sábado, 29 de enero de 2022

LA MACANA YA ESTÁ HECHA



EL ACUERDO CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

 

Desde los años 1957 este “organismo de crédito internacional”  viene extorsionando a los pueblos con cláusulas condicionantes de las soberanías nacionales y de las propias decisiones autonómicas de los gobiernos.

 

Nada nuevo se puede llegar a descubrir hoy ante la complicada situación en que se encontraba nuestro país, luego de haber caído en sus garras. Lo supuestos “salvavidas”   que pretenden  esgrimir sus adoradores;  –intereses bajos--, se descompensan y convierten a la larga en salvavidas de plomo, con condicionamientos que lesionan los intereses nacionales de cada país.

 

Cuando Argentina –de la mano de Macri y su banda, pasó la raya de lo tolerable, sin consultar al Congreso, y nos entregó de manos atadas al Fondo, sabíamos de antemano el futuro que nos aguardaba.

 

Lo triste del caso es que un 40% de la población, ignora, o hace que  ignora, quién fue el endeudador, responsable de lesa patria, los que hasta pretenden darnos consejos y llorar por sus medios adictos, de lo cuanto que se tardó en acordar, ¡¡¡de terror!!!



 

El acuerdo al que se llegó –del que aún faltan precisiones--  es tal vez el menos malo, que por  lo menos evita “el tan temido ajuste”, le permitiría al país despegar, y sortear la aguda situación actual, recuperarse, para después en cuatro años comenzar a pagar una deuda que hoy es “impagable”  y de la que no es responsable de haberla contraído.

 

Hay dos responsables: el Gobierno de Cambiemos, Juntos o como corno se hagan denominar, por un lado, y el propio Fondo que violó sus propios estatutos. Argentina debe reservarse los derechos de recurrir a los organismos jurídicos  internacionales para que aquella deuda la paguen los responsables. Debe haber una justicia internacional que remedie tamaña tropelía sin pies ni cabeza.

 

Las cartas ya están sobre la mesa, y ahora deben decidir su aprobación, el Congreso Nacional, de nuestro lado, y el directorio del FMI del otro. Es muy difícil la decisión cuando nuestra carta es un cuatro de copas, contra el ancho de espada que ellos escondieron bajo la manga.

 

De nada vale lagrimear sobre la leche derramada, y Argentina, junto a los gobiernos de Latinoamérica deben hacer prevalecer la justicia, la independencia y la soberanía de los pueblos.

 

                                                                                                                                                           Primera Página

                                                    29.01.22 





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