miércoles, 28 de febrero de 2024

CARTA DE FERNANDEZ DE ROSA A MILEI

 

                                  FERNANDEZ DE ROSA YA GRANDE

Una carta de Paco Fernández de Rosa . A Milei


Repudio las comunicaciones del Sr M…i contra cualquiera que se exprese en disidencia, o que analice críticamente sus acciones políticas o las de carácter público siendo que debería representar a la nación. Me enoja y apena su lenguaje soez, ignorante, agresivo, violento y cobarde; porque se sabe protegido por el cargo y amigos poderosos a quienes sirve, como también por voceros pusilánimes y sometidos. Es ignorancia saber lo suficiente para seleccionar textos ajenos y editar un libro, para hablar de plata y cálculos y saber nada del sentido de la cultura, el compromiso social de artistas, científicos, filósofos y deportistas. Un ser sin escrúpulos para utilizar como armas de ataque desde familias hasta personas diferentes, eso es miserable y ponzoñoso. Creer que es inteligente haber llegado con los peores recursos del marketing: fingirse clown fuera de contexto, sólo faltaba la nariz colorada. Insistir con publicitar

        FERNANDEZ DE ROSA EN 1961 CON MARILINA ROSS  JOVENVITOS

 incorrectamente el camino de los números que finalmente lo depositaron en la plaza de los dos congresos de espaldas a la puerta. Rezo por la sanación de su mente. Rezo por mi patria que no merece esto, digo Patria que es, sobre todo, aquellos que viven de su esfuerzo, los que sufren las iniquidades de los gobernantes que se soban en la propia locura, son patria los que aún creen en la solidaridad y el amor, el respeto. Los obreros, los que patean la calle todo el día por un mango, los jubilados todos, los que con la varita de la necesidad y el ingenio convierten en un laburo la recolección, los curas y hermanos que se comprometen, que dan de comer, las madres que sacan alimento de su boca, los docentes que bancaron conteniendo a los chicos en el 2001, los médicos que dieron su vida en la pandemia. No la “gente de bien” si no la gente buena. Qué pena grande que de niño hayan descompuesto su cabeza a los golpes. Qué pena.

            

                                 Paco Fernández de Rosa




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