jueves, 1 de diciembre de 2022

LA SENTENCIA A LAS JUNTAS DE LA DICTADURA

 


9 DE DICIEMBRE DE 1985 – SENTENCIA EN EL JUICIO LAS JUNTAS

“…Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: ‘Nunca más’”.

Fragmento final de la acusación del fiscal Strassera

 

 

Aquel día 9 de diciembre de 1985, se dicta la sentencia en el Juicio a las Juntas, condenando a Jorge R. Videla y a Emilio E. Massera a reclusión perpetua, a Roberto E. Viola, Armando Lambruschini y a Orlando R. Agosti a 17, 8 y 4 años de prisión respectivamente.

Los 6 jueces que integraron el tribunal León Carlos Arslanián, Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, Andrés D’Alessio, Jorge Valerga Aráoz y Guillermo Ledesma llegan a esa conclusión, en el juicio iniciado el 22 de abril de 1985 hecho único en América latina, luego de apenas 8 meses de haberse iniciado.

 

 

               LOS DESAPARECIDOS FUERON 30 MIL


LA SITUACION HOY

 

Lamentablemente surgieron las leyes de Punto Final (1986) y Obediencia Debida (1987) en el gobierno de Alfonsín, más los indultos de Menem (1989/1990). Las leyes, conocidas como las leyes de impunidad”, finalmente fueron derogadas en el año 2003.

 También hoy, a 37 años de aquel hecho, en una impensada voltereta de la historia, aparecen nuevos y viejos políticos, que cuestionan los crímenes de lesa humanidad cometidos, de los que aún permanecen impunes algunos de aquellos infaustos personajes de ese momento trágico de nuestra historia.

Tal vez, para los jóvenes que no vivieron aquel momento, aparece un importantísimo documento fílmico que es significativo ver: “Argentina 1985”, dirigida por Santiago Mitre con Ricardo Darín, Peter Lanzani, Alejandra Flechner, Carlos Portaluppi y Norman Briski, cuyo cometido y valor es mantener firme y activa la memoria. 

 

                         NUEVA LA VERSIÓN FILMICA
 

LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR

 

 El 24 de marzo de 1976, los argentinos amanecieron con el Comunicado N° 1 de la Junta Militar en el que se indicaba que a partir de esa fecha el país se encontraba bajo el control operacional de la Junta de Comandantes Generales de las FF.AA. y se recomendaba a la población “el estricto acatamiento a las disposiciones y directivas que emanen de autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones”.

 Al igual que había sucedido con los dos gobiernos de facto anteriores la Revolución Libertadora (1955-1958) y la Revolución Argentina (1966-1973), a la dictadura iniciada aquel día se le daba un nombre que delataba el volumen de sus ambiciones: “Proceso de Reorganización Nacional”.

Los objetivos políticos refundacionales que se planteó la dictadura –y que no pudo alcanzar fueron tres: en primer lugar, la transformación de las élites políticas y sindicales argentinas. Bajo una mirada muy antiperonista y muy anti populista, la propuesta era debilitar y reemplazar a las elites políticas y, sobre todo a las sindicales. Apostaron a crear una nueva fuerza, el “Movimiento de opinión nacional”. No pudieron.

En segundo lugar, la gestación de nuevas dirigencias locales o municipales que luego se pudieran proyectar a nivel nacional, y por eso el nivel de gobierno municipal fue tan importante durante el Proceso. Tampoco lo lograron.

Por último, la idea de reformar la Constitución Nacional para crear un supra órgano de gobierno que controlara a los otros tres, un Poder corregidor le llamaban, formado por notables civiles y militares, que serían los tutores del freno al populismo, que no estarían sujetos a elecciones, sino que serían designados por las FF.AA. Fracasaron.

Tal vez su mayor éxito fue la represión, la tortura, la desaparición forzada, la violación, la apropiación de bebés. Son 30.000 los desaparecidos aunque algunos cuestionan el número en los anónimos operativos de detención en horas de la madrugada practicados por las pandillas irregulares denominadas: “Fuerza de tareas”.

 

                           GENOCIDAS EN EL BANQUILLO
 

LA MATRIZ SOCIAL Y ECONÓMICA

 

También lograron con éxito destruir la matriz económica, produciendo una mayor apropiación de la riqueza, a costa de los trabajadores y en beneficio empresarial, se apropiaron asimismo de bienes y hasta de empresas de los secuestrados como el enigmático caso de Papel Prensa, cuyos efectos se padecen aún en la actualidad.

El 24 de marzo de 1976 se produjo la mayor catástrofe de la historia, avalada no solo por las cúpulas militares, sino también por importantes sectores civiles y del clero, que en el mejor de los casos ¡¡¡callaron!!!

 Sus primeras medidas no dejaron lugar a dudas sobre su carácter: establecimiento de la pena de muerte, clausura del Congreso Nacional y de todas las legislaturas provinciales y municipales, reemplazo de todos los miembros de la Corte Suprema de Justicia por jueces adictos al nuevo régimen, allanamiento e intervención de los sindicatos, prohibición de toda actividad política y censura previa sobre todos los medios de comunicación.

 Se creó, en reemplazo del Congreso, una Comisión de Asesoramiento Legislativo (CAL), también integrada por civiles y militares, cuyas funciones nunca se precisaron. Las intendencias municipales fueron asignadas en su gran mayoría a civiles de diferentes partidos políticos, con predominio de los miembros del radicalismo.

 A los dos días de producido el golpe militar, el Fondo Monetario Internacional le otorgó un crédito y anunció su satisfacción por la designación del nuevo ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz. En el primer semestre de 1976 los precios al consumidor aumentaron el 87,5%, se redujeron los sueldos, se despidió personal estatal, se aumentaron los impuestos al consumo y las tarifas de las empresas públicas.

 Pero no todos callaron, entre ellos, los organismos de Derechos Humanos, con las Madres y Abuelas a la cabeza, y los sectores más esclarecidos del movimiento obrero que entre 1976 y 1979, en la etapa más feroz de la represión, llevaron adelante más de 300 conflictos gremiales.

 Pero también hace crisis el gobierno dictatorial, que para eludirla fomenta la Guerra de Malvinas con el desastre militar que significó, y el claro apoyo de los EE.UU. al Imperio inglés con la que concluye la etapa dictatorial, pero quedaron las secuelas, sociales y económicas que perdurarán por décadas.

 

Miguel Eugenio Germino

 

Fuentes:

-http://www.memoriaabierta.org.ar/materiales/documentos_historicos.php

-https://www.argentina.gob.ar/noticias/juicio-las-juntas-la-primera-condena-al-terrorismo-de-estado

-https://www.elhistoriador.com.ar/a-38-anos-del-golpe-civico-militar/#:~:text=Autor%3A%20Felipe%20Pigna,gobierno%20por%20el%20 voto%20popular.

-https://www.telam.com.ar/notas/202012/537837-del-juicio-a-las-juntas-a-los-juicios-hoy-el-compromiso-con-el-nunca-mas.html




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