jueves, 31 de octubre de 2019

TEATRO BAR NÜN


NÜN TEATRO BAR de Juan Ramírez de Velasco 419





Sandra Srolovich, coreógrafa y artista en distintas disciplinas que organiza sesiones de danza en lugares públicos y además ofrece una serie de talleres es la dueña del NÜN Teatro Bar inaugurado el 30 de octubre 2015. Ha desarrollado este espacio para creadores de actividades artísticas, es un lugar para experimentar las artes escénicas, la música, el cine y teatro. Además pensado para talleres, seminarios y cursos relacionados con las actividades culturales para niños, adolescentes y adultos. Un espacio pequeño pero lleno de grandeza en la magnitud de su tarea. Un barcito retro-vintage al frente y al final del mismo una boletería y una puerta que se abrirá para deleitarnos con variadas propuestas culturales.

“Voraz y melancólico”
de y por Toto Castiñeiras



Toto Castiñeiras es actor, artista plástico y clown, trabaja con el Cirque du Soleil desde hace años. Tiene una estética y una manera de escribir y dirigir muy personal.
La acción: transcurre en Misiones en la elección de la Reina de la Yerba Mate, entre kermese y leyenda guaraní del lobizón (aquella del séptimo hijo varón que se convierte en hombre lobo en noches de luna llena), mientras en forma transversal nos muestra cuestiones que son abarcativas de la humanidad. Uno observa cómo en ese entrevero se nos plantan pequeñas semillas en las que tal vez nos involucran a todos: amores, el maternal, el extremo cuidado paternal, violencia, erotismo inocente y puro que se contrapone con procacidad y voracidad salvaje.
El elenco: Micaela Rey (la Rubia) nos invita a escapar y hacer algo diferente, excelente trabajo. Ignacio Torres (El Lobo) el séptimo hijo bautizado Bonorino, se desempeña con encanto y también con cierta inocencia. Su presencia nos trae un remoto recuerdo a la película “Nazareno Cruz y el Lobo” de Leonardo Favio de 1975. Santiago García Ibañez (El Niño) una mezcla de payador y guitarrero que nos llevará de la mano por la historia que nos cuenta y muchas cosas más. Todos en este grupo son jóvenes y sólidos artistas.
La dramaturgia y la dirección: Toto Castiñeiras ha logrado tener una firma de autor que se va consolidando no sólo en sus obras sino en la forma en que las dirige. De alguna manera, cuando vamos a ver alguna de sus otras realizaciones, como Gurisa y Orillera que están en cartelera, podemos reconocen su estilo. En Voraz y melancólico la ficción está montada sobre un tablado pequeño pero resistente para todo el juego escénico de los personajes y elementos que se utilizan: guitarra, bombo, máscaras, etc. Los protagonistas se van engarzando en un movimiento corporal permanente. Se nutren de un texto por momentos muy bello y en contraposición en otras acciones primaria, colérica o infantil. Así vamos desovillando la trama entre piruetas, malambo, zamba y chamamé. El multipremiado director Toto Castiñeiras utiliza distintos estilos teatrales y artísticos para una puesta dinámica, ruidosa y llamativa.
Voraz y melancólico, energía e histrionismo con una estética particular. Muy interesante.
En: NÜN Teatro Bar, Juan Ramírez de Velazco 419. Sábados 18 hs.


“Stefano” la música del alma
de Armando Discépolo por Rubén Pires



El “grotesco criollo”: se considera a Armando Discépolo como el creador de este género teatral. En cuanto a la constitución hace referencia al cruce entre lo trágico y lo cómico uno de sus aspectos definitorios, así como también a los distintos tipos de fracasos experimentados por el/o los protagonistas, que dan lugar al quiebre de la utopía inmigratoria de principios del siglo XX, exponiendo una realidad social mísera, angustiante y frustrada. Estamos hablando de la inmigración que llegó a principios del siglo XX después de la hambruna sufrida a finales del siglo XIX y principios del XX. De esta forma, la pieza teatral pone en escena una situación de referencia inmediata para los espectadores, a quienes desconcierta en tanto se supera lo simplemente jocoso (propio del sainete) para exponer una situación dramática en la que la tensión entre lo trágico y lo cómico nunca resuelve nada.
El elenco: Luis Longhi: Stefano, hablar de sus composiciones teatrales es redundar en complejos y casi permanentes elogios, no me imagino otro actor haciendo “Stefano”. Maia Francia: Margarita es impecable, como todo lo que hace, aquí la vemos con abundantes cejas, despeinada, de delantal y batón reclamando lo que le habían prometido, mientras harta de todo come una polenta vieja y seca. Stefano se tenía que hacer famoso por crear una ópera y nunca pasó de director de orquesta. Marcelo Bucossi: el abuelo, gran trabajo su acento, su manera de comportarse, casi sin tener conciencia de la realidad. Elida Schinocca: la abuela, otro personaje perfecto en su realización, en su hablar cocoliche entre castellano y napolitano igual que el abuelo. Mariano Falcón: Esteban es el que se adapta y desarrolla un trabajo “serio”. Gonzalo Álvarez: Pastore, muy bien en su rol, excelente voz, casi operística. Lucia Palacios: Ñeca, caprichosa e histérica que por todo se queja. Una mención para Nico Cucaro: Radamés, nombre de la ópera “Aída”, excelente actuación de este joven que es actor, cantante y aquí es un personaje especial.
La dirección: Rubén Pires no deja nada librado al azar, consigue recrear el grotesco y la vida que llevaban estos inmigrantes a cuestas en pasado y presente en el contexto de la obra. Junto con Longhi son una dupla imbatible.
La escenografía: de Rubén Pires y Gustavo Di Sarro nos remonta a una casa de familia de conventillo de La Boca con ladrillos y chapas, no existe el telón pero se han ocupado de mostrarnos la sorpresiva belleza de la realización, junto con la música de Sergio Vainikoff nos pone en clima de la obra, muy buena.
Una gran obra para recrearnos en un género poco usado en la actualidad el “grotesco criollo”. Excelente.
En: Teatro Andamio 90, Paraná 660. Jueves 21 hs.





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