RELATO: AUTITOS MANOCONTROLADOS

NOSTALGIAS DE INFANCIAS PASADAS

“AUTITOS MANOCOMANDO”

 

Quien, de los “mayores” de antaño, no recuerda 60 o 70 años atrás, las competiciones de autitos de plástico rellenos de masilla, “manocontrol”, torneos barriales que se disputaban sobre los cordones de la vereda más anchos.

¿Tiempo de nostalgias?, ¿revivir un pasado?, o más bien tiempo de actualidad, porque no hay necesidad de hablar en pasado, sino en presente, cuando los segundos sábados de cada mes, un grupo de corredores de “autitos a manocontrol” se reúnen en el Parque Chacabuco, debajo de la Autopista, para jugar y divertirse, en un campeonato organizado por ACAM, Asociación de Corredores de Autos a Manocontrol, una entidad difícil de imaginar hasta de que pueda existir.

¿Qué varón que hoy peine canas, o tal vez acaricie peladas, no ha corrido en la calle con autitos rellenos con masilla y una cucharita?, es seguro que también algunas chicas lo han hecho o han presenciado “a los chicos de la barra” tirar sus autitos, creyéndose Fangio, Gálvez, el Lole Reuteman, o el “Loco” Di Palma.

Una sinfonía de cochecitos de infinidad de colores vuelven a competir desde el recuerdo, traído por este grupo entusiasta de nostálgicos que vuelven a poner en carrera aquellos olvidados rodados de las infancias sin tanta tecnología, computadoras y whatsapp.

¿Volverán los nostálgicos que acumulan varias infancias sumadas a traer otros recuerdos de antaño y épocas nada sofisticadas?

Juegos como “la Troya”, “vigilantes y ladrones”, las escondidas, los picaditos con la popular “Pulpo” de goma, y tantos entretenimientos de épocas pasadas. Es una pregunta que solo podrá responder el tiempo.

No son pacientes psiquiátricos ni farsantes, solo se toman una licencia para creerse pilotos de TC y Nascar por un rato, no están solos, integran un fenómeno que crece en localidades de la Ciudad y el conurbano; grupos de “pibes grandes” que se reúnen para emular de la misma forma que lo hacían en su niñez, en las impensadas pistas de su barrio.

Se estima que anualmente se hacen más de 33 competencias en estos circuitos que emulan las pistas reales, actividad que fue iniciada por unos pocos en el año 2010 en el Parque Rivadavia y ya prendió en corredores de parque Chacabuco, Centenario, Lanús, Merlo y otras zonas que organizan sus propios encuentros. En verano, en Lezama, a 147 kilómetros de Capital Federal, se disputan las ligas mayores con el "Encuentro Interclubes". Ahí, se nuclean todas las asociaciones. ¡Para no creerlo!

 

                                                        MIGUEL RIVERA