domingo, 4 de abril de 2021

EL ASESINATO DE GRIMAU POR LA DICTADURA ESPAÑOLA EL 17 DE ABRIL DE 1963

 

17 de abril de 1963

El dirigente comunista Julián Grimau es asesinado por el franquismo en España

 


Se conoce por franquismo tanto al conjunto de ideologías y movimientos afines a la dictadura de Francisco Franco como a dicho régimen político, surgido en España tras la Guerra Civil de 1936-1939 y que se prolongó hasta la muerte natural del dictador en 1975. Comprende 36 años de una feroz dictadura que dejó huellas imborrables en la historia moderna de aquel país.

Julián Grimau, dirigente comunista, exiliado y luego en la lucha clandestina durante el régimen, es detenido, brutalmente torturado y finalmente asesinado, a pesar de la gran presión internacional, tras 25 años de finalizada la guerra civil.

 

 

DETENCIÓN Y EJECUCIÓN

 

El dirigente comunista fue ejecutado a las cinco de la madrugada en el campo de tiro de los cuarteles de Campamento, a las afueras de Madrid. Cuando salió del coche celular que le había transportado desde la prisión de Carabanchel ya estaba formado el pelotón de soldados del regimiento de Wad-Ras, al mando de un teniente. El jefe de la Guardia Civil en Madrid se había negado a formar un pelotón de ejecución. Y el mando militar dispuso que fueran soldados de reemplazo los que fusilaran a Grimau. Según su abogado defensor, el capitán Alejandro Rebollo, obligado a presenciar la ejecución vestido de gala, los reclutas estaban muy nerviosos. Alumbrados por los faros de varios camiones dispararon 27 balas, pero el oficial al mando tuvo que rematar al condenado con tres tiros de gracia. Porque era tal la agitación y la tensión que hicieron falta tres tiros de gracia para matarle.

 

 

                                  LA TUMBA DE GRIMAU


¿QUIÉN ERA JULIÁN GRIMAU?

 

Julián Grimau había nacido en Madrid el 18 de febrero de 1911. Durante la Segunda República militó en Izquierda Republicana, el partido de Manuel Azaña. Al comienzo de la Guerra Civil ingresó en la Brigada de Investigación Criminal, nada excepcional porque su padre había sido comisario de policía en Barcelona en los años veinte. En octubre de 1936 ingresó al Partido Comunista Español. Concluido el conflicto cruzó la frontera. Vivió en Francia y después en varios países latinoamericanos. Carrillo le pidió que volviera a Francia. Fue elegido miembro del Comité Central del PCE en el congreso de Praga de 1954. Desde entonces, empezó a entrar clandestinamente en España, con estancias en Barcelona y Andalucía. Después de la detención de Simón Sánchez Montero, en 1959, le enviaron a Madrid para colaborar con Romero Marín, Jorge Semprún y Federico Sánchez, en la dirección del partido. Desde 1961 se instala definitivamente en la capital como responsable del partido en el interior.

Se ha discutido mucho si su pasado policial era el perfil idóneo para enviarlo a la actividad clandestina en España. Jorge Semprún y Fernando Claudín, tras su caída, confesaron que lo desconocían. Fue un motivo más de sus futuras diferencias con Santiago Carrillo. De hecho, Semprún ya había informado de los riesgos de la actividad febril de Grimau y su descuido de las medidas de seguridad realizaba continuas citas, pasando demasiado tiempo en la calle. Probablemente, Carrillo menospreció los riesgos de enviar a Grimau a España, confiado en su injustificada creencia de la caída inminente de la dictadura.

 

 

LA DETENCIÓN

 

Aquel 7 de noviembre de 1962, tras haber mantenido varias reuniones y despedirse de su amigo Díaz-Cardiel, Grimau se dirigió a una nueva cita con otro camarada, Francisco Lara, que le iba a proporcionar papel para hacer octavillas. Más tarde se supo que Lara, detenido días antes, le había delatado y entregado a la policía, aunque desconocía su verdadera identidad. Grimau, ajeno a que disfrutaba sus últimos momentos de libertad y desoyendo los consejos recibidos de Semprún de desplazarse en taxi, cogió un autobús donde sólo viajaban unos pocos policías. Cuando se dio cuenta era tarde. Sólo tuvo tiempo de gritar que era comunista. Tras su identificación en la Dirección General de Seguridad, la policía se dio cuenta de que había arrestado a una de las piezas más codiciadas.

 


 

AL FIN EL RECONOCIMIENTO DE JULIÁN GRIMAU

 

Finalmente, con el tiempo, la Asamblea de Madrid aprueba, por unanimidad, la rehabilitación ciudadana y democrática de Julián Grimau, a propuesta de IU. Habían transcurrido 25 años de democracia en aquel país donde numerosas iniciativas al respecto habían fracasado a fin de resarcir del daño moral a todos aquellos que sufrieron prisión por defender la legitimidad de un gobierno emanado de la voluntad popular, de desagraviar su lucha por el restablecimiento de las libertades públicas y de la defensa de la democracia tan cruelmente arrancadas al pueblo español. Algunas Comunidades Autónomas llevaron a cabo iniciativas legislativas con el fin de flexibilizar y extender el ámbito normativo a los supuestos que no entraban en la Ley para aquellos residentes que vivían en su ámbito territorial rebajando los requisitos de años de permanencia en prisión y de edad.

Quedan todavía sin resolver muchos casos, sin que además todas las Comunidades Autónomas se hayan hecho eco de esta deuda moral, política, social y económica de las personas que padecieron la represión del régimen franquista. Más aún, todavía hoy siguen en el olvido aquellas personas que, no permaneciendo en prisión el tiempo establecido como requisito en las leyes estatal y autonómicas, tuvieron otro final más trágico, sin que su memoria tan siquiera haya sido rehabilitada y reconociendo que su tortura y su ejecución constituyeron la represión más cruel de ese estado dictatorial: ¿es represalia menor el fusilamiento que la cárcel prolongada?

Este es el caso de Julián Grimau: detenido, torturado, procesado y ejecutado por el régimen franquista. Julián Grimau fue brutalmente golpeado en la Dirección General de la Seguridad, arrojado desde una ventana al patio interior del edificio simulando un intento de suicidio o de huida, acosado por las denuncias falsas de crímenes que llueven de todas las partes. El 18 de abril de 1963 comienza el juicio sin pruebas de ningún género, ni testimonios directos, en el que el fiscal, cumpliendo órdenes de sus superiores, le impone la pena máxima: la pena de muerte. Dos días después, el 20 de abril, Julián Grimau es conducido a Campamento en dónde un pelotón de fusilamiento ejecuta la pena de muerte impuesta por un consejo de guerra en el juicio sumarísimo seguido contra este dirigente del Partido Comunista de España, detenido por la policía franquista entre los días 7 y 8 de noviembre de 1962. Su único delito, como él mismo reconoció durante el procesamiento, era ser comunista y luchar en defensa de la libertad y por el restablecimiento del estado legítimo y soberano arrebatado por la sublevación franquista.

 

                  RECORDATORIO  EN EL ANIVERSARIO 
 

"CASO GRIMAU"

 

El "caso Grimau" se convirtió en un acontecimiento político muy significativo, que marcó aquel período concreto de la dictadura, tanto por la relevancia del detenido como por las irregularidades cometidas con este luchador antifranquista, que fue torturado brutalmente y tuvo un juicio injusto, ejemplo de la violencia y represión institucionalizadas del régimen franquista.

Este hecho sigue constituyendo una descarnada interpelación al sistema democrático inaugurado con la Constitución de 1978, que nunca alcanzará su total desarrollo ni conseguirá hacer plenamente efectivos los valores superiores de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político que proclama su artículo 1º, si no salda previamente la deuda contraída con la resistencia franquista.

El llamado "caso Grimau" ha merecido siempre un tratamiento especial entre los historiadores por las condiciones en que se produjo y sus derivaciones internacionales. Durante el régimen franquista, después de la intensa represión de 1939-1944, se habían producido episodios como éste con otras personas por actividades contra la dictadura. En 1962, sin embargo, la guerra quedaba ya lejos, y el clima político estaba marcado por las expectativas liberalizadoras.

 

Miguel Eugenio Germino

 

 

Fuentes:

-http://dbe.rah.es/biografias/16373/julian-grimau-garcia

-http://recursos.march.es/linz/I9423.pdf

-https://revistaayer.com/articulo/1250

-https://web.ua.es/devuelveme-voz/visor.php?fichero=5776.mp3&idioma=es

-https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/grimau.htm

 

 


 

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