jueves, 31 de agosto de 2023

EDITORIAL AL Nº 339 - 30º ANIVERSARIO -- SEPTIEMBRE 2023



“Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo, no sea que te chamusques a ti mismo.”

W. Shakespeare

 

A tres meses de cumplirse 40 años de democracia, producidas las PASO, se cumple la profecía de Cristina –de tercios–, aunque con un inesperado y en números gruesos; ganador Milei: 30%, Juntos: 28% y Unión por la Patria: 27%. Tercios, marcados por dos de ellos, que propugnan “el ajuste tan temido”. Aunque por fuera queda un espacio más, el de las abstenciones y el voto en blanco.

Aparece la demanda: interpelar, interrogar, requerir, exigir, exhortar, reclamar, demandar, y en esa disyuntiva se marcha a un octubre imprevisible, en un terreno minado de hogueras y con escasas mangueras para sofocarlas.

Tras la sorpresa y cimbronazo, aún no se avizora una reacción, eficaz y competitiva, para oponer a la “libertad” que pregona Milei, quien entre gritos y ofuscaciones reivindica a Cavallo, Menem y otros personajes del pasado, que tanto daño provocaron al país y al pueblo.

No se sabe si las tardías medidas del gobierno recientemente anunciadas para los más necesitados (la suma fija, excepción de un componente del monotributo por seis meses, préstamos, etc.) ¿alcanzarán? ¿o serán devoradas nuevamente por la galopante inflación que no para?, lo que en mucho depende de que los empresarios cumplan, y la dureza del control del Estado.

La pregunta apropiada: ¿alcanzarán para dar vuelta el difícil escenario que se presenta?

Sin embargo, alumbra en el orden internacional un tema que no es menor: la ampliación del grupo BRICS, que cambia profundamente la relación de fuerza mundial, poniéndole un corset al “patrón dólar”, fortaleciendo la diversidad y un nuevo orden que ajuste la pluralidad económica, geográfica y política del siglo XXI, lo que puede ayudar al país a salir de las garras del FMI.

No obstante, vale hacerse algunas preguntas: ¿supo el oficialismo comunicar adecuadamente su gestión?, ¿supo interpretar las aspiraciones de importantes sectores silenciados, opacados, aplazados?, ¿supo alertar sobre el flagelo brutal del cogobierno del FMI, que impuso y continúa imponiendo su programa de ajuste? ¿Hicieron los responsables –el gobierno de Macri– la autocrítica necesaria, por haber originado la deuda, luego fugada?, ¿Se cumplieron las metas del programa planteado al inicio de un gobierno que se prometía popular, para contener, cobijar, englobar, incluir a todas y todos?

Y finalmente este nuevo “acuerdo” tan absurdo, controvertido como imposible de cumplir, limita al país de la soberanía indispensable para autogestionarse sin condicionamientos.

Son muchas las preguntas y escasas las respuestas, los triunfos y las derrotas no se producen por casualidad, siempre hay causas, efectos y responsables, directos o indirectos, por acción u omisión.

Hoy el planteo es: ¿qué hacer?, ¿cómo salir del difícil trance?

Ante todo, falta una “mano dura” con los desestabilizadores directos, la especulación con los precios y últimamente el planificado clima de saqueos, raterismo y violencia planificados por redes sociales, por no se sabe quiénes, aunque se puede presagiar.

Con esta temperatura de incertidumbre, aparece quien pregona una libertad poco clara, seguido por una juventud descontenta, incontenida que no encuentra futuro, pero ¡ojo! que esa “libertad hueca” puede ser únicamente para que los poderosos puedan hacer lo que se les plazca, sin un Estado que los regule e impida sus abusos. Esa libertad no alcanza a todos y menos a los más débiles. Esa es la libertad que defienden los autodefinidos “libertarios”, que pretenden convalidarse a través del voto popular.

El deshuese del Estado es un tema más que grave, y lo esgrimen por igual con distinta intensidad, tanto Milei como Bullrich.

“La revolución es un sueño eterno”, el planteo de Andrés Rivera en su libro queda muy lejos, porque hoy está en juego puntual el propio papel y/o desaparición del Estado, denigrado por las derechas fascistas de nuestro país y del “moderno mundo”.

¿Votar en octubre?, ¡sí!, pero con la memoria alerta, en un pasado violento que no debe volver, y en defensa propia. “¡Cuidado con las hogueras que enciendes!”.

 

 Hasta la próxima




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