sábado, 23 de septiembre de 2023

A 50 AÑOS DE LA TERCERA PRESIDENCIA DE PERÓN

 

A 50 años del triunfo Perón-Perón: un candidato que sabía que iba a

morir, una vice impensada y 

una feroz lucha de poder

  
Juan Peron e Isabel Perón durante la campaña presidencial de 1973 (UPI/Bettmann Archive/Getty Images)
Juan Peron e Isabel Perón durante la campaña presidencial de 1973 (UPI/Bettmann Archive/Getty Images)

El recuento de los votos de las elecciones del domingo 23 de septiembre de 1973 puso en negro sobre blanco un triunfo tan previsible como abrumador: Juan Domingo Perón era elegido presidente de la Argentina por tercera vez –el único en la historia del país– con la friolera de 7.359.252 votos, el 61,86 por ciento de los sufragios registrados, con una ventaja de casi cuatro millones y medio de votos sobre su principal rival, el radical Ricardo Balbín.

El resultado marcaba el hito más alto de un año vertiginoso en el que, el 25 de mayo, los argentinos habían recuperado la democracia con las primeras elecciones sin proscriptos en más de veinte años, el líder justicialista había regresado definitivamente al país después de dieciocho años de exilio, el presidente y el vice electos en los primeros comicios renunciaron a sus cargos para permitir la realización de una nueva elección con la candidatura de Perón.

La del 23 de septiembre fue una jornada tranquila, con altísima participación ciudadana en los comicios, (Perón ganó con el 62% de los votos),  casi una tregua en el convulsionado clima político que vivían el país y el propio justicialismo, envuelto en una feroz disputa de poder entre sus alas de derecha y de izquierda.

Juan Domingo Perón e Isabel Perón en el balcón de la Casa Rosada
Juan Domingo Perón e Isabel Perón en el balcón de la Casa Rosada

También, aunque muchos no lo sabían, la participación de Juan Domingo Perón encerraba una decisión personal del líder que iba más allá de lo político: sabía que, dado su estado de salud, el esfuerzo y las tensiones de esa tercera presidencia a la que había aspirado probablemente le costara la vida.

Por eso, dentro y fuera del justicialismo, el debate de los meses previos sobre quién acompañaría como candidato a vice al líder de 78 años provocó encendidas discusiones, algo inédito para un cargo como el de vicepresidente, cargo al que el siglo anterior otro mandatario, Domingo Faustino Sarmiento, había calificado de “decorativo”.

No era este el caso: si Juan Domingo Perón moría durante su mandato, la identidad política de quien lo sucediera definiría el rumbo del gobierno y del país.

Así fue como durante los días previos a la proclamación de la fórmula que encabezaría Perón se barajaron tres posibles candidatos a vice de características y posiciones bien diferentes: la tercera esposa de Perón, María Estela Martínez; el presidente renunciante, Héctor J. Cámpora; y el líder radical Ricardo Balbín, un enemigo acérrimo del general devenido en aliado de su intención de recuperar a la Argentina.



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