LAS ELECCIONES DEL 14 DE NOVIEMBRE PASADO
Hegel rompe el encanto del
Jardín del Edén y un abismo se abre entre la ley divina y la ley humana, los
hombres se individualizan, entran en conflicto unos con otros, la comunidad
original se quiebra, y nace así la lucha de contrarios.
De ésta lucha entre un
antes y un después deviene una síntesis, que es la que Max toma para convertir
la teoría hegeliana en dialéctica materialista. Algo así como “la única verdad
es la realidad” conclusión a la que llegó Perón muchos años después.
Nada es estático todo está en constante evolución y movimiento, tanto en
la filosofía, como en la ciencia como en la política.
Así las elecciones del 14 de
noviembre pasado produjeron un cimbronazo dialectico en el pensamiento que
descolocó a lo más avezados analistas políticos y los fallidos encuestadores
que desprevenidos no atinaban a determinar lo que había ocurrido.
Muchos se consideraban “ganadores”, por lo que en la
noche de aquel 14 todos festejaron, y tardaron en reaccionar en el análisis
final de lo que había ocurrido.
Se dio una particular
situación de festejos, al igual que la vieja canción infantil de Pierre Certon del
siglo XV: “Sobre el puente de Avignon”
“Sobre el puente de Aviñón,
Todos bailan, todos bailan.
Sobre el puente de Aviñón,
Todos bailan y yo también…”
(En referencia a la pequeña localidad a orillas del Río Ródano,
en la Provenza francesa, lugar de recreo, donde hubo en el
pasado jardines y el baile folclórico, un pasatiempo popular durante muchos
años).
Cuatro
fuerzas políticas “festejaban” un triunfo, tal vez a lo pirro, pero festejaron:
festejó Cambiemos, con su ya triunfalismo globero (esta vez sin globos), donde rejuntaron a hijos y entenados,
(algunos con caras largas), festejó el
Frente de todos por el remonte del resultados
de las PASO, festejó Miley, su 17%,
un fenómeno fascista capitalino, que preocupa por la llegada de su
ídem europeo a nuestra costas, y festejó también la izquierda el haberse convertido en tercera
fuerza en disputa en el orden nacional, incorporando nuevos diputados, ¡todos
festejaron!
Pasados los primeros momentos de confusión se reveló la realidad, y el desconcierto para algunos. Hubo para el Frente de
Todos una parcial pero importante recuperación
del resultado de las PASO, especialmente en ciertos distritos de la
Provincia de Buenos Aires, y en algunas provincias del norte lo que permite un
alivio también a nivel legislativo.
Sin embargo “los
festejos” para algunos dejaron un dejo
amargo, ya que mal se puede festejar la complicada situación de nuestro país
( post pandémico si se puede aventurar), endeudado, con una dificultosa situación
económica, y con una estampida incontrolable de los precios que caen sobre las
espaldas, fundamentalmente de trabajadores, jubilados y la larga lista de
cuentapropistas adheridos al “maldito” y engaña tontos, monotributismo.
Sobre el endeudamiento,
(herencia del macrismo), el gobierno se juega una chance aún no concretada, el
presidente llama a un dialogo, sin
definir, cuando, donde y con quienes, para abordar el principio de acuerdo con el
nefasto organismo internacional, mal considerado de “auxilio” a los países necesitaos pero un salvavidas de plomo
en el pasivo de los pueblos que padecen sus condicionamientos.
por que el quid de la cuestión radica en “despegar” económicamente, la
creación de puestos de trabajo, la recuperación del valor del salario hoy
deprimido y sobre todo domar la inflación, un mal crónico en el país.
Y…para aquellos que continúan
festejando, bailando, por una nada, sobre aquel histórico puente, el aplastamiento
del pretender ser lo que no pudieron, las ganas, el deseo, por que al despertar
está el escenario, la “síntesis” hegeliana, que los coloca en la realidad que
no se atreven a enfrentar.
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