Colombia
confirma un escenario progresista para América latina
El triunfo de Gustavo Petro en Colombia,
confirma un escenario con gobiernos mayoritariamente progresistas en América
latina, que se coronaría más cerca de fin de año con el posible triunfo de Lula
en Brasil.
Pero lo que parece un paisaje optimista para
las fuerzas populares no debe llamar a engaño sobre las causas que explican
este fenómeno. A diferencia del crecimiento acaecido durante la década ganada,
que llevó al crecimiento de los países que conducían Lula, Kirchner, Chávez y
Morales, el momento actual sucede en medio de las consecuencias de la pandemia,
que acentúo los efectos provocados por los gobiernos neoliberales.
La pobreza estructural, acompañada esta vez de
una inflación creciente a nivel mundial, provoca que las demandas de las
poblaciones no se puedan tomar respiro. Es así que ningún triunfo electoral
puede festejarse durante mucho tiempo. Una realidad acuciante borra rápido las
sonrisas y obliga a poner manos a la obra.
En el caso colombiano no la tendrá nada fácil
Gustavo Petro. Son muchas décadas de violencia permanente y gobiernos
neoliberales sucediéndose unos a otros. Además no debe olvidarse que una figura
de derecha estilo Trump como la que encarna el derrotado Hernández, estuvo muy
cerca de coronarse al mando de la nación colombiana, lo que debe ser una señal
de alerta permanente para la gestión que arranca.
Es así que las fuerzas populares deben ser
conscientes que hay logros pero no triunfos definitivos. Las fuerzas del
capital financiero tienen recursos de sobra para torcer voluntades y ajustar la
realidad de cada país a su objetivo del lucro permanente para el escaso sector
que tiene la posibilidad de manejar los principales recursos financieros
mundiales.
Pablo Salcito
“Las grandes alamedas se abren nuevamente en el camino que soñó Salvador Allende”
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