sábado, 18 de abril de 2020

DE LA CUARENTENA A LA PRISIÓN DOMICILIARIA



LA DEPRECIACIÓN DE LOS “VIEJOS”

“Que el árbol no nos tape el bosque”


Nos es la primera vez, y posiblemente no sea la última, en considerar a quienes, técnicamente denominan Adultos Mayores, y que muchas veces se los menosprecia con otros calificativos, (viejos, clase pasiva, etc.).
La peste que está padeciendo la Argentina, no la generaron precisamente los “viejos”, vino de afuera, y hasta hay sospechas de que fue creada por la primera potencia del mundo, para atacar a su adversario  económico del Asia.
Vino de afuera y en el país muchos la padecen, aunque por previsiones del Gobierno Nacional el ataque no está siendo tan virulento como en el “norte desarrollado”, los llamados sub desarrollados tomaron las prevenciones anticipadamente para mermar los contagios.
La cuarentena fue una de las armas principales, ya que no existe aún la vacuna, las otra fueron; la puesta a punto de hospitales, hospitales nuevos, hospitales temporales, tomar distancias en las colas, el barbijo (tapaboca casero), que no fue provisto como  debiera haberlo sido por el Gobierno de la Ciudad, y salir solo lo indispensable a las calles.
Este gobierno de la Ciudad, en el poder desde hace 13 años, durante  aquel tiempo no construyó ni un solo hospital nuevo, desfinanció la salud y a nivel nacional se eliminó el Ministerio de Salud. (También los ministerios de Ciencia y Tecnología, Cultura, Energía, Agro industria, Turismo, Ambiente, Trabajo y Modernización que se convirtieron en secretarías).
Ahora Larreta, con la excusa de “cuidar a los viejos”, los confina a una “prisión domiciliaria” “los problemas que van a tener si no hacen no que tienen que hacer…”  amenazó su ministro de salud Fernan Quiróz.  Para poder salir deberán gestionar por internet una autorización, al teléfono 147 –como si fuera fácil comunicarse-- y hasta “pensaban” en una multa. Toda una sobre protección vinolenta que viola la libertad individual de los mayores.
El  tema del maltrato a los viejos no es nuevo, el cineasta Leopoldo Torre Nilsson, lo aborda en su film “La Guerra del Cerdo”, que abunda en situaciones ya descontroladas.
Opinaba alguien  –exagerando el tema—“así como vivo con autonomía y lucidez quiero tener la posibilidad de morir libre” un verdadera elección sartreana sobre la libertad”

                                               Miguel Eugenio Germino
                                                     Periódico Primera Página




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