El medioambiente y la
salud en la ciudad
Nuestros barrios
Balvanera y Almagro, no son ajenos a los problemas ambientales relacionados con
la emisión de gases tóxicos, la contaminación de las aguas, el exceso de
basuras domésticas e industriales, la contaminación sonora y lumínica, los que
tienen consecuencias sobre el agua, el suelo, la atmósfera o la salud de las
personas, y constituyen los principales problemas ambientales urbanos.
La polución o contaminación atmosférica presenta en el aire sustancias
extrañas y dañinas o el aumento en sus concentraciones. Estos contaminantes
pueden emitirse en forma de gases o como pequeñas partículas sólidas.
El smog es, sobre todo, consecuencia de
la emisión de gases tóxicos, como
los óxidos de nitrógeno emitidos por las industrias, vehículos, sistemas de
calefacción o el uso de aerosoles, lacas, pinturas y otros productos químicos; estos óxidos de nitrógeno reaccionan con los
rayos solares y dan lugar a otros contaminantes como dióxido de azufre que
puede verse ocasionalmente sobre las grandes ciudades como una densa niebla,
sobre todo, en aquellas con mucho tráfico, soleadas y con poco movimiento de
aire.
Las basuras o residuos domésticos como
plásticos, papel, restos de comida, cartones y los distintos tipos de envases, ensucian las ciudades y muchos de sus
componentes no son biodegradables, además también afectan al aire, a los suelos
y a las aguas. Esto es debido a que al
acumularse en los basureros y vertederos producen gases tóxicos y percolados de
la materia orgánica degradada.
Las aguas de las ciudades pueden contaminarse
por infiltración de productos químicos a aguas subterráneas, residuos
industriales y urbanos.
El
arbolado urbano y los espacios verdes, ayudan a mitigar estos efectos, pero estas superficies, raleadas y escasas,
son un impedimento a la purificación, produciéndose la degradación ambiental.
Balvanera, Almagro, Boedo y San Cristóbal
son los barrios de menor superficie de verde de la ciudad. Estos solo tienen
menos de un metro cuadrado por habitante, de una media de la ciudad de
aproximadamente 6, cuando la OMS recomienda
de entre 10 y 15 m2.
María Pina Cabrera
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