“Y cuando los
dos fuegos sean apagados, un tercer fuego quemará las cenizas. Pocos hombres y
pocas cosas quedarán; pero lo que quede deberá ser sometido a una nueva purificación,
antes de entrar en el nuevo paraíso terrestre”.
Rasputín
Fue un místico y funesto personaje ruso que
escaló en lo profundo del régimen zarista, hasta convertirse
en el principal consejero del zar de Rusia. De gran facilidad de palabra, aprendió a hipnotizar con su mirada, logró implantar en sus seguidores una peligrosa dependencia,
por lo que muy pronto creó un grupo de fanáticos que abandonaban a sus familias para seguirle, como un enviado de Dios
para salvar a la humanidad.
Con un gran poderío en los últimos días
de la dinastía Románov, logró penetrar en los círculos más íntimos de la nobleza, desde donde ejerció una incalculable
influencia, gracias a sus dotes de monje y curandero logró un descomunal dominio, especialmente sobre la zarina Alejandra
que cayó bajo su irresistible influjo.
INTRODUCCIÓN A UN TEMA POCO INTELIGIBLE
El ser humano
es el único animal capaz de ver más allá de lo que ven nuestros ojos y
creer en cosas sólo posibles mediante la fe. Algunos lo ven como una debilidad,
otros, como el motor que ha hecho de la Humanidad lo que somos ahora,
debido a cambios culturales, económicos y sociológicos atribuibles algunas
veces a cuestiones religiosas o sobrenaturales.
Hay personajes en la historia que brillaron por sus
acciones, hayan sido éstas científicas o humanitarias, la lista sería enorme, pero
también es cierto que existieron otros, en una dimensión diametralmente
opuesta, en otra lista de similar magnitud, que
dejaron una impronta poco digna de imitar por su
mal ejemplo.
Nuestro país tuvo el desgraciado privilegio de
contar con algunos, uno en los últimos tiempos, José López Rega (1916-1989), que produjo grandes daños sociales y humanos; como si fuera una especie de reedición, aún más
burda, del personaje que hoy los ocupa.
Estos personajes entran en el terreno del misticismo,
rodeados de otras facetas propias de una
mentalidad ególatra, poco sana y propensa a perdurar por los malos ejemplos,
tal vez realizados, como víctimas de su propio desvarío y siempre… siempre, aprovechando
la debilidad de sus víctimas.
+
BIOGRAFÍA
Nació en Pokróvskoie, Rusia, el 21 de enero de 1869, y fue asesinado en San
Petersburgo el 30 de diciembre de 1916. Vivió sus
primeros años en su aldea de nacimiento, Pokróvskoye
(Siberia), un lugar que incluso hoy,
cien años después, parece congelado en el tiempo.
Desde pequeño se ganó el calificativo de
niño raro. Tenía muchos tics y era muy nervioso, siempre tenía que
estar haciendo algo con las manos, ya entonces era conocido por sus profecías o
visiones. Su hija María cuenta que con 14 años gritó "¡el
reino de Dios está con nosotros!", y se fue a esconder al bosque,
donde permaneció hasta que regresó "con una luminosa tristeza".
Con Rasputín es imposible saber qué es
verdad, y qué es mentira. Cuenta la leyenda que, siendo un niño, se contagió de
unas fiebres que lo hacían delirar, se había producido un robo de caballos en
la aldea y, sin que nadie supiera cómo se había enterado, saltó de la cama
y se lanzó encima de un vecino, gritando "¡Éste es el
ladrón! ¡Éste es el ladrón!". En efecto, después se demostró que
había robado el caballo. Los expertos creen que sufría algún trastorno mental
que le impedía centrarse en una sola cosa. Ya adulto no encontraba trabajo
estable, se dio a la bebida y participó en un robo de caballos (por lo visto,
la actividad delictiva más popular en aquellos tiempos). Curiosamente, sus
compinches fueron desterrados de Siberia y él fue el único que no fue
condenado.
SUS SUPUESTAS
DOTES DE SANADOR
Tenía la apariencia de un monje, por su aspecto e indumentaria, pretendiéndose un Jesús sanador mediante el rezo, dotes que llegaron a los oídos de la zarina
Alejandra que en 1905 lo llamó a la corte para ayudar a su hijo y heredero al
trono, Alexéi Nikoláievich, que padecía hemofilia. Rasputín asombró a todos
curando temporalmente al hijo del zar con métodos que nadie podía explicar,
mediante una especie de hipnosis. Se convirtió en su médico personal y cautivó
completamente a la zarina, se comentó que también fue su amante.
Su influencia era tan grande que se dice que
todas las decisiones del zar Nicolás II eran revisadas por el propio Rasputín.
Durante la Primera Guerra Mundial sus enemigos lo acusaron de ser un espía
alemán e influir en la zarina, de ascendencia alemana, lo que contribuyó a la
caída del régimen zarista en Rusia.
CON LA NOBLEZA RUSA |
PERO ¿QUIÉN FUE RASPUTÍN?
“Antes de que
podamos arrepentirnos, tenemos que pecar”.
Conocido también
con el apodo de “El monje loco” (aunque
de monje tenía poco, ya que le gustaba participar en orgías en la nobleza
rusa), fue una de las figuras más enigmáticas de la historia. ¿Un monje
visionario, un profeta, un sanador místico, un brujo?, y otros calificativos
similares que tanto nos fascinan.
¿Es cierto que predijo su propia muerte, así
como la llegada del Comunismo, la caída de la Iglesia en Rusia, e incluso la
contaminación y la fecundación in-vitro? ¿Era, como dice la
leyenda, inmune al cianuro? ¿Qué hay de verdad en los rumores sobre la longitud
de su pene, que supuestamente se conserva en formol en un museo erótico de
Rusia?
UN ASESINATO
DE LEYENDA
Como era de predecir, muchos duques,
condes y otros miembros de la corte rusa no veían con buenos ojos que un
místico pueblerino tuviera semejante influencia en el zar y la zarina de Rusia.
El príncipe Félix Yusúpov, con ayuda de otros miembros de la nobleza rusa,
organizó su asesinato. Investigaciones posteriores indican que también
estuvo implicado el Servicio Secreto Británico. Lo llamaron al palacio de
Yusúpov con la excusa de que su esposa Irina quería conocerle.
Rasputín se presentó y fue atendido en un sótano
mientras esperaban la llegada de la princesa, que ni siquiera estaba en Rusia.
Le invitaron a bollos y vino... envenenados con cianuro. En el museo Moika de
San Petersburgo hay una recreación de la escena.
Pese a que los bollos tenían cianuro como
para matar a un elefante, Rasputín no se inmutó. Según un libro publicado por
el propio príncipe Yusúpov, que era escritor, le sirvió dos vasos de vino
llenos de cianuro y, lejos de sentirse mal, Rasputín cogió una guitarra y
comenzó a cantar.
El
príncipe salió nervioso de la sala, pensando que Rasputín era inmortal. ¿Qué
pasó con el cianuro? Posiblemente estaba en mal estado, o el azúcar de los
bollos y el vino disminuyeron su efecto. Otras versiones dicen que el propio
Rasputín llevaba un antídoto, o se había vuelto inmune tomando pequeñas
cantidades durante años.
Otro de los conspiradores, Purishkévich,
convenció al príncipe para que le disparase por la espalda. Así lo hizo. Le
disparó varios tiros, supuestamente uno en pleno
corazón. Cuando se acercó a comprobar si había muerto, Rasputín se
abalanzó sobre él y lo maldijo. Purishkévich lo acribilló a balazos, pero
Rasputín no caía. Salió huyendo hasta que otro disparo lo alcanzó en el hombro.
Después lo remataron con un tiro en la cabeza. Lo ataron con cadenas y lo
tiraron al río Neva, su cadáver apareció días después, congelado.
La autopsia concluyó que no había muerto
por el cianuro o las balas. Había muerto ahogado en el río, el 30 de diciembre de 1916.
Rasputín fue enterrado junto al palacio, pero unos años después lo
desenterraron y quemaron su cadáver en un bosque. Rasputín murió 10 días antes de
haber cumplido los 48 años de edad. El príncipe Yusúpov
escribió posteriormente un relato en donde contaba punto por punto el suceso
ocurrido en la última noche de Rasputín.
OTRA LEYENDA
DEL PERSONAJE
Desde 2004, en un Museo Erótico de San Petersburgo, se exhibe un
gran pene en formol, considerado el de Rasputín. Ésta era otra de las causas
por las que Rasputín siempre estaba rodeado de un séquito de mujeres, no sólo
por su capacidad de copular extensamente durante un tiempo considerablemente
largo, sino también por el tamaño de su miembro viril. Según dejó
escrito la hija mayor de Rasputín (María), su pene alcanzaba los 35 cm de longitud (longitud
discutida entre 28,5 cm y 35 cm), el cual le fue cortado en el mismo momento de su asesinato y
posteriormente conservado en formol.
Quizá
sea uno de los hombres más sorprendentes y
enigmáticos que hayan vivido sobre la tierra. Grigori llevaba en su juventud la
vida típica de un campesino siberiano, hasta que sufrió su conversión. Era muy
alto de estatura, de hábil y elocuente poder oratorio, personalidad abrumadora,
de aspecto un tanto tosco, grosero a veces, violento, tenía una mirada muy
penetrante y era poseedor de un carisma profundo. Amaba y odiaba efusivamente.
Era un actor soberbio y convincente, se sabía poseedor de estas habilidades y
las usó inteligentemente en su provecho.
A
la zarina le dijo que si él muriera en manos del
pueblo, el Zar podría seguir reinando así como sus descendientes. Por otro lado
si muriera en manos de nobles rusos, la vida
monárquica en el país tenía los días contados. Y
así ocurrió. Se produjo la Revolución Rusa y Lenin se hizo con el poder,
acabando con los Romanov.
Dejó para la humanidad una enorme cantidad de
frases y profecías espeluznantes.
“Todos los
hombres respirarán la muerte, y todos los hombres morirán a causa de los venenos
suspendidos en el aire. Enfermarán las plantas y morirán una tras otra. Los
bosques se convertirán en un enorme cementerio, y entre los árboles secos
vagarán sin rumbo hombres aturdidos y envenenados por las lluvias venenosas”.
Un verdadero personaje de una leyenda fantástica,
misteriosa y, a la postre, macabra.
Miguel
Eugenio Germino
Fuentes:
--https://computerhoy.com/reportajes/life/quien-fue-rasputin-curiosidades-sus-profecias-
mas-inquietantes-293033
--https://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20111230/54242663253/rasputin-el-enigmatico-monje-loco-es-asesinado.html
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