miércoles, 29 de marzo de 2023

EDITORIAL AL Nº 334 - ABRIL DE 2023


        LA QUEMA DE BRUJAS EN EL AÑO 1555 COMO EN EL AÑO 2023


EDITORIAL ABRIL DE 2023


Los débiles no luchan. Los más fuertes quizás luchen una hora. Los que aún son más fuertes, luchan unos años. Pero los más fuertes de todos luchan toda su vida, y éstos son los indispensables… Quien no ha compartido la lucha compartirá la derrota”.

Bertolt Brecht

 

Hace apenas unos días, el 8 de marzo, se conmemoró el Día internacional de la mujer trabajadora, una propuesta de Clara Zetkin en 1910, una alemana militante del ala izquierda de la socialdemocracia y dirigente del Partido Comunista alemán hasta la llegada de Hitler al poder. Zetkin elevó su propuesta en el “II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas” que se celebró aquel año en Copenhague, lo hizo como homenaje póstumo a las 129 costureras industriales de la fábrica estadounidense Cotton Textile Factor, quemadas vivas, a modo de escarmiento.

Sin embargo, este año, escasa fue la trascendencia en el país de aquella fecha, como de la igualdad de género y de la igualdad de remuneraciones entre el hombre y la mujer, que son aún asignaturas pendientes en el mundo también en nuestro país, donde la mujer continúa estigmatizada, tal como lo indican las estadísticas, y los últimos graves atentados machistas desde hace ya muchos meses.

El atentado a Cristina Kirchner no esclarecido aún, como su condena y proscripción, revelan lo lamentable del asunto.

Lejos en la historia de la “quema de brujas” en las hogueras de la Inquisición, como bien lo documenta el genial dramaturgo Bertolt Brecht en su extensa obra, lejano está aquel fuego de extinguirse. En las hogueras ardieron mujeres y también hombres.

Hoy, en el año 2023, se pretende mantenerlas encendidas “por si las moscas”, y en el mantenimiento de aquel fuego eterno, están implicados sectores que responden a los intereses más egoístas y reaccionarios de los factores del poder real, que dominan los medios más poderosos, las redes sociales, los emporios monopólicos y ciertos fragmentos financieros, que extorsionan continuamente, junto a una oposición predispuesta a mantener la tea encendida en sus manos; todo al amparo de una Corte Suprema y sus jueces enquistados en Comodoro Py.

Gustavo Campana lo explica claro: La torta es siempre la misma, tiene las mismas porciones. Cuando ellos gobiernan, reparten pocas. Cuando gobierna el campo nacional y popular son más, porque le sacaron el cuchillo al tipo que tenía el poder real para cortarla. O los enfrentas o administras la crisis.

Todo pasa por “la distribución”, mientras ello no cambie y se niegue la lucha de clases, la injusticia reinará en el país, y para colmo con el monitoreo del Fondo Monetario Internacional, otra de las patas del asunto. Es de necesidad urgente y prioritaria renegociar aquella deuda impagable.

Para ello existen un presidente y un ministro de Economía, para gestionar en favor del pueblo, de lo contrario no estarán a la altura de la grave situación que se vive, están de más.

Sus vacilaciones las pagará a futuro un pueblo expuesto e indefenso.

Por ello, éste debe estar movilizado, en la calle, en las empresas, en las fábricas, en los distintos movimientos de masas, ¡alerta y movilizado!

Mientras el país esté así sometido, será imposible revertir la distribución, que seguirá en una “cancha inclinada” hacia los sectores poderosos de la economía y las finanzas, que buscan a quien devorar.

Con el Congreso paralizado, la Corte arrogándose funciones de los otros dos poderes, y el imperio del lawfare (guerra política por la vía judicial-mediática), nada bueno se podrá alcanzar, más pronto que tarde vendrán por nuestro litio y nuestra agua, y la soberanía será una quimera inalcanzable.

Hoy es imperioso el avance del juicio político en curso a la Corte, como alguien dijo: “ésa es la verdad de la milanesa”, lo demás será, mientras tanto, cartón pintado, fácil presa de las llamas de las hogueras que acechan.

 

                                                                                Hasta la próxima



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