viernes, 30 de octubre de 2020

LIBRERÍA RODRIGUEZ - ALMAGRO

 Librería Rodríguez Almagro


Una librería de barrio para deleitarse con el 


mundo fascinante de los libros


                                             FRENTE DE LA LIBRERÍA
 

Las librerías de barrio tienen un encanto, una magia que las grandes cadenas envidian. Es el caso de la Librería Rodríguez Almagro, ubicada en Pringles 486. El local que para beneplácito de los almagrenses abrió en noviembre de 2016, es pequeño y sencillo, pero ello no quiere decir que el material que ofrece sea escaso, todo lo contrario, estamos frente a una librería bien surtida. Tenemos a nuestra disposición poesía, narrativa, filosofía, ciencias sociales, música, arte, literatura infantil y juvenil, textos escolares y textos en inglés.

“En las librerías de barrio la relación con el cliente es más personalizada y nos preocupamos por los gustos particulares. La mayoría de nuestros clientes son mujeres cuyas edades oscilan entre los 30 y los 70 años”, comenta Gustavo Monsalve, propietario de la librería junto a Federico Rodríguez.


                                                INTERIÓR DE LA LIBRERÍA

Ambos propietarios tuvieron la osadía de instalar una librería en el barrio en un momento en el cual la situación económica ya comenzaba a dar signos desalentadores. Monsalve provenía de la carrera de Edición de la UBA, es decir, se interesaba por el objeto-libro y leía de todo. A medida que cursaba los estudios se familiarizó tanto con ese producto cultural que le surgió la necesidad de terminar rodeado por cientos de ellos en la librería que actualmente gestiona. En tanto, Rodríguez procede de una tradicional familia de libreros, es un librero de pura cepa. Se unieron para dar nacimiento a un proyecto que se lleva a pulmón, con una pasión irracional.

La librería se caracteriza por trabajar con muchas editoriales independientes, con las cuales sostiene un trato cercano; les brinda una exposición y un espacio que no obtienen en otras librerías. Apoya a muchas editoriales que recién comienzan, que tienen mucho sacrificio y esfuerzo detrás, y que en muchas ocasiones se encargan de revelar nuevos nombres de la escena literaria nacional y extranjera. En consecuencia, la librería maneja un catálogo singular y artesanal, intentando priorizar gustos propios.

La Librería Rodríguez Almagro es de aquellas librerías que uno puede descubrir por casualidad, vagando por la ciudad, y al entrar se encuentra con un lugar muy agradable, un mundo fascinante en el cual sumergirse por un largo rato entre innumerables títulos de los más diversos géneros hasta que llega el inquietante momento de decidir qué llevar frente a tanta oferta de calidad. En efecto, Monsalve asegura que tienen “una gran clientela fija pero con la pandemia llegó mucho cliente nuevo”.

Los clientes consultados destacan en todo momento la enorme variedad que posee la librería, la atención amable y personalizada, y las promociones tentadoras que tratan de acercar los libros a la mayor cantidad de gente posible. Uno de los clientes señala: “La selección de libros es impecable, la atención cálida, y los precios están súper bien”. Otro añade: “Muy buenas las recomendaciones del librero”. Y, por si quedaba alguna duda, un tercero afirma: “Genial librería. Súper completa, con muy buen criterio, y lo que no tienen te lo traen”. De estas opiniones se deduce que nos encontramos ante unos libreros de raza, aquellos que escuchan al cliente, lo orientan dentro de la inconmensurable maraña de títulos, lo van encaminando hacia libros valiosos o que sean acordes a su personalidad y a sus gustos.

“Lo que más vendemos es literatura infantil. En cuanto a los adultos, los géneros más pedidos son novela y cuento. Dada la situación económica, los clientes cada vez se fijan más en el precio. Ahora hay más ventas presenciales, aunque consultan a través de las redes. Por el coronavirus, se paga más con tarjeta y Mercado Pago. En general, la gente llega al local para comprar un título predeterminado. Sin embargo, cuando se trata de hacer un regalo, tiende a pedir recomendaciones”, consigna Monsalve.

Como el resto de las librerías de la ciudad, la que nos ocupa pudo abrir recién el 3 de agosto pasado, después de estar varios meses cerrada a raíz de la cuarentena decretada por el coronavirus. Cuando le consultamos al propietario si lograron recuperarse a nivel económico, asevera que no, que la situación sigue complicada, si bien en algunas fechas especiales como el Día del Niño tuvieron buenas ventas. En esa oportunidad el promedio de gastos por persona fue de $1.000.

Aunque no trabaja con Mercado Libre, la librería utiliza mucho las redes sociales para vender. Los clientes se contactan a través de Instagram, ya que tanto allí como en Facebook se anuncian las novedades y se recomiendan diversos libros. Asimismo, hay un número disponible de WhatsApp para efectuar consultas y solicitar envíos, que se realizan todos los días. El horario es de lunes a viernes de 12 a 19, y sábados de 12 a 17.

Respecto a los títulos que acaban de ingresar a la librería, los más importantes son No es un río, de Selva Almada, y La novia de Sandro, de Camila Sosa Villada. En el caso de Almada, esta novela culmina una trilogía abocada a indagar sobre el universo masculino, que incluye El viento que arrasa y Ladrilleros. En cuanto a Sosa Villada, este nuevo libro de la celebrada autora de Las Malas es una reedición de un poemario que había sido publicado en 2015, con versos intensos referidos al amor travesti. Por otra parte, también acaba de salir Héctor Larrea. Una vida en la radio, de Martín Giménez, en el cual se recorre la trayectoria del popular locutor y animador.

                                                                  Laura Brosio




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