Tambalea la pax norteamericana en Latinoamérica
Todo parecía controlado para los delegados de
la Casa Blanca. Venezuela aislada, Bolivia y Uruguay ocupados en su proceso
electoral y Brasil y Argentina como garantes del orden deseado por Washington.
Pero pasaron cosas, y esas certezas se convirtieron en interrogantes y en
esperanzas.
El toque de alarma fue la elección en
Argentina. La sorpresiva paliza que recibió el gobierno de Mauricio Macri con
la subsiguiente posibilidad del retorno del peronismo al poder, alteró un
tablero que parecía dominado y a prueba de sorpresas. Las amenazas no
amilanaron a los pueblos latinoamericanos, que empiezan a despertar y a
manifestar su disconformidad con los ajustes que los condenan a la pobreza.
El mismo Mauricio Macri tuvo que borrar con el
codo lo que escribió con su mano al pactar con el FMI. Medidas “populistas” de
emergencia surgieron a destiempo, para evitar la masacre electoral. Bolsonaro
quedó solo y ya no habrá eje Brasilia - Buenos Aires. El mandatario brasileño
deberá convivir con un vecino de distinto tono ideológico y además deberá
lidiar con su creciente impopularidad.
Los halcones de la Casa Blanca, que jugaron
todas las cartas a la continuidad macrista, ahora deberán volver a barajar y
dar de nuevo. No pueden permitirse tener el Cono Sur desordenado en medio de la
guerra comercial y política con China y con Rusia.
Los otros proyectos neoliberales naufragan en
la indolencia y en el descrédito. Le pasa a Piñera en Chile y sucede también en
Perú. Tal vez Colombia sea hoy el país neoliberal más estabilizado.
A veces un rayo de luz puede iluminar una
oscuridad que parecía interminable.
Pablo Salcito
No hay comentarios:
Publicar un comentario