“El discreto
encanto de la fantasía”
Dueña de una seducción
que emanaba de su particular voz, en el programa Las siete lunas de Crandall, Betty se preguntó una vez: “¿Cómo sería mi vida sin
la radio?, todo lo que no puedo expresar, comunicar, conectar en la vida privada
lo tengo en este momento a través de la radio”, en la que debutó a los 18 años.
Desde allí supo encantar creando fantasías, imaginarios
escenarios, picardías y relatos. Fue una
creadora de mundos fascinantes.
Partió a los 78 años, el 30 de noviembre de 2018, luego de luchar desde 2015 contra un cáncer de pulmón,
según lo había comentado
su amigo José Luis Zorzi a través de las redes sociales. "Con mucho dolor les cuento que nos dejó nuestra querida amiga, maestra,
compañera de muchas horas y días de radio. Buen viaje.
Gracias por enseñarnos un camino y vivir la radio como una actitud de
vida".
Había nacido el 4 de enero de 1940 en Buenos Aires bajo el nombre de Deolinda Beatriz Bistagnino, de
madre española y padre italiano.
Varias generaciones extrañan su voz, esa
voz que ofrecía otra mirada, que permitía crecer y soñar, ser otra persona,
reflexionando la cotidianeidad con una originalidad mágica y seductora, que era
una obsesión recreadora de un universo desde la radio.
Condujo
los mejores programas (récords de audiencia) en las mejores radios: El
buen día (Radio Del Plata), La burbuja (Belgrano), Las
siete lunas de Crandall (Continental), Studio Fiat y Y
a mí… ¿por qué me escucha? (Splendid).
Ganó
dos Martín Fierro, dos premios Zebra de Oro, un Konex, el Premio de la Sociedad
Argentina de Locutores y la Cruz de Plata Esquiú.
Fue como una campana que iluminó senderos
en un mundo mágico, pintando vivencias, con diálogos profundos y
esperanzadores.
Natan
Blum
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