jueves, 1 de diciembre de 2022

EDITORIAL PRIMERA PÁGINA Nº 330 - ENERO 2022

EDITORIAL AL Nº 330 – DICIEMBRE 2022



 

Nuevamente el almanaque marca otro mes de diciembre el nº 29 para nuestra publicación. Año en el que corrió bajo los puentes un caudal adicional de agua, el primero de la post pandemia, aunque teñido de tensos nubarrones que marcan una etapa de violencia, tal vez la más grave al menos en los últimos años.

El intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina, una verdadera tentativa de quebrar el orden constitucional, con bolsas mortuorias, teas incendiarias arrojadas a la propia Casa de Gobierno, una guillotina fabricada por el grupo violento “Revolución Federal”, con el “carpintero” Morel asistido financieramente por la familia Caputo, del riñón más íntimo del poder macrista… y para la Justicia no pasa nada.

Sin embargo, no todas son pálidas, en una América también convulsionada que busca ocupar un lugar preponderante en el complejo mundo teñido por la guerra en Ucrania, una América en la que renacen nuevos gobiernos progresistas. Colombia y Brasil, fueron los últimos.

“Eppur si muove” (“y, sin embargo, se mueve”, en castellano), fue la frase atribuida a Galileo Galilei, después de abjurar de la visión heliocéntrica del mundo ante el tribunal de la Santa Inquisición.

Tal afirmación cierta, o no, en el año 1633, fue una realidad, ya que todo está en constante movimiento, entre un antes y un después, que también en política tiene su correlato.

Se mueve todo en el mundo… se mueve en América… se mueve en nuestro país, el “sin embargo se mueve”, aunque la necedad pretenda ignorarlo, no es posible volver atrás la rueda del tiempo… y tampoco en política se puede.

Los hechos históricos continúan sucediéndose, en un tal vez lento pero irreversible acontecer hegeliano, en su eterna lucha entre contrarios, para devenir en una síntesis final diferente.

Como no es posible volver a la esclavitud aunque algunos lo añoren, hoy por hoy, sería absurdo pretender quitarles a los trabajadores sus conquistas logradas, por más que lo intenten.

Hoy por hoy, el trabajo justamente remunerado es un derecho adquirido, ya que pasa por la redistribución de la riqueza entre el capital y el trabajo en una proporción equitativa: “el fifty-fifty” (50 y 50) de la liturgia peronista, que reclamaba Perón y que, tras la dictadura y posteriores gobiernos (como de la Rúa-Cavallo-Bullrich, o Juntos por el Cambio) desequilibraron.

Por eso no existe Fondo Monetario alguno que muy a su pesar pueda “ajustar” los ingresos logrados con sudor, lucha y sangre trabajadora.

Todo radica en la relación entre la producción, los salarios, los precios y las ganancias que fijan y regulan los sectores más recalcitrantes del empresariado, desde los resortes del poder. Allí radica la cuestión.

El salario real de los trabajadores en el mismo período descendió a valores reales.

Allí radica la cuestión, y allí radica a su vez la depreciación del salario real, ¿cuánto crecieron (real) las jubilaciones?

¡¡¡Repetimos!!! La cuestión es la relación: salario-precio-ganancia, lo demás es fulbito para la tribuna.

Con la nueva receta de “precios justos”, ¿lograrán “ponerle el cascabel al gato”, al menos por 90 días?, aunque empecinados en negar un aumento general de suma fija y sin “mano dura”, la inflación se comerá rápidamente los aumentos logrados.

Mientras continúa con el acecho del FMI, con políticas de ajuste, y volver a las desaparecidas AFJP, que se quedaban con el 31% de los aportes de los trabajadores como comisión de administración. Y privatizarlo todo y despedidos masivos, además de ajuste ¡De terror!

Hace falta recuperar la soberanía y resguardar los recursos nacionales: el petróleo, el litio, el gas, el agua, la hidrovía del Canal Magdalena para acceder a aguas profundas sin pasar por Uruguay y el Gasoducto “Néstor Kirchner”.

¿Podrán?... ¿Se lo permitiremos? ¿Los elegiremos?

 

                                                                  Hasta la Próxima



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