LA BATALLA DE LA VUELTA DE OBLIGADO
20 de noviembre de 1845: Día de la Soberanía Nacional
La batalla de la Vuelta de Obligado se produjo el 20 de
noviembre de 1845, en aguas del río Paraná, sobre su margen derecha y en el
norte de la provincia de Buenos Aires, en un recodo donde el cauce se angosta y
gira, conocido como Vuelta de Obligado, en lo que hoy es la localidad de
Obligado (partido de San Pedro).
Aquella mañana, más de un millar de argentinos enfrentaron a
la armada más poderosa del mundo, la anglo-francesa, que pretendía remontar ese
paso y navegar libremente por el Paraná, en una gesta histórica que permitió
consolidar definitivamente nuestra soberanía nacional.
Por medio de la Ley Nº 20.770, el Congreso de la Nación
instauró el 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración
de la batalla de la Vuelta de Obligado.
Carta de San Martín a Rosas
Nápoles, 11 de enero de 1846
Excmo. Sr. Capitán general, presidente de la República
Argentina, D. Juan Manuel de Rosas.
Mi apreciable general y amigo:
En principios de noviembre pasado, me dirigí a Italia con el
objeto de experimentar si con su benigno clima recuperaba mi arruinada salud;
bien poca es hasta el presente la mejoría que he sentido, lo que me es tanto
más sensible, cuanto en las circunstancias en que se halla nuestra patria, me
hubiera sido muy lisonjero poder nuevamente ofrecerle mis servicios (como lo
hice a usted en el primer bloqueo por la Francia); servicios que aunque conozco
serían inútiles, sin embargo demostrarían que en la injustísima agresión y
abuso de la fuerza de la Inglaterra y Francia contra nuestro país, éste tenía
aún un viejo defensor de su honor e independencia; ya que el estado de mi salud
me priva de esta satisfacción, por lo menos me complazco en manifestar a usted
estos sentimientos, así como mi confianza no dudosa del triunfo de la justicia
que nos asiste.
Acepte usted, mi apreciable general, los votos que hago
porque termine usted la presente contienda con honor y felicidad, con cuyos
sentimientos se repite de usted su afectísimo servidor y compatriota.
José de San Martín
Antecedentes de la Vuelta de Obligado
Desde 1840 se había renovado en Inglaterra el interés por el
comercio con América del Sur. Para la expansión de su actividad económica
reclamaba la libre navegación de los ríos. Rosas no estaba dispuesto a aceptar
esta exigencia. Al mantener el control de la navegación y de las recaudaciones
aduaneras perseguía varios propósitos: engrosar el tesoro de la provincia;
lograr el apoyo de los comerciantes porteños favorecidos por su política;
ocasionar perjuicio a sus opositores de las provincias del litoral; ejercer
presión económica sobre Paraguay para que éste terminara por incorporarse a la
Confederación; influir sobre la política seguida por Uruguay y por Brasil.
A partir de 1842 se reanudó un conflicto interno en la Banda
Oriental, y Rosas intervino apoyando a uno de los bandos. Esta decisión del
gobernador de Buenos Aires provocó la reacción de Francia y de Gran Bretaña y
la decisión de una intervención conjunta en el Río de la Plata.
Para Gran Bretaña, la posibilidad de una acción coordinada
entre la Banda Oriental y Buenos Aires significaba la anulación de la división
política en el Río de la Plata –impuesta por su mediación con la creación, en
1826, de la República Oriental del Uruguay como Estado independiente–. Los
intereses británicos se veían gravemente amenazados por el peligro de una
política conjunta de los dos países que controlaban el comercio y la navegación
en el río de la Plata. Los intereses de los comerciantes ingleses en Montevideo
y en Buenos Aires no eran los mismos. Pero los dos grupos se beneficiaban con
la navegación pacífica del río de la Plata y con la apertura de los ríos
interiores (el Paraná y el Uruguay) al comercio internacional.
Cuando en 1843 Oribe inició el sitio de Montevideo, luego de
haber derrotado a Rivera en Arroyo Grande, la flota argentina al mando de Brown
inició el bloqueo por mar. La defensa de la ciudad quedó al mando del general
Paz que formó legiones de extranjeros. El representante inglés Mandeville y el
francés de Lurde mediaron para poner fin a esta situación, Rosas rechazó la
mediación.
El comandante de la escuadra inglesa en el Atlántico actuó
por su cuenta y desconoció el bloqueo. Florencio Várela partió a Europa en
representación de Rivera y de la Comisión Argentina (unitarios) para gestionar
la intervención armada anglofrancesa contra el gobernador de Buenos Aires.
En esta oportunidad, también Brasil intervino en el
conflicto a favor de sus propios intereses. A mediados de 1844 propuso a Gran
Bretaña una acción conjunta contra Buenos Aires para eliminar la influencia
argentina en la Banda Oriental y establecer la apertura de la navegación de los
ríos interiores. Esta apertura era necesaria, declaraba, para poner fin al
aislamiento del Paraguay.
Finalmente, el gobierno inglés también decidió intervenir
con el objetivo de lograr la libre navegación de los ríos y mantener el
equilibrio rioplatense según el tratado de 1828 frente a las pretensiones de
incorporar la Banda Oriental al sistema rosista.
En 1845, Mandeville fue reemplazado por William Ouseley,
quien no se entendió con Rosas y en setiembre declaró el bloqueo al río de la
Plata. En abril de ese año, naves inglesas y francesas bloquearon el puerto de
Buenos Aires. El caudillo oriental Manuel Oribe –con el apoyo de Rosas–
mantenía sitiada la ciudad de Montevideo por tierra y, desde 1843, Buenos Aires
sitiaba por el río las costas de la Banda Oriental.
Pero las naves inglesas desconocían el bloqueo de las naves
porteñas y permitían el aprovisionamiento de Montevideo. A mediados de 1845 y
después de un ultimátum, las fuerzas navales británicas y francesas rodearon a
la escuadra argentina: la capturaron y la obligaron a fondear en el puerto de
Buenos Aires. Meses más tarde se propusieron remontar el río Paraná, para poner
en práctica el objetivo de la libre navegación de los ríos interiores.
LAS CADENAS DE OBLIGADO EN EL MUSEO DE LA MEMORIA
Relato de la batalla por Felipe Pigna
En la mañana del 20 de noviembre de 1845 pudieron divisarse
claramente las siluetas de cientos de barcos. El puerto de Buenos Aires fue
bloqueado nuevamente, esta vez por las dos flotas más poderosas del mundo, la
francesa y la inglesa, históricas enemigas que debutaban como aliadas, como no
podía ser de otra manera, en estas tierras.
La precaria defensa argentina estaba armada según el ingenio
criollo. Tres enormes cadenas atravesaban el imponente Paraná de costa a costa,
sostenidas en 24 barquitos, diez de ellos cargados de explosivos. Detrás de
todo el dispositivo, esperaba heroicamente a la flota más poderosa del mundo
una goleta nacional.
Aquella mañana, el general Lucio N. Mansilla, cuñado de
Rosas y padre del genial escritor Lucio Víctor, arengó a las tropas: “¡Vedlos,
camaradas, allí los tenéis! Considerad el tamaño del insulto que vienen
haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar las aguas de un río que
corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con
que se creen poderosos. ¡Pero se engañan esos miserables, aquí no lo serán!
Trémole el pabellón azul y blanco y muramos todos antes que verlo bajar de
donde flamea”.
Mientras las fanfarrias todavía tocaban las estrofas del
Himno, desde las barrancas del Paraná nuestras baterías abrieron fuego sobre el
enemigo. La lucha, claramente desigual, duró varias horas hasta que por la
tarde la flota franco inglesa desembarcó y se apoderó de las baterías. La
escuadra invasora pudo cortar las cadenas y continuar su viaje hacia el norte.
En la acción de la Vuelta de Obligado murieron 250 argentinos y medio centenar
de invasores europeos.
MONUMENTO EN SAN PEDRO
Pero tres años más tarde, los bloqueadores se vieron
obligados a firmar la Convención Arana-Southern, que se selló el 24 de
noviembre de 1849. El gobierno inglés se obligaba a “evacuar la isla de Martín
García”. Por el artículo 4º, el gobierno de su Majestad reconocía “ser la
navegación del Río Paraná una navegación interior de la Confederación Argentina
y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos, lo mismo que la del río Uruguay
en común con el Estado Oriental”. Hoy, la defensa de la soberanía pasa por
profundizar el modelo industrial productivo inclusivo, libre de ataduras a las
recetas, y los modelos de los llamados generosamente “organismos multilaterales
de crédito”, que lo son en realidad de la usura, el atraso y la regresión en
políticas sociales, fiscales y salariales.
Parque Histórico Natural Vuelta de Obligado
El Parque Histórico Natural Vuelta de Obligado está situado
a orillas del río Paraná y fue declarado sitio histórico en el año 1942.Combina
armoniosamente historia y naturaleza, brinda un recorrido por los monolitos que
hacen honor a los héroes del combate, ensamblados en medio del parque natural,
que se luce en las barrancas del río Paraná a la altura de San Pedro.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
-http://folkloreargentino.blogspot.com/2005/11/20-de-noviembre-da-de-la-soberana.html
-https://historiaybiografias.com/vuelta_obligado/
-https://nomequieroolvidar.wordpress.com/2010/11/21/el-combate-de-la-vuelta-de-obligado-o’donnel-pigna-di-meglio-harari
-https://www.elhistoriador.com.ar/san-martin-sobre-la-vuelta-de-obligado/
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