandes potencias imperiales
que dominan el mundo.
Para ello se redujo a piltrafas el salario
de los trabajadores y los haberes jubilatorios, se liquidó la industria
nacional, se destruyó a gran parte de las PyMEs y se endeudó al país a niveles
impagables, disparando al dólar, cortando las cadenas comerciales y de pagos. Ya
se susurra en corrillos financieros, la posibilidad de un nuevo “corralito”, en
esta
oportunidad para entregarle a los ahorristas bonos devaluados.
Mientras para “zafar”, apelan al engaño
con algunas medidas de coyuntura, tardías e insuficientes, criticadas por los
economistas y gobernadores, además con un plazo fijo de tres meses, para que
éstas le caigan de lleno a su término al futuro gobierno.
Sin embargo y volviendo a Jauretche: “La
falsificación (de la historia) ha perseguido precisamente esta finalidad:
impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argentinos poseamos
la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional”,
y
agregamos: y lograr un futuro promisorio que favorezca a las grandes mayorías y
no a las exiguas minorías privilegiadas.
Hoy, tras la “paliza electoral” sufrida por el
macrismo en las PASO, se comprueba ver cómo, empresarios, periodistas
y políticos pugnan por pasar del otro lado… del punto de donde el sol calienta,
ya que el sol que no sale para todos, solo calienta a unos pocos, para el resto
“Noches sin lunas ni soles”, al decir de nuestro querido amigo y director
cinematográfico José Martínez Suárez, recientemente fallecido. Aquellos, tratarán
de esconder sus vergüenzas –las que nunca tuvieron– y
mimetizarse, tras un camuflaje, tal vez para mañana volver a reaparecer y
cometer nuevas e imperdonables fechorías. ¡¡¡Y allí radica el peligro!!!
¡¡¡Cuidado, los panqueques y los camaleones
existen!!! Sin embargo es posible un
nuevo amanecer a pesar de los irredimibles, los arrepentidos o los farsantes,
un amanecer sin mentiras, embaucadores, tramposos ni ficciones, tampoco sin
puestas en escena para “cachar giles”.
Hasta
la Próxima
Excelente Sr.Director, como todos los meses. Un saludo afectuoso a Ud. y todo ewuipo de PRIMERA PAGINA. Hector Rebasti.
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