sábado, 1 de octubre de 2022

EDITORIAL DEL Nº 328 - OCTUBRE 2022



EDITORIAL AL Nº 328 – OCTUBRE 2022

 

La vara de “la grieta” escaló en el último mes a límites inauditos, el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández, marcó su punto de inflexión; previamente el intendente Larreta, había vallado y acorralado a la misma en su domicilio con 40 camiones y centenares de policías armados hasta los dientes, como para una guerra, ni a su propio hijo lo dejaron pasar y hasta lo insultaron y agredieron. ¡Inaudito en la ciudad!, finalmente tuvo que desactivar el operativo.

La reacción popular, rápidamente, “ganó las calles y las plazas” y redobla la apuesta al fallido intento de magnicidio en el que aún no aparece la responsabilidad intelectual. En simultáneo, continúa el juzgamiento ilegal a Cristina, por un supuesto delito que no existió. Además, no se puede juzgar dos veces a la misma persona por el mismo delito, ni agregar nuevas supuestas pruebas de otros juicios, dos aberraciones jurídicas. Cristina demolió con pruebas, realmente “contundentes”, la falacia de los fiscales, replicando con un “yo acuso”.

 Mientras, el odio no cesa, tampoco cesan las condenas en el país y en el extranjero contra el intento de magnicidio, todos los fines de semana se llenan las plazas de todo el país con masivas muestras de solidaridad y en reconocimiento a lo tanto que hizo Cristina por las capas más necesitadas.

Pero hay que desactivar los ataques mediáticos de la oposición Clarín y cía.– contra el considerado “demonio” kirchnerista. No se puede mantener al país “incendiado”, un campo propicio para que “a río revuelto” los enemigos económicos del pueblo continúen con la estampida de precios, reclamando la eliminación de retenciones para apropiarse más aún de más parte de la riqueza que correspondería al trabajador.

La cuestión pasa por la distribución inequitativa, el reparto de la torta que bajó del 54% que se llevaban los trabajadores, invirtiéndose la ecuación en favor del gran capital, hoy éstos se llevan el 56 contra apenas el 44% del lado del trabajador.

Hoy los niveles de sub alimentación, o mala alimentación son pavorosos, en la ciudad los comedores escolares se mantienen “a pastas y polenta”, se eliminaron la carne y la fruta de la dieta, y en muchos casos llega en mal estado. Cada día aumentan quienes deben asistir a los comedores y merenderos, mantenidos con el esfuerzo de grupos solidarios.

Los sectores asalariados deben destinar gran parte de sus sueldos solo a la alimentación, y en el sector jubilados, especialmente quienes superan “la mínima”, la inflación les come mes a mes sus ingresos, que están muy lejos de “ganarle” a la misma proclama fallida.

En este clima, la grieta se ahonda, se agravan los niveles de agresión y violencia, que pueden escalar a situaciones de no retorno, lo que debe evitarse, de no ser así se acercan momentos dramáticos.

Una cosa es lo que se dice y otra es la realidad, no se puede olvidar la máxima peronista de que “la única verdad es la realidad”. Dice el refrán: “A la ocasión la pintan calva”. ¿Será la última “calva” ocasión?... los próximos tiempos darán la respuesta.

                                                 Hasta la próxima



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